Los clubes de caballeros de antaño resurgen en España (aunque reinventados)

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Un clásico que se reinventa: vuelven los clubes privados de negocios

Un clásico que se reinventa: vuelven los clubes privados de negocios



  • Viven una segunda juventud como focos de networking e influencia
  • Una extensa oferta de actividades, cuotas más asequibles y contactos...
  • ... son solo algunos ejemplos de los rasgos de los clubes actuales
Club-Alma.jpg
Interior del Club Alma

  1. Ramón Oliver
17/09/2019 - 14:36 Actualizado: 10:42 - 18/09/19

"Nunca pertenecería a un club que admitiera como miembro a alguien como yo". Dicen que esta fue la respuesta que Groucho Marx le dio al Friars Club of Beverly Hills tras recibir una invitación para convertirse en socio de esta institución. Al parecer fue el propio cómico quien inicialmente había solicitado sin éxito el ingreso utilizando su verdadero nombre (Julius Henry Marx). Cuando los responsables del club se dieron cuenta de que la persona a la que acababan de rechazar era en realidad la celebridad de Hollywood intentaron rectificar. Ya era tarde.


Fuera lo que fuera lo que buscara el genial Groucho en aquella sociedad, probablemente hoy lo encontraría sin problemas en España, donde los clubes privados sociales y de negocios están viviendo una segunda juventud, especialmente en ciudades como Madrid o Barcelona. A los más tradicionales e incluso centenarios se une ahora una nueva hornada de clubes que llegan para intentar llevar a este formato hasta una nueva etapa más globalizada y digitalizada.

Casino de Madrid: "La gente busca cada vez más, espacios exclusivos donde pasar su tiempo de ocio y, a la vez, donde poder reunirse por motivos profesionales"
¿A qué se debe este nuevo auge? "La gente busca cada vez más, espacios exclusivos donde pasar su tiempo de ocio y, a la vez, donde poder reunirse por motivos profesionales", explica Susana Rivera, responsable de comunicación del Casino de Madrid. Fundada en 1836, esta institución fue una de las primeras en importar a España un concepto anglosajón que se remonta al siglo XVIII. Ahora como entonces el propósito de El Casino de Madrid sigue siendo "ofrecer un servicio exclusivo a todos sus socios, con una magnífica y cuidada oferta cultural y social", agrega Rivera.

Imagen del Club Alma

"Nuestro club es un ecosistema donde nacen y se reproducen las sinergias entre buena gente que se dedica a los negocios. Un espacio anfitrión de eventos y reuniones, y también un lugar al que se puede acudir simplemente a tomar una botella de champagne con un buen maridaje", destaca Jose Tapias, CEO del Raheem GL, club financiero y de negocios.

El networking, subraya Arturo de las Heras, presidente del Club Financiero Génova, es una de las razones de ser de estas asociaciones. "Nuestros socios tienen en el club la oportunidad de conocerse en un ambiente distendido y relajado y de una manera continuada. No se trata simplemente de asistir a un evento puntual, sino que hay toda una programación de actividades en las que ir forjando esas relaciones".

Un club es un lugar que bulle de actividad: conferencias, exposiciones, conciertos, encuentros literarios...
Además de unas lujosas instalaciones y un servicio impecable, un club es un lugar que bulle de actividad. Conferencias, exposiciones, conciertos, encuentros literarios, tertulias, ceremonias, premios, fiestas, catas de vino, torneos de mus, clases de baile, cursos de formación, actividades deportivas, encuentros gastronómicos, sesiones de yoga, presentaciones de productos y servicios, ruedas de prensa, servicio de barbería o sastrería, restaurante, alojamiento
La lista de actividades y servicios que ofrecen estos espacios a sus socios es interminable. Al final lo que se persigue, resume De las Heras, "es proporcionar una experiencia completa para el socio y crear un ecosistema que fomente las relaciones y los negocios".

Desde los clubes también se reivindica su papel activo en la marcha del país como catalizadores de las inquietudes de la sociedad civil. El Club 567 de Madrid se define a si mismo como "un club de personas influyentes". Manuel Luna es su presidente: "Toda organización de individuos preocupados por influir en la política, la economía o la educación de un país nos parece positiva. Nuestro club atesora unos valores que nuestros socios comparten y defienden, lo que también es una forma de influir en la sociedad", señala. En la misma línea, Arturo de las Heras defiende la contribución de su institución como dinamizadora de ideas y debates. "En el Club Financiero Génova conviven socios de todas las ideologías. Es un lugar en el que todo el mundo que tenga algo interesante que decir puede hacerlo en un ambiente de respeto y sano intercambio de opiniones".

Los clubes han iniciado una línea más aperturista en busca de un mejor encaje
"Elitista" o "endogámico" son dos de las etiquetas que se siguen asociando al concepto de club. Una herencia que procede de aquellos originales clubes de caballeros ingleses de rancio abolengo. Pero es que, recuerdan desde estos centros "los clubes pertenecen a sus socios". Son ellos quienes los mantienen con sus cuotas y quienes, por tanto, deciden sus pautas de actuación y filosofía. Un procedimiento habitual de admisión en estas asociaciones es que un comité examine cada nueva candidatura y que esta venga avalada por al menos dos socios.

Sin renunciar ese carácter selecto, los clubes han iniciado una línea más aperturista en busca de un mejor encaje con los nuevos modelos económicos de carácter global y colaborativo. El propio concepto de "exclusivo" se encuentra sometido a revisión. "Nosotros no rechazamos el talento y el compromiso por motivos sociales o económicos, ni seleccionamos a nuestros socios en función de criterios excluyentes o discriminatorios. Cualquiera puede formar parte de nuestro club siempre y cuando comparta la filosofía y los valores fundamentales que promovemos", asegura Manuel Luna. Dentro de esa línea inclusiva, este club tiene una cuota para jóvenes o personas accidentalmente sin recursos que parte de los 15 euros al mes.

Romper con la tradición masculina que ha regido estas instituciones desde tiempos inmemoriales -los "clubes de caballeros" anglosajones- es otro de los retos de los clubes actuales. Aunque entre sus miembros también hay hombres, el Club Alma de Madrid está formado mayoritariamente por mujeres. "El proyecto nace con la idea de ayudar, acompañar y empoderar a la mujer en el mercado laboral. Ayudamos a que las mujeres de cualquier sector profesional con un estilo de vida en común puedan construir y crecer desde un entorno seguro y no agresivo", explica Ana Villar, su directora de comunicación. Una filosofía que tiene un importante componente transformacional y de fomento de la igualdad de oportunidades al, añade Villar, "contribuir al aprendizaje y la reinvención de las empresas y de la mujer en esta sociedad actual tan exigente y cambiante".

Interior del Club Raheem

En esa línea de modernización y aperturismo entran en juego algunos de los nuevos fenómenos económicos y sociales. Raheem GL celebra mensualmente un foro de emprendimiento en el que tres empresas en fase inicial presentan su proyecto a grupos inversores y fondos de inversión. Desde esta institución también se trata de evolucionar el concepto tradicional de club privado al proporcionar soporte a una creciente cantidad de personas y organizaciones que llegan a la ciudad para hacer negocios. "No concibo este club sin ese espíritu de hospitalidad para directivos, empresas e instituciones que no disponen de oficinas en Madrid y encuentran aquí su sede social y ejecutiva y su centro de operaciones para sus reuniones y eventos", expone Jose Tapias.

Y es que los clubes son conscientes de que en la actual economía global no pueden cumplir su misión encerrados en sus suntuosas sedes. La mayoría de ellos cuenta con una extensa red de correspondencias, otros clubes similares con los que están asociados. De manera que cuando un socio se desplaza a otra ciudad o a otro país encuentra en su destino el apoyo de un club local que lo recibe y le dispensa trato de socio de pleno derecho mientras dure su estancia. ¿Que por qué los clubes siguen siendo una fórmula que funciona?Arturo De las Heras: "Porque dan respuesta a una necesidad que los seres humanos hemos tenido siempre, seguimos teniendo hoy y seguiremos teniendo en el futuro: la de conocernos y relacionarnos entre nosotros".