Los Bardem son la antítesis de la coherencia.
Resulta que son empleados multimillonarios, cuando resulta que sus creencias hablan de explotación de los trabajadores.
Se meten a empresarios y entonces intentan saltarse sus propias normas. Aquellas que critican cuando otros lo hacen.
Mucha gente diría que tienen que cambiar su forma de actuar. Yo lo que digo es que tienen que cambiar su ideología.
Porque (por mucho que les aguante) son el vivo ejemplo de que empleados pueden llegar a triunfar en la vida pueden vivir estupendamente si son buenos en lo que hacen.
Y por otra parte también son un ejemplo de que puedes tener la mejor voluntad del mundo, pero si no entra dinero en caja no queda otra que cerrar y echar a los empleados.
Igual que Víctor Manuel, no se trata de cambiar de forma de actuar. Por mucho dinero que tengáis cualquiera de vosotros, si ponéis un negocio y va mal, pues lo cerraríais.
Lo que hay que dejarse es de insensateces, y pensar que el mundo no funciona como funciona, y pensar que si yo estuviese en la postura de otro haría otra cosa distinta.
Porque el comunismo es eso. Un engaño permanente sobre lo que es y lo que no es, siempre argumentado desde la posición del que supuestamente saldría ganando, y siempre elucubrando sobre situaciones en las que no está.
Me recuerda a la Iglesia que durante tantos siglos hizo de la abstención sensual y de la pobreza su mayor predicamento, mientras ocultaba sus casos de pederastia y amasaba una fortuna colosal.
Porque es hipócrita negar que el ser humano tiene un impulso sensual, y es hipócrita decir que no le gusta vivir con más recursos. Lo hipócrita es seguir tus instintos y luego intentar convencer al resto del mundo que hacerlo está mal.
Como hace esta gente. Actúa ni más ni menos como actuaría el resto de la gente, y sin embargo se hacen paladines de una ideología que niega todo eso.
Grande Orwell, que nos dio el concepto de doblepensamiento...