Vlad_Empalador
Será en Octubre
Los desempleados deberán hacer más méritos para mantener el subsidio
El Ejecutivo endurece los criterios para evitar que la gente «se quede en casa»
MARCOS CREO
C. PORTEIRO
REDACCIÓN / LA VOZ 15/05/2021 05:00 H
Al menos 55.002 gallegos perciben en la actualidad algún tipo de ayuda para parados de larga duración. La gran mayoría (47.585) son beneficiarios de subsidios por desempleo. Y al menos 7.417 perciben la renta activa de inserción (RAI). Son trabajadores inactivos para los que han pasado los meses -e incluso años- sin que surgiera posibilidad alguna de volver a trabajar. Casi el 65 % de ellos tienen más de 50 años y han agotado sus prestaciones contributivas o no han cotizado lo suficiente para acceder a ellas (entre seis y doce meses), por eso recurren a las últimas redes de protección social que extiende el Estado y que podrían tener los días contados. El plan de inversiones y reformas enviado a Bruselas el 30 de abril incluye la propuesta de refundir todas estas prestaciones en una el año que viene. Y lo hace con el pretexto de extender el período de cobertura y «eliminar lagunas de desprotección de los programas actuales». ¿Cuáles son esas lagunas y qué exigencias nuevas llevará aparejado el subsidio único?
Ayudas a parados gallegos de larga duración
El Gobierno alega que la prestación no siempre llega en tiempo y forma a quien realmente lo necesita, como los colectivos que sufren más la temporalidad y la precariedad en los salarios (jóvenes y mujeres fundamentalmente). Pero tampoco está satisfecho con los méritos que acreditan los beneficiarios en muchos casos. Hay quien acepta cualquier posibilidad de empleo que surja y está dispuesto a reciclarse, pero también quien opta por la inactividad ante la falta de vigilancia del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). El Ejecutivo quiere acabar de un plumazo con esos casos, no solo mejorando «la gestión, coordinación e información en materia de formación y orientación a desempleados», también endureciendo el control y los criterios de mantenimiento del subsidio.
Rendir cuentas
No servirá solo con acreditar la pérdida de renta individual y justificar la búsqueda puntual de empleo. El SEPE se encargará de elaborar hojas de ruta de reinserción personalizadas, algo parecido al sistema implantado en Dinamarca. El desembolso de la ayuda estará condicionada al compromiso de seguimiento y la realización del itinerario laboral. Habrá que rendir cuentas: «El subsidio tiene que servir como canal de reinserción al mercado laboral, no para que la gente se quede en casa», explican fuentes del Ministerio de Trabajo, que todavía tendrá que negociar todos sus flecos con los agentes sociales.
En los últimos años -desde la última crisis-, la heterogeneidad de subsidios y criterios ha abierto rejillas por la que se ha colado mucha gente: «En ocasiones, llevan a proteger desde las rentas mínimas a colectivos que no necesitan apoyo de inclusión, sino solo un apoyo económico, y en otras ocasiones, colectivos muy alejados del mercado de trabajo deben hacer acciones de búsqueda activa de empleo que carecen de sentido sin antes trabajar otras habilidades laborales y sociales básicas para garantizar una búsqueda de empleo efectiva», señalan los expertos L. Ayala, J.M. Arranz, C. García y L. Martínez en un informe sobre el sistema de garantía de ingresos español. Hay multitud de incoherencias y las deficientes políticas activas de empleo de España no ayudan a extender pasarelas hacia un puesto de trabajo.
Factura de 25 millones
Lo que no cambiarán serán las cuantías, aunque se adaptarán a la situación familiar, la edad y la carrera de cotización de los solicitantes. La prestación alcanzará el 80 % del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), lo que vendrían a ser unos 451,9 euros mensuales para quienes hubieran tenido un contrato a jornada completa en su último empleo y de 225,96 euros (50 %) si fue a media jornada. De conceder el subsidio íntegro a quienes lo perciben hoy en Galicia, el coste para las arcas alcanzaría casi los 25 millones de euros mensuales. No obstante, hay que tener en cuenta que todavía no se han detallado los supuestos que podrían conllevar a una rebaja del cheque. En la actualidad, por ejemplo, los beneficiarios del subsidio extraordinario por desempleo pueden compatibilizar la ayuda con trabajo por cuenta ajena a tiempo parcial, siempre que no ingresen una renta superior al 75 % del salario mínimo interprofesional (SMI), estos es, 712,5 euros mensuales.
¿Cambiará la duración de los subsidios? No es la intención del Gobierno. La reforma se hará «incorporando las prórrogas de los subsidios extraordinarios aún vigentes», que permiten extender la ayuda más allá de los seis meses, en muchos casos.
El Ejecutivo endurece los criterios para evitar que la gente «se quede en casa»
MARCOS CREOC. PORTEIRO
REDACCIÓN / LA VOZ 15/05/2021 05:00 H
Al menos 55.002 gallegos perciben en la actualidad algún tipo de ayuda para parados de larga duración. La gran mayoría (47.585) son beneficiarios de subsidios por desempleo. Y al menos 7.417 perciben la renta activa de inserción (RAI). Son trabajadores inactivos para los que han pasado los meses -e incluso años- sin que surgiera posibilidad alguna de volver a trabajar. Casi el 65 % de ellos tienen más de 50 años y han agotado sus prestaciones contributivas o no han cotizado lo suficiente para acceder a ellas (entre seis y doce meses), por eso recurren a las últimas redes de protección social que extiende el Estado y que podrían tener los días contados. El plan de inversiones y reformas enviado a Bruselas el 30 de abril incluye la propuesta de refundir todas estas prestaciones en una el año que viene. Y lo hace con el pretexto de extender el período de cobertura y «eliminar lagunas de desprotección de los programas actuales». ¿Cuáles son esas lagunas y qué exigencias nuevas llevará aparejado el subsidio único?
Ayudas a parados gallegos de larga duraciónEl Gobierno alega que la prestación no siempre llega en tiempo y forma a quien realmente lo necesita, como los colectivos que sufren más la temporalidad y la precariedad en los salarios (jóvenes y mujeres fundamentalmente). Pero tampoco está satisfecho con los méritos que acreditan los beneficiarios en muchos casos. Hay quien acepta cualquier posibilidad de empleo que surja y está dispuesto a reciclarse, pero también quien opta por la inactividad ante la falta de vigilancia del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). El Ejecutivo quiere acabar de un plumazo con esos casos, no solo mejorando «la gestión, coordinación e información en materia de formación y orientación a desempleados», también endureciendo el control y los criterios de mantenimiento del subsidio.
Rendir cuentas
No servirá solo con acreditar la pérdida de renta individual y justificar la búsqueda puntual de empleo. El SEPE se encargará de elaborar hojas de ruta de reinserción personalizadas, algo parecido al sistema implantado en Dinamarca. El desembolso de la ayuda estará condicionada al compromiso de seguimiento y la realización del itinerario laboral. Habrá que rendir cuentas: «El subsidio tiene que servir como canal de reinserción al mercado laboral, no para que la gente se quede en casa», explican fuentes del Ministerio de Trabajo, que todavía tendrá que negociar todos sus flecos con los agentes sociales.
En los últimos años -desde la última crisis-, la heterogeneidad de subsidios y criterios ha abierto rejillas por la que se ha colado mucha gente: «En ocasiones, llevan a proteger desde las rentas mínimas a colectivos que no necesitan apoyo de inclusión, sino solo un apoyo económico, y en otras ocasiones, colectivos muy alejados del mercado de trabajo deben hacer acciones de búsqueda activa de empleo que carecen de sentido sin antes trabajar otras habilidades laborales y sociales básicas para garantizar una búsqueda de empleo efectiva», señalan los expertos L. Ayala, J.M. Arranz, C. García y L. Martínez en un informe sobre el sistema de garantía de ingresos español. Hay multitud de incoherencias y las deficientes políticas activas de empleo de España no ayudan a extender pasarelas hacia un puesto de trabajo.
Factura de 25 millones
Lo que no cambiarán serán las cuantías, aunque se adaptarán a la situación familiar, la edad y la carrera de cotización de los solicitantes. La prestación alcanzará el 80 % del indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM), lo que vendrían a ser unos 451,9 euros mensuales para quienes hubieran tenido un contrato a jornada completa en su último empleo y de 225,96 euros (50 %) si fue a media jornada. De conceder el subsidio íntegro a quienes lo perciben hoy en Galicia, el coste para las arcas alcanzaría casi los 25 millones de euros mensuales. No obstante, hay que tener en cuenta que todavía no se han detallado los supuestos que podrían conllevar a una rebaja del cheque. En la actualidad, por ejemplo, los beneficiarios del subsidio extraordinario por desempleo pueden compatibilizar la ayuda con trabajo por cuenta ajena a tiempo parcial, siempre que no ingresen una renta superior al 75 % del salario mínimo interprofesional (SMI), estos es, 712,5 euros mensuales.
¿Cambiará la duración de los subsidios? No es la intención del Gobierno. La reforma se hará «incorporando las prórrogas de los subsidios extraordinarios aún vigentes», que permiten extender la ayuda más allá de los seis meses, en muchos casos.
