Mas que simples que se creen demasiado listos.
Enfandarse con ellos no sirve de nada porque les masajea el ego, lo mejor es tratarles como si fueran simples. Si alguno hace algo que no te cuadra, te sientas con el y le explicas lo que esperabas de el, tratandole como si tuviera 5 annitos y lo hubiera hecho mal porque no entiendia lo que tenia que hacer.
La vuelve a soltar, pues se lo vuelves a explicar, pero como si tuviera dos annitos.
Todo esto mezclado con preguntas a companneros sobre si es un poco corto o algo. Pero todo esto del mejor rollo posible, como si fuera un tio de querida madre y muy trabajador pero del que te preocupa su capacidad intelectual para llevar a cabo lo que se le pide. Darle mucho la brasa en plan paternalista tambien funciona "Que tal Luigi? Me paso por tu mesa luego para ver que tal llevas el trabajo?"
Su vanidad y complejos haran el resto.
Si no funciona, por lo menos te echaras unas risas, un italiano cabreado es una de las visiones mas descojonantes que te puede regalar este paso por esta bola de barro.