Lois, ejemplo de infancia transexual
Hay que dejar que las personas se expresen sin estar condicionados por el sesso asignado al nacer: lo dicen los padres de Lois, una de las niñas más pequeñas de España que, con tres años y medio, ha realizado el tránsito social, escolar y familiar. «Cuanto antes se le deje expresar su identidad sensual, menos sufrimiento».
Con tres años y medio, Lois, a quien su familia y el mundo trataban como a un niño, se acostó el 20 de junio de 2016 y se levantó el día 21 como la niña que siempre fue y es. Es el tránsito social, escolar y familiar, esto es el momento en el cual una persona transexual se presenta a la sociedad con su identidad sentida, realizado por una de las niñas más pequeñas. Ajena a la importancia de su ejemplo para otros niños transexuales, Lois es un remolino de pelo rubio que corretea y juega descalza en la arena de la playa de Gran Tarajal durante una tarde de invierno. «Da igual que camine sin zapatos, ¿no ves que es una chiquilla criada en los tableros de Marcos Sánchez?», da fe su madre Ana Pérez, quien relata su experiencia.
Desde los dos años, Lois comenzó a dar señales de un comportamiento inusual según las normas sociales preestablecidas, lo que se confirmó cuando estaba a punto de cumplir tres años cuando empezó a hablar en femenino. «Repaso ahora sus fotos anteriores y me reafirmo en que todo en Lois era femenino: se ponía vestido diariamente y sobre todo sus poses en las fotos. Yo veía algo, pero no sabía qué, ni reconocía». Una imagen del 11 de marzo de 2015 marca un hito en su escalada hacia la Lois actual: «Ese día fuimos a la playa y cogió mi pareo, y repetía una y otra vez frustrada, como venía siendo habitual en los últimos meses, intentó ponérselo como un vestido. La ayudé, enrollándola con el pareo como si fuera un vestido. Se miraba de los pies hacia arriba, radiante, y entonces le salió la sonrisa de felicidad que nunca le había visto». No solo fue la carita, Lois le pidió que fueran a pasear a la avenida marítima, algo que siempre había rechazado.
La primera vez que Lois lo dijo no fue a los padres sino que la escucharon en la terraza con su pareo decir jugando «soy una niña, soy una niña». Para Aarón y Ana, todo sonaba a desconocido, sobre todo por la falta de referentes. «La confusión entre identidad sensual y orientación sensual fue la que nos causó más dudas y miedos». La identidad sensual es el sentimiento íntimo de ser hombre, mujer o personas no binarias, mientras que la orientación sensual se refiere a por quien tengo deseo sensual.
Hay que dejar que las personas se expresen sin estar condicionados por el sesso asignado al nacer: lo dicen los padres de Lois, una de las niñas más pequeñas de España que, con tres años y medio, ha realizado el tránsito social, escolar y familiar. «Cuanto antes se le deje expresar su identidad sensual, menos sufrimiento».
Con tres años y medio, Lois, a quien su familia y el mundo trataban como a un niño, se acostó el 20 de junio de 2016 y se levantó el día 21 como la niña que siempre fue y es. Es el tránsito social, escolar y familiar, esto es el momento en el cual una persona transexual se presenta a la sociedad con su identidad sentida, realizado por una de las niñas más pequeñas. Ajena a la importancia de su ejemplo para otros niños transexuales, Lois es un remolino de pelo rubio que corretea y juega descalza en la arena de la playa de Gran Tarajal durante una tarde de invierno. «Da igual que camine sin zapatos, ¿no ves que es una chiquilla criada en los tableros de Marcos Sánchez?», da fe su madre Ana Pérez, quien relata su experiencia.
Desde los dos años, Lois comenzó a dar señales de un comportamiento inusual según las normas sociales preestablecidas, lo que se confirmó cuando estaba a punto de cumplir tres años cuando empezó a hablar en femenino. «Repaso ahora sus fotos anteriores y me reafirmo en que todo en Lois era femenino: se ponía vestido diariamente y sobre todo sus poses en las fotos. Yo veía algo, pero no sabía qué, ni reconocía». Una imagen del 11 de marzo de 2015 marca un hito en su escalada hacia la Lois actual: «Ese día fuimos a la playa y cogió mi pareo, y repetía una y otra vez frustrada, como venía siendo habitual en los últimos meses, intentó ponérselo como un vestido. La ayudé, enrollándola con el pareo como si fuera un vestido. Se miraba de los pies hacia arriba, radiante, y entonces le salió la sonrisa de felicidad que nunca le había visto». No solo fue la carita, Lois le pidió que fueran a pasear a la avenida marítima, algo que siempre había rechazado.
La primera vez que Lois lo dijo no fue a los padres sino que la escucharon en la terraza con su pareo decir jugando «soy una niña, soy una niña». Para Aarón y Ana, todo sonaba a desconocido, sobre todo por la falta de referentes. «La confusión entre identidad sensual y orientación sensual fue la que nos causó más dudas y miedos». La identidad sensual es el sentimiento íntimo de ser hombre, mujer o personas no binarias, mientras que la orientación sensual se refiere a por quien tengo deseo sensual.