MAS ALLA
Madmaxista
- Desde
- 16 Jul 2008
- Mensajes
- 2.063
- Reputación
- 2.335
Tras recoger a mis hijas del cole, estando en el parque he oído la conversación entre otros dos padres. Hablaban de su deuda y la imposibilidad de pagarla. Uno, albañil en paro y el otro creo que también.
Uno de ellos tiene una deuda de 200.000 € y el otro 70.000 €. El primero hace tiempo que está sin pagar. El piso donde vive valdrá unos 50.000 € ahora (no sé si ya es del banco). Es un tío simple y humilde. Con poca escolarización.
Ambos despotricaban contra los bancos por haber concedido créditos de esa forma. El más endeudado contaba como recibió una llamada del banco para que pidiera 20.000 € más para comprarse un coche. El otro decía que lo que tenían que hacer es dejar caer los bancos en vez de rescatarles. Si les había ido mal, es su problema. Unas veces se gana y otras se pierde. Reclamaba la dación en pago y tal.
Hay mil hilos sobre este tema. Y no quisiera discutir sobre quien tiene la culpa o quien no. La verdad es que su parte de razón tienen. ¿cómo se pueden prestar 200.000 € a un analfabeto funcional y que nadie de esa empresa (banco-caja) asuma responsabilidades y pague por su actuación negligente?
Lo que me mueve a abrir este hilo es testimoniar ese sentimiento que no sé si será generalizado. No digo que todavía sea orgullo, pero no hay ninguna vergüenza por hablar en público bien alto que uno está endeudado con el banco y no podrá pagar. Y por algo se empieza. Se supone que debería haber cierto pudor, pero más bien veo todo lo contrario. Si seguimos en esta línea tal vez el 15 de noviembre sea proclamado como "día del orgullo de los empufados" o "día del orgullo jovenlandeseso" y se organizarán desfiles dónde bailarán orgullosos y engalanarán carrozas y Cayennes con reclamos judiciales, con tasaciones sobrevaloradas... ¡qué se yo! ¿No deberían sentir al menos una mínima sensación de culpabilidad en vez de considerarse simplemente víctimas?
Uno de ellos tiene una deuda de 200.000 € y el otro 70.000 €. El primero hace tiempo que está sin pagar. El piso donde vive valdrá unos 50.000 € ahora (no sé si ya es del banco). Es un tío simple y humilde. Con poca escolarización.
Ambos despotricaban contra los bancos por haber concedido créditos de esa forma. El más endeudado contaba como recibió una llamada del banco para que pidiera 20.000 € más para comprarse un coche. El otro decía que lo que tenían que hacer es dejar caer los bancos en vez de rescatarles. Si les había ido mal, es su problema. Unas veces se gana y otras se pierde. Reclamaba la dación en pago y tal.
Hay mil hilos sobre este tema. Y no quisiera discutir sobre quien tiene la culpa o quien no. La verdad es que su parte de razón tienen. ¿cómo se pueden prestar 200.000 € a un analfabeto funcional y que nadie de esa empresa (banco-caja) asuma responsabilidades y pague por su actuación negligente?
Lo que me mueve a abrir este hilo es testimoniar ese sentimiento que no sé si será generalizado. No digo que todavía sea orgullo, pero no hay ninguna vergüenza por hablar en público bien alto que uno está endeudado con el banco y no podrá pagar. Y por algo se empieza. Se supone que debería haber cierto pudor, pero más bien veo todo lo contrario. Si seguimos en esta línea tal vez el 15 de noviembre sea proclamado como "día del orgullo de los empufados" o "día del orgullo jovenlandeseso" y se organizarán desfiles dónde bailarán orgullosos y engalanarán carrozas y Cayennes con reclamos judiciales, con tasaciones sobrevaloradas... ¡qué se yo! ¿No deberían sentir al menos una mínima sensación de culpabilidad en vez de considerarse simplemente víctimas?
Última edición: