Las banderillas pueden provocar autismo infantil (Historia de un niño autista)

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En este caso, aportar como fuentes a Discovery Salud... ains :S

Y con lo de los amish, aparte de que es una población endogámica, igual artículos como éste nos recuerdan que el cerebro es plástico a según qué edades y la importancia de la epigenética a la hora de expresar según qué alelos
Denyuri no me jorobes... :ouch: he puesto como 15 fuentes en todo el post. Esta es sólo una revista que publica uno de los estudios y punto pelota.

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Da Grappla Reloaded

Madmaxista
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Venga, cosas de verdad

La Junta indemnizará con 470.000 euros a un niño incapacitado por una banderilla - Diario de Burgos

Aquí piden que se deje de dar de hacer cositas

Inhibitory effect of breast milk on inf... [Pediatr Infect Dis J. 2010] - PubMed - NCBI

Esto también es cierto

Long-term persistence of vaccine-derived alu... [J Inorg Biochem. 2009] - PubMed - NCBI

Mucho más aquí

Cártel Farmacéutico. banderillas y Autismo.

Éstas son las discusiones que se pierde este foro por la desidia de los moderadores y la estupidez de los usuarios...dicho sea de paso, uno de ellos el que abrió el hilo que enlazo cuando no tuvo otra ocurrencia que crackear este foro.
 

Ejquelosfajsistassonellos

Resignado ante la victoria de los malvados en Esp.
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Pues deberías seleccionar un poco la información, que esta que nos has traído es un insulto a la inteligencia.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, tengo que coincidir con Meméndez en que este hilo está mejor en conspiraciones. Y no es que las banderillas no tengan su crítica, pero no precisamente esta, tan burda e inexacta, como han explicado algunos foreros en post anteriores.
Esta tía parece una portavoz proNWO total. En TODO defiende lo que la Elite quiere:

-feminista radical, estatalista, antipatriota, abortista, profarmacéuticas ahora...

No hay NADA que no defienda lo que la propaganda dice.
 

nam

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Venga, cosas de verdad

La Junta indemnizará con 470.000 euros a un niño incapacitado por una banderilla - Diario de Burgos

Aquí piden que se deje de dar de hacer cositas

Inhibitory effect of breast milk on inf... [Pediatr Infect Dis J. 2010] - PubMed - NCBI

Esto también es cierto

Long-term persistence of vaccine-derived alu... [J Inorg Biochem. 2009] - PubMed - NCBI

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Cártel Farmacéutico. banderillas y Autismo.

Éstas son las discusiones que se pierde este foro por la desidia de los moderadores y la estupidez de los usuarios...dicho sea de paso, uno de ellos el que abrió el hilo que enlazo cuando no tuvo otra ocurrencia que crackear este foro.
Vayamos por partes.
Si, hay menos de un 1% de la poblacion que puede tener reacciones alergicas a las banderillas, pero ni siquiera a todas y tampoco siempre. Luego esta el caso del chico ese en el que la banderilla estaba "sucia" o contaminada por una bacteria o bichito, que tambien puede pasar pero con menor probabilidad que incluso una alergia (si se siguen unas medidas profilacticas minimas, claro).

El segundo enlace es un estudio sobre que un tipo de banderilla es menos efectiva en ninos que amamantan porque los antivirus naturales de la leche materna matan el bichito antes de que los ninos puedan crear sus propios antivirus....pues si que, simplemente se cambia a banderilla inyectada y punto :rolleyes:

Y lo del autismo y las banderillas, que no....que eso esta trilladisimo y no hay relacion.
 

Cui Bono

So far, so good
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Es un montaje.
Las facturas de la mentira | Naukas | Cuaderno de Cultura Científica

Recientemente ha sido noticia que un cuidadoso metaanálisis que involucra a 1.256.407 niños en cinco estudios ha concluido que las banderillas no están asociadas con las afecciones del trastorno de espectro autista. El análisis también determinó que los componentes de las banderillas, como el timerosal, y las banderillas múltiples, tampoco se asocian con el autismo. Los tres investigadores que firman el estudio son miembros de la Escuela Clínica Nepean de la Universidad de Sidney, Australia.

De toda la información que nos dan, un dato está notablemente ausente: cuánto costó el estudio. Cuántas horas de estos tres investigadores con qué salarios y usando qué recursos se necesitaron para llegar a estas conclusiones.

Otros estudios similares realizados en el pasado han llegado a las mismas conclusiones, como uno que incluyó a todos los niños nacidos en Dinamarca entre 1990 y 1996, otro estudio de Polonia u otra revisión crítica de 2004.

El actual movimiento antivacunas se originó en un estudio fraudulento del exmédico Andrew Wakefield. Ese solo estudio fraudulento, que nadie pudo replicar jamás, ha provocado que se invierta una incalculable cantidad de recursos, dinero, tiempo y dedicación de numerosos científicos.

¿Cuánto ha costado la mentira de Wakefield?

Cada uno de los embustes que se le puedan ocurrir a cualquiera, literalmente a cualquiera, en cualquier lugar del mundo, puede dar lugar a un dispendio en recursos científicos que muy probablemente habrían estado mejor dedicados a otras investigaciones.

La presión de la opinión pública, que frecuentemente no sólo dispone de escasa información, sino que además está sometida al bombardeo de la desinformación, motiva a instituciones e investigadores a emprender estos estudios incluso si no hay un mecanismo plausible para la correlación establecida por el proponente del fenómeno.

No es necesario demostrar que algo ocurre, que un fenómeno es real. Ni siquiera es necesario presentar un solo caso de estudio bien analizado. Basta decir que el cáncer se cura con alguna pócima o alimento milagroso y curanderos, alternativistas, pseudomédicos, conspiranoicos y periodistas poco avisados se encargarán de difundirlo y presentarlo, frecuentemente, como un descubrimiento o una denuncia que valerosamente enfrentan a algún villano poderoso y malévolo.

En 1922, al monje budista japonés Mikao Usui se le ocurrió afirmar que podía curar a la gente acercándole sus manos. Aseguraba que al hacerlo, él transfería a la persona una misteriosa energía llamada “ki” o “chi” y cuya existencia nadie ha demostrado. Usui bautizó a su presunta técnica como “reiki” (palabra en japonés que significa, muy apropiadamente, “atmósfera misteriosa”) y se lanzó, junto con sus adeptos, a por acercarle las manos a personas enfermas o simplemente deprimidas e insatisfechas y asegurar que ello tenía un efecto real. Se funda así un negocio multimillonario que en menos de 100 años se ha difundido por todo el planeta con variantes aún más extravagantes, como el reiki para animales o vegetales.

Uno pensaría que sería responsabilidad del señor Usui o de sus honorables asociados de negocios demostrar la existencia de la tal energía llamada “ki” y, una vez habiéndolo hecho, demostrar, en condiciones debidamente controladas y con todo el rigor que le exigimos a cualquier procedimiento médico, que tal energía realmente se “transfiere” de un practicante de reiki a su “paciente” y, finalmente, demostrar que esa transferencia energética es, efectivamente, responsable de las curaciones milagrosas que prometen.

Si así lo hicieran, seguramente habría numerosos científicos interesados en desentrañar el mecanismo mediante el cual ocurre esa curación. Quizás podría enriquecer de modo generosísimo nuestra comprensión de los mecanismos de la biología, la fisiología, la patología y el tratamiento de numerosas afecciones.

No ha sido así. Los “maestros reiki” siguen instalándose por todo el mundo, exigiendo dinero de verdad a gente ignorante y deseosa de respuestas a cambio de pasarles las manos cerca. En estos casi 100 años, presionados por los creyentes en las maravillas del reiki, diversos científicos, investigadores, universidades y hospitales se han ocupado en tratar de determinar si hay algo de verdad en las ya de por sí implausibles afirmaciones de Usui y sus adeptos. En estos años se han hecho literalmente cientos de estudios, de más o menos calidad, que al ser analizados críticamente llegan a la bastante esperable conclusión de que el reiki no muestra capacidad de curar nada y su eficacia es igual a la del placebo.

Como pasa con el reiki, hay una horda cada vez más numerosa de supuestas “terapias alternativas”, literalmente cientos de ellas que ofrecen afirmaciones sobre las más extrañas, descabelladas o francamente ridículas prácticas que alguien aseguró que eran “curativas” y otros creyeron… sin demostrarción de por medio. Y de muchas de ellas hay estudios y estudios que, o bien demuestran que no hay capacidad curativa alguna, o resultan sesgados, poco rigurosos, irreproducibles o francamente fraudulentos.

En otros espacios alternativos distintos de la medicina, las cosas no son muy distintas. Científicos de diversas disciplinas se ven presionados para “demostrar” que tal o cual locura es falsa o incorrecta, desde los círculos de las cosechas (que desde 1994 se sabe que son un fraude nacido de una broma práctica de dos ciudadanos ingleses) hasta la telepatía o la “energía libre”, que es como ahora se llama a lo que serían las máquinas de movimiento perpetuo de toda la vida.

No importa que sepamos que es imposible obtener de un sistema más energía de la que se introduce en él, porque esto violaría la primera y segunda leyes de la termodinámica, que están empíricamente validadas y se confirman día a día. La idea de obtener algo a cambio de nada (que es la premisa esencial de la magia) sigue consumiendo recursos para demostrar que sigue siendo imposible.

Y en ocasiones, lo que está en juego son vidas. Muchas. Desde la década de 1990 se comercializaron varios presuntos “detectores moleculares” con nombres aparentemente técnicos como Quadro Tracker, Ade650, Ade651, Alpha6, H3TEC, HEDD1, AL-6D y GT200. Se trataba de genuinas “varitas mágicas” que afirmaban ser capaces de detectar a distancia, incluso dentro de recipientes cerrados, muy diversas sustancias: drojas, armas, explosivos e incluso personas. No son sino un mango de plástico oscuro totamente vacío al que está fijada una antena telescópica que gira libremente como una bisagra. Los fabricantes afirmaban que no necesitaba electricidad pues se alimentaba de la electricidad estática del propio operador. El mango tenía una ranura donde se introducían tarjetas que indicaban al aparato qué detectar: mariguana, cocaína, explosivo C40 o pagapensiones ilegales. Cada aparato podía llegar a venderse en más de 30 mil euros.

En realidad, se trataba de aparatos inútiles cuyo aparente funcionamiento se debía al “efecto ideomotor”, los movimientos involuntarios realizados en respuesta a una idea y que son también responsables del movimiento del puntero de la ouija y de las varitas de los zahoríes. Era muy fácil determinar que estos aparatos no tenían ningún mecanismo plausible de funcionamiento. Sin embargo, numerosos gobiernos invirtieron cantidades millonarias en su adquisición. Tailandia, México en su lucha contra el narcotráfico e incluso las fuerzas de ocupación occidentales en Irak fueron clientes de los fabricantes. No fue sino hasta que hubo una serie de atentados con autos bomba que pasaron sin ser detectados por los retenes con personal militar equipado con estos aparatos que el gobierno británico prohibió su compra y empezó a investigar a sus principales fabricantes.

Y pese a ello, fue necesario el esfuerzo de numerosos militares, civiles y científicos en cada uno de los distintos países víctimas de los delincuentes para que las corporaciones que utilizaban los dispositivos los retiraran aceptando –no de muy buen grado– que habían sido objeto de una estafa. Dos de los fabricantes han sido sentenciados a penas de guandoca por fraude en Inglaterra.

Sin embargo, las investigaciones raras veces consiguen que los creyentes en una u otra afirmación maravillosa y disparatada acepten siquiera la posibilidad de estar en el error. Todavía en distintos países hay corporaciones militares y policiacas que arriesgan la vida de su personal y de civiles inocentes confiando en los improbables “detectores moleculares”. Los movimientos antivacunas están influyendo en nuevos brotes preocupantes de enfermedades prácticamente erradicadas. El reiki se difunde con cada vez más practicantes que simulan y cobran sin control alguno. Y, por supuesto, todas las pseudoterapias son uno de los mayores negocios del mundo, con ventas sólo en Estados Unidos de más de 34 mil millones de dólares en 2007 según el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de ese país.

Esto subraya el absurdo de la inversión que puede hacer la sociedad para confirmar cosas que ya se saben, pero con la esperanza o bien de encontrar un verdadero milagro o de convencer a los creyentes y ayudarles así a conservar su dinero y mejorar las probabilidades de tratamiento exitoso de sus afecciones, labor en la cual ciertamente no tienen interés en colaborar.

Investigar las afirmaciones de aspecto más incongruente no es forzosamente un desperdicio. Pero una mayor alfabetización científica de nuestra sociedad al menos pondría, como es lógico, la carga de la prueba sobre los hombros de quienes hacen tales afirmaciones, y les exigiría pruebas sólidas antes de lanzarse a financiar la búsqueda del monstruo del Lago Ness, las hadas en el fondo del jardín o la capacidad del bicarbonato de sodio para curar todos los cánceres. O simplemente rendirse ante ellos y admitir como medicamentos diversos preparados, pócimas o mejunjes sin exigirles que demuestren que sirven para lo que afirman en su publicidad.

Algo no marcha bien cuando parte de la política de investigación de una sociedad se ve dictada por los caprichos de cualquiera que tenga una idea descabellada y un medio de comunicación a su alcance para difundirla, obligando a todos a pagar una elevada factura por las falsedades cuando toman por asalto el imaginario popular.

Este post ha sido realizado por Mauricio Schwarz (@Elnocturno) y es una colaboración de Naukas con la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

Cualquiera se gana su minuto de fama magufeando. No tendría importancia si no fuera porque la comunidad cientíifica tiene que probar que no es cierto, gastando valiosos recursos que sí que salvan vidas.

Debería multarse a estas gentes y que no saliera barato decir barbaridades que se prueban falsas.
 

Karonte

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Es un montaje.
Las facturas de la mentira | Naukas | Cuaderno de Cultura Científica


Cualquiera se gana su minuto de fama magufeando. No tendría importancia si no fuera porque la comunidad cientíifica tiene que probar que no es cierto, gastando valiosos recursos que sí que salvan vidas.

Debería multarse a estas gentes y que no saliera barato decir barbaridades que se prueban falsas.
Soltar hezs sin fundamento es totalmente rentable, porque siempre hay algún simple que lo compra.
Y si no que le pregunten a UTP
 

Mimolette

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Siempre he pensado que el autismo era algo genético que se detectaba poco después del nacimiento.
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Aquí he dejado de leer. No digo que las banderillas no puedan llevar ingredientes que sean perjudiciales a la salud, que es posible, pero con esa frase demuestras que no entiendes los trastornos del espectro autista y cuando no se entienden las cosas es facil caer en la magufada.

La edad media en la que se detecta el autismo son los cuatro años, antes de los tres es muy dificil aunque la edad ideal serian los dieciocho meses cuando, en vez de presentar comportamientos besugos el niño no tiene comportamientos normales (como mirar a los ojos, no sonrie o imita expresiones faciales etc). Pero en la practica es muy dificil de detectar cuando el bebe es muy pequeño, y los padres empiezan a notar cosas "rarunas" a esas edades que coinciden con el calendario de banderillas y bingo! la culpa es del mercurio.
 

Kasandra

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El padre de este niño es hermano de un amigo mío. Su hijo nació normal y todo cambió a partir de la administración de una banderilla.

[YOUTUBE]IFRumjZpZwc[/YOUTUBE]

Siempre he pensado que el autismo era algo genético que se detectaba poco después del nacimiento. ¿Por qué no hay información sobre esto al respecto?.

Por una parte la OMS rechaza que las banderillas infantiles puedan provocar autismo. Pero su credibilidad es cuestionable cuando se trata de temas relacionados con farmacéuticas.

Por otra parte se pueden encontrar otras fuentes médicas que afirman que sí pueden provocar autismo.
Recientemente se ha publicado un estudio titulado “Empirical Data Confirm Autism Symptoms Related to Aluminum and Acetaminophen Exposure” Entropy | Free Full-Text | Empirical Data Confirm Autism Symptoms Related to Aluminum and Acetaminophen Exposure, el estudio está firmado por Stephanie Seneff, Jingjing Liu y Robert M. Davidson. Mucha gente del sector más oficialista se ha dedicado a desprestigiar a los autores y a la revista en la que se ha publicado el articulo ya que este estudio pretende crear una relación entre banderillas y autismo.

El estudio dice que confirman la evidencia entre la exposición al aluminio y al Acetaminofeno (Paracetamol) y el autismo. La propuesta es que los niños con autismo son especialmente vulnerables a metales tóxicos como mercurio y aluminio, y a su vez también establecen una relación entre la banderilla triple vírica y que esto puede explicarse por la administración de acetaminofeno a los niños para el control de la fiebre.

banderillas para la difteria, berzanos, tos ferina, o la hepatitis B.... muchas de ellas llevan timerosal o tiomersal, nombre farmacéutico con el que se conoce el mercurio que es incluido como conservante en banderillas infantiles.


Numerosas madres con hijos autistas que nacieron sanos, denuncian que esta enfermedad apareció en los niños después de administrarles banderillas que contenían mercurio como conservante.

Según la Asociación para Vencer el Autismo (AVA), más de la mitad de los niños autistas que hay en ella están afectados por mercurio. Algo que parece demostrar el hecho de que la mayoría de los niños afectados de autismo tienen unos niveles de mercurio en su organismo muy por encima de lo que se consideran límites tolerables, hasta 12 veces superiores a las tasa establecidas internacionalmente.




El Gobierno De USA Ha Reconocido Un Caso De banderilla-Autismo En El Tribunal De Demandas Federales
El Gobierno de USA ha reconocido un caso de banderilla-autismo en el Tribunal de Demandas Federales | AVA

La banderilla MMR produce dos nuevos casos de autismo que la prensa no puede ignorar
BWN Argentina: La banderilla MMR produce dos nuevos casos de autismo que la prensa no puede ignorar

Miles de niños padecen autismo por culpa de banderillas en EE.UU.
Miles de niños en Estados Unidos han recibido compensaciones por los efectos dañinos que les causó la vacunación. Una buena parte de ellos padecen autismo.
Desde 1989 a 2013, se registraron más de 3.000 compensaciones por un valor total de 2.700 millones de dólares.

Una proporción de esas indemnizaciones está vinculada con casos de autismo presuntamente provocados por daños cerebrales a causa de algunos de los componentes de una banderilla.

Una de las últimas compensaciones multimillonarias fue otorgada a Ryan Mojabi, un estadounidense de 10 años con síntomas de autismo, y a su familia en enero pasado por los efectos nocivos de la banderilla triple vírica.

El caso de Mojabi se suma al menos a otros 84 demandantes que padecen autismo a consecuencia de la vacunación.

La mayoría de los casos no recibieron una amplia atención mediática por acceso limitado a los datos y solo fueron publicados en estadísticas del Ministerio de Salud.

La información sobre si el Ministerio aceptó o no que la vacunación pudo haber causado el autismo no está disponible.

Mientras el Ministerio sostiene que nunca se ha concluido en ninguno de los casos que el autismo resultara de la vacunación, el tratamiento del autismo está incluido en el programa que cubre los daños causados por banderillas, financiado por Gobierno de EE.UU.
Miles de niños padecen autismo por culpa de banderillas en EE.UU.


Vais a encontrar organismos oficiales que desmienten cualquier relación... Pero el caso es que ya hay sentencias al respecto en otros países y todos sabemos el poder que tienen las farmacéuticas. Así que hay que dar voz a estos temas porque están arruinando miles de vidas POR DINERO.


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El autismo comienza a diagnosticarse sobre los 15 meses y, NINGUNA banderilla infantil lleva ni timerosal ni nada que se le parezca desde hace años y años. Busca mejor tus fuentes.
 

poled

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Supongo que ya sabeis lo de:

Voy a la plaza y esta lloviendo, pero como esta llena de gente con paraguas me protejo del agua entre los paraguas de ellos, asi que no me llevo paraguas.

Yo tampoco, yo tampoco, yo tampoco...


Pues eso, volvamos al sarampion, polio etc. Incluso suponiendo que las banderillas pudieran tener algun tipo de efecto dañino de forma excepcional, incluso asi habria que vacunar. Cada cual tiene derecho a ser magufo con lo que le de la gana, pero siempre que no ponga en riesgo la salud de los demas...