Obviamente, el país entero va a sufrir una desestabilización económica y social durante días. Pero en el resto de España la misma se notará indirectamente y será de menor profundidad que en Cataluña.
En el caso de Cataluña, que es el sembrado en el cual se está disputando la batalla, la situación va a ser distinta. Cortes de carreteras, caceroladas, huelgas en la Universidad, tractoradas, suspensión de clases, alteraciones del orden público, gente hasta altas horas de la madrugada haciendo performances, escraches, comercios y actividad económica alterados por la situación, pérdida de ingresos por turismo...
¿Piensan seguir indefinidamente con ello?
Como dice Sun Tzu:
Una vez comenzada la batalla, aunque estés ganando, de continuar por mucho tiempo, desanimará a tus tropas y embotará tu espada. Si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tu ejército durante mucho tiempo en campaña, tus suministros se agotarán.
Las armas son instrumentos de mala suerte; emplearlas por mucho tiempo producirá calamidades. Como se ha dicho: "Los que a hierro dan el pasaporte, a hierro mueren." Cuando tus tropas están desanimadas, tu espada embotada, agotadas tus fuerzas y tus suministros son escasos, hasta los tuyos se aprovecharán de tu debilidad para sublevarse. Entonces, aunque tengas consejeros sabios, al final no podrás hacer que las cosas salgan bien.
Todo este desgaste sobre el terreno se lo van a tragar los catalanes (independentistas o no, y lo siento en el alma por estos últimos); así que desde el otro lado de la barrera tan solo hay que sentarse a comer Doritos.