El FC Farsa siempre, siempre lloriquea.
Todos los presidentes del Farsa lloriquean, y los vicepresidentes y demás directivos. Los entrenadores, todos lloriquean, sobre todo si son catalanes. Los jugadores lloriquean, también con más intensidad si son catalanes. No por nada es el equipo del nacionalismo catalán. El lloriqueo es su fundamento.
Es una de las características que le definen como el eterno equipo segundón, que en el fondo es lo que siempre ha sido. Es un poco lo que le pasa a la cataluña nacionalista, lloriqueo sistemático y características de segundón.
Todos los presidentes del Farsa lloriquean, y los vicepresidentes y demás directivos. Los entrenadores, todos lloriquean, sobre todo si son catalanes. Los jugadores lloriquean, también con más intensidad si son catalanes. No por nada es el equipo del nacionalismo catalán. El lloriqueo es su fundamento.
Es una de las características que le definen como el eterno equipo segundón, que en el fondo es lo que siempre ha sido. Es un poco lo que le pasa a la cataluña nacionalista, lloriqueo sistemático y características de segundón.