aldebariano
Español americano
- Desde
- 5 Dic 2017
- Mensajes
- 9.023
- Reputación
- 18.436
Cada año el 15 de Septiembre en México se celebra el "grito de independencia" cuyo origen se remonta al famoso grito independentista de Dolores Hidalgo, un cura español traidor que se opuso a la corona española. La independencia, o mejor dicho, la conformación del país llamado México en sustitución de la Nueva España es una obra de la masonería británica para debilitar al imperio hispánico. El nombre de México hace honor a los mexicas, uno de los pueblos amerindios más sanguinarios que haya existido, un imperio sanguinario que se opuso directamente a la llegada de los hispanos al suelo controlado por los aztecas (mexicas).
El mundo debería reconocer que un puñado de españoles se enfrentó al pueblo más sanguinario y sádico que ha habitado en el mundo, al menos desde que se tiene registro. Algo que merece un reconocimiento del más alto nivel. ¿Os imagináis a un puñado de ingleses logrando lo mismo que lograron los españoles en mesoamérica? ¿las mismas gestas y victorias? ¿o a los holandeses? ¿o a los otomanos? Hay que tener los bemoles del tamaño de la luna para enfrentar con pocos hombres al imperio azteca, no porque fuesen muy listos los mexicas sino porque eran unos sádicos me gusta la fruta.
Pero volviendo al tema, México es una creación masónica construida de lo que una vez fue la gran Nueva España. Los "beneficios" de este hecho histórico son un cuento masónico con el que han adoctrinado a miles de generaciones de mexicanos hasta la fecha. Nueva España era una región rica con una abrumadora prosperidad, y ésto obviamente no le convenía al imperio británico (masonería anglosajona), más específicamente a los EEUU que buscaban desde entonces ser la potencia hegemónica de las Américas.
Porfirio Díaz, un presidente mexicano ex masón, estaba perfectamente enterado de estos hechos en el contexto geopolítico, y como pudo intentó levantar a México bajo su visión imitando a la próspera Nueva España pero fracasó, intereses extranjeros (nuevamente EEUU) dividieron la sociedad mexicana con enfrentamientos para crear inestabilidad, lo que generó la revolución de 1910 para volver a encauzar al país en la agenda masónica a favor de EEUU. Los EEUU no quieren un país fuerte de vecino, y no sólo de vecino sino en todo el continente y si se puede, en el mundo. Por eso a Porfirio Díaz lo sacaron del tablero y pusieron a sus títeres.
Ahora México está en manos de Andrés López Obrador, un fanático masón comunista con discapacidad mental, ignorante y anti-hispano que exige a los españoles pedir disculpas por haber venido a América a "saquear".
No hay nada qué celebrar, México, de origen masónico, es un narco-estado fallido que va cayendo en picada desde que AMLO está en el poder.
México debe transformarse como lo intentó Díaz, o re-inventarse completamente generando nuevas naciones étnicas o volver a España.
El mundo debería reconocer que un puñado de españoles se enfrentó al pueblo más sanguinario y sádico que ha habitado en el mundo, al menos desde que se tiene registro. Algo que merece un reconocimiento del más alto nivel. ¿Os imagináis a un puñado de ingleses logrando lo mismo que lograron los españoles en mesoamérica? ¿las mismas gestas y victorias? ¿o a los holandeses? ¿o a los otomanos? Hay que tener los bemoles del tamaño de la luna para enfrentar con pocos hombres al imperio azteca, no porque fuesen muy listos los mexicas sino porque eran unos sádicos me gusta la fruta.
Pero volviendo al tema, México es una creación masónica construida de lo que una vez fue la gran Nueva España. Los "beneficios" de este hecho histórico son un cuento masónico con el que han adoctrinado a miles de generaciones de mexicanos hasta la fecha. Nueva España era una región rica con una abrumadora prosperidad, y ésto obviamente no le convenía al imperio británico (masonería anglosajona), más específicamente a los EEUU que buscaban desde entonces ser la potencia hegemónica de las Américas.
Porfirio Díaz, un presidente mexicano ex masón, estaba perfectamente enterado de estos hechos en el contexto geopolítico, y como pudo intentó levantar a México bajo su visión imitando a la próspera Nueva España pero fracasó, intereses extranjeros (nuevamente EEUU) dividieron la sociedad mexicana con enfrentamientos para crear inestabilidad, lo que generó la revolución de 1910 para volver a encauzar al país en la agenda masónica a favor de EEUU. Los EEUU no quieren un país fuerte de vecino, y no sólo de vecino sino en todo el continente y si se puede, en el mundo. Por eso a Porfirio Díaz lo sacaron del tablero y pusieron a sus títeres.
Ahora México está en manos de Andrés López Obrador, un fanático masón comunista con discapacidad mental, ignorante y anti-hispano que exige a los españoles pedir disculpas por haber venido a América a "saquear".
No hay nada qué celebrar, México, de origen masónico, es un narco-estado fallido que va cayendo en picada desde que AMLO está en el poder.
México debe transformarse como lo intentó Díaz, o re-inventarse completamente generando nuevas naciones étnicas o volver a España.