Markkus
Madmaxista
Vamos a poner las cosas en el sitio que me cachis veinte millones de veces.
El ESPAÑOL TORO ALFA TORO matador (Empecinado, Vasco de Balboa, Gran Capitán, El Cid, Viriato, Pizarro, Millán-Astray etc.), a grandes rasgos se ha caracterizado históricamente por:
1) Afición por la violencia y el recurso a su imposición.
2) Dotes de liderazgo, capacidad para el mando.
3) Ser un pililatatuada que taladra a las mujeres como perras.
4) Placer en la distinción, en el chulear demostrando estatus.
5) Carácter fuerte, indómito. Temperamento exaltado.
6) Rebeldía que no te tose ni tu querida madre.
7) Mala leche agravada por una testosterona de TORO empotrador.
Cuando un moderno ALFA de ascendencia española tiene fuertes pulsiones salvajes de imponer su ley a palos, de amar todas las mujeres posibles cual GORILA ALFA, de acaparar recursos, de distinguirse portando golden cadenas, de estar fuerte para intimidar y acojonar al tiempo que se seduce hembras, de conducir BMWs por aquello de ser de los fuertes etc. es porque está continuando el mandato de unos irreductibles genes ibéricos que han sobrevivido cientos y cientos de años a ser disueltos.
Los ALFAS ESPAÑOLES somos los continuadores de las guerrillas de Viriato, de esos numantinos que defendían su independencia batiéndose con todo, de hidalgos castellanos que reconquistaron la Nación durante más de 700 años, de conquistadores castellanos que avanzaban con 12 hombres por selvas inhóspitas, en minoría pero con todos los narices en primera línea; somos hijos de los TERCIOS y los guerrilleros de la Guerra de Independencia. Somos hijos de los anarquistas como Durruti liándose a tiros a la mínima con estos me gusta la fruta oligarcas. Somos hijos de los Comuneros combatiendo fuerte en Villalar.
Somos un pueblo que desde la Antiguedad se ha destacado ante todo por tener narices. Lo llevamos en el puñetero ADN. Debe ser cosa de la fruta orografía, el clima y el encabronamiento en la sangre, esa mala leche que lo mismo te hacía devotios, te resistía en numancia, te combatía al jovenlandés o se iba a guerrear por medio mundo sistematizando que los españoles éramos los mejor preparados para la guerra de entre todos las naciones. Y viva Dios que nos gustaba batirnos, adquirir GLORIA y HONRA destacándonos en el combate. Era un estilo de vida donde las golden cadenacas, la ropa de seda con bordados de oro y la impresión que causábamos tenía su contraparte en unas dotes militares que nos hacían literalmente invencibles.
Ser ALFA en España siempre ha sido inherente a servir en el Ejército, tener instintos militares, destacarse por la bravura y nacer con predisposición al mando y las pendencias. Hoy en día el Ejército ha devenido en otra cosa, cierto, pero los instintos que empujan a enrolarse en él se mantienen.
Que vayan espabilando los betazos sin media leche que se les pega dos voces que escapan como la fruta que los parió.
El ESPAÑOL TORO ALFA TORO matador (Empecinado, Vasco de Balboa, Gran Capitán, El Cid, Viriato, Pizarro, Millán-Astray etc.), a grandes rasgos se ha caracterizado históricamente por:
1) Afición por la violencia y el recurso a su imposición.
2) Dotes de liderazgo, capacidad para el mando.
3) Ser un pililatatuada que taladra a las mujeres como perras.
4) Placer en la distinción, en el chulear demostrando estatus.
5) Carácter fuerte, indómito. Temperamento exaltado.
6) Rebeldía que no te tose ni tu querida madre.
7) Mala leche agravada por una testosterona de TORO empotrador.
Cuando un moderno ALFA de ascendencia española tiene fuertes pulsiones salvajes de imponer su ley a palos, de amar todas las mujeres posibles cual GORILA ALFA, de acaparar recursos, de distinguirse portando golden cadenas, de estar fuerte para intimidar y acojonar al tiempo que se seduce hembras, de conducir BMWs por aquello de ser de los fuertes etc. es porque está continuando el mandato de unos irreductibles genes ibéricos que han sobrevivido cientos y cientos de años a ser disueltos.
Los ALFAS ESPAÑOLES somos los continuadores de las guerrillas de Viriato, de esos numantinos que defendían su independencia batiéndose con todo, de hidalgos castellanos que reconquistaron la Nación durante más de 700 años, de conquistadores castellanos que avanzaban con 12 hombres por selvas inhóspitas, en minoría pero con todos los narices en primera línea; somos hijos de los TERCIOS y los guerrilleros de la Guerra de Independencia. Somos hijos de los anarquistas como Durruti liándose a tiros a la mínima con estos me gusta la fruta oligarcas. Somos hijos de los Comuneros combatiendo fuerte en Villalar.
Somos un pueblo que desde la Antiguedad se ha destacado ante todo por tener narices. Lo llevamos en el puñetero ADN. Debe ser cosa de la fruta orografía, el clima y el encabronamiento en la sangre, esa mala leche que lo mismo te hacía devotios, te resistía en numancia, te combatía al jovenlandés o se iba a guerrear por medio mundo sistematizando que los españoles éramos los mejor preparados para la guerra de entre todos las naciones. Y viva Dios que nos gustaba batirnos, adquirir GLORIA y HONRA destacándonos en el combate. Era un estilo de vida donde las golden cadenacas, la ropa de seda con bordados de oro y la impresión que causábamos tenía su contraparte en unas dotes militares que nos hacían literalmente invencibles.
Ser ALFA en España siempre ha sido inherente a servir en el Ejército, tener instintos militares, destacarse por la bravura y nacer con predisposición al mando y las pendencias. Hoy en día el Ejército ha devenido en otra cosa, cierto, pero los instintos que empujan a enrolarse en él se mantienen.
Que vayan espabilando los betazos sin media leche que se les pega dos voces que escapan como la fruta que los parió.
