Por su parte, las oficinas del INEM, ahora Servicio Público de (des)Empleo, nunca sirvieron para nada de cara al parado, solo para gestionar los cobros de las ayudas. Porque lo que es para la tan cacareada reinserción laboral, solo ofrecen cursos de cosa que no sirven para nada, más que para sostener el propio chiringuito que tienen montado con los cursos y que da de comer a bastantes parásitos. Yo tengo hecha toda una colección de cursos y, como siempre, si no tienes después buenos contactos o un buen enchufe de nada valen de cara a encontrar trabajo, porque cuando vas a una entrevista te salen con que tienes el curso pero como no tienes experiencia de nada sirve, así que no rascas bola.
Por otra parte, si tienes enchufe tampoco te hace falta ningún curso, ya entras a trabajar recomendado aunque no tengas ni pajolera idea sobre el trabajo que vas a hacer. Así es que hay cantidad de gente trabajando mal, que se ve que no le gusta lo que hace ni tiene ni p. idea ni se molesta por aprender para tenerla: los típicos enchufados. Que, además, por ser familiares del jefe o lo que sea están blindados y nunca se les despide por muy inútiles que sean, bloqueando la entrada a la empresa de gente realmente válida y contribuyendo a que la productividad sea bastante baja, como lo es en la mayoría de las mal gestionadas pymes españolas.
A mí solamente me llamaron una vez del INEM, hará ya unos 25 años, para ofrecerme un supuesto puesto de trabajo, que cuando me presenté en la empresa indicada me dijeron de malos modos que esa oferta ya no existía, que ya había una persona cubriendo el puesto (seguramente un enchufado) y que me podía ir por donde había venido. Cuando volví con un cabreo de la ostra al INEM a decírselo y a pedirles explicaciones, me dijeron que no sabían que el puesto estaba cubierto y que gracias por avisarles de ello. Me entraron ganas de aplastar a alguien. Menudo puñetero desastre de país de funcionarios inútiles (de los cuales, dicho sea de paso, un porcentaje elevado son charos).
