No me gustan los bares, soy más de comprar bebidas en comercios chinos y bebérmelas mientras paseo o sentado en un banco.
Los bares Paco son antros. Malas caras, producto corriente, higiene cuestionable, precios caros y fauna clientelar de pena.
Hay gente que su vida social se basa en el bar, otros su ocio consiste en tomarse un café de cosa a 900ºC y salir pitando no se sabe a donde y no se, el bar Paco supongo que cubrirá un nicho de mercado, pero es un nicho para un perfil de la población que cada día se reduce más y quizás de aquí a no muchos años, terminarán por desaparecer, ya que sus clientes estarán dementes en alguna residencia, o directamente muertos.
Ese tipo de negocios hosteleros, dudo mucho que cumplan los más mínimos requisitos para un negocio que se precie de considerarse estar dentro del gremio hostelero.
La gran mayoría de bares Paco, lo montan pre jubilados, camareros que por su edad y su nula capacidad y formación, terminan montando un bar y por lo general, todos odian profundamente el bar y la gente que entra a su bar, por eso el trato desagradable y cortante de muchos camareros, es decir, el bar Paco, es la última estación de su vida. Es la viva imagen del fracaso vital de mucho y la visión constatable, de que todos sus sueños y anhelos fueron una fantasía y que allí van a tener que estar cumpliendo condena más de 12 horas al día, aguantando a iluso, limpiando la cosa que otros dejan y así hasta los 65, edad en la que se liberarán de la carga, ya que el estado será el que les mantenga, eso sí, con una pensión mínima, ya que como este tipo de negocio o no dan mucho dinero o directamente sus dueños son badulaques, han cotizado lo mínimo y les queda lógicamente una pensión mínima que en el mejor de los casos, complementarán con la venta del bar.
En definitiva los bares Paco son deprimentes a más no poder y los que van a ese tipo de antros, también es gente sin sueños, sin alma, sin futuro, sin esperanza, sin valor, sin capacidad. Es masa obrera bruta, es masa de barrio basta, es fruta cosa, que lo más interesante que hacen en sus vidas es comer, dormir, soltar y ver el puñetero fútbol.