La trampa de Pensar positivo y vibrar alto en la Matrix

Yo estoy feliz cuando estoy feliz…o triste idem.
Pero eso de prefabricarte un mundo chuchipiruli cuando solo pasas perrerias a diario,si,es para bobos.
Es como fabricar un mundo donde unos hijos de fruta te dicen que lo que hacen(para hacerse ricos a tu costa)es por el bien común,es que es de fruta coñá.
Luego pasa lo que pasa.
 
Los vibradores humanos y a los de gracias,gracias,gracias son tironucables por excelencia.
 
Tan malo es querer estar en un estado positivo constante como quedarse anclado en un estado negativo.

La positividad, si acaso, deberia ser un medio o estrategias para equilibrar la balanza, que de alguna manera ayude a restar o disminuir la negativad. Usarlo como un fin, querer establecerse en un estado constante de positividad, la convierte en ilusoria.

La verdad, es mejor huir de los bivradores. Para empezar, son poco sinceros con ellos mismos y por tanto no lo serán con los demas. La negatividad expuesta por otros les suele resultar un problema, sin embargo cuando la exponen ellos no les es aplicable. Lo peor de todo son las actitudes intransigentes que expresan cuando sucede lo anterior y especialmente cuando es por su parte.
 
Estamos en una macro corriente negativa en occidente que no es nada nada bueno.
Siempre que hablas con alguien algo o todo va mal.
Si no ves algo por lo que vivir eres un zombie sistémico puro. Es lo que quieren.

No estamos aquí para cambiar el mundo, pero si para que nuestro día a día sea soportable y disfrutar en la medida de lo posible.

Tanto que se habla de derechos por un lado. Y se reprocha la falta de deberes por otro. Recuerdo una cita que viene ideal para esto.
Como dijo José Luis Sampedro:
"No tenemos derecho a vivir, sino la obligación de vivir."
 
No tiene nada que ver evitar la negatividad con tratar de vivir "en positivo".

Y esto por una buena razón

La negatividad no genera nada bueno

Pero es el estado natural, o, para ser más exacto, es la línea de menor resistencia, el estado, o la respuesta, más fácil.

Entonces , tratar con la negatividad es muy difícil, porque nos resulta muy natural, y, a menudo, incluso nos parece necesaria.

Por otra parte, la negatividad es muy sutil y sabe disfrazarse de tal modo que no podemos verla como es.

De modo que, simplemente, verla y tratar de frenarla es ya una tarea muy por encima de nuestras capacidades

Pero verla y detenerla, no tienen nada que ver con empeñarse en estar en un estado positivo

Porque, lo cierto es que ni sabemos qué es eso, ni podemos provocarlo a voluntad

Todo lo que podemos hacer es fingirlo, como en el meme ese de la careta feliz con el rostro real desgarrado por el repruebo, la bilis, el dolor y las lágrimas detrás.

Y ese no es más que un estado de negatividad que ni siquiera engaña a nadie con su falsa apariencia de alegría.

Como cuando uno llena la pantalla de muñequitos que se rien y todo el mundo puede ver el repruebo y el resentimiento que expresan en realidad
 
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