Charles Bukowski, un escritor "maldito" norteamericano que escribe con crudeza sus vivencias, siempre impregnadas por el olor del alcohol y sometidas al peso de la resaca.
Poesía, novela. Incluso sirvió de inspiración para alguna película.
Una vida descontrolada, con altibajos económicos y emocionales, que se nos muestra tal como él la vivió.
Hay expresiones que rara vez se ven escritas, frases duras y certeras, situaciones cómicas y trágicas, y la mirada siempre firme de quien camina con dificultad por la borrachera que lleva encima.
En "Cartero" nos cuenta su vida en la oficina de correos, las condiciones laborales, sus amonestaciones por incumplimiento de las normas (unas normas, eso sí, bastante incoherentes), sus visitas al hipódromo para apostar todo lo que ganaba, sus borracheras y su rebeldía indómita ante el mundo del deber.
En "Mujeres", tal como indica el título, se centra en su vida sensual. Una tras otra van llegando a su vida, y una tras otra acaban escapando. Una novela muy entretenida, aunque dura.
Un ejemplo de su forma de escribir es este:
"Salí y me puse a leer. Cosa fácil. Era como cualquier otra audiencia: no sabían cómo reaccionar ante algunos de los mejores poemas, y durante otros se reían cuando no debían. Seguí leyendo y sirviéndome de la jarra.
-¿Qué es lo que está bebiendo?
-Esto -dije-, es naranjada mezclada con vida. [lleva vodka]
-¿Tiene usted novia?
-Soy virgen. [se acuesta con todas las que puede y más]
-¿Por qué decidió hacerse escritor?
-La siguiente pregunta, por favor." (en "Mujeres", pp. 30-31)
Me llamó la atención la mala calidad de las traducciones, visible en los false friends como "pretend" (en inglés significa "fingir", no "pretender").
Y aquí pongo un poema suyo llamado "Culminación del dolor":
"Oigo incluso cómo ríen
las montañas
arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
Oigo el agua
las noches que consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj
se vuelve perillas en la cómoda,
se vuelve papel sobre el suelo,
se vuelve calzador, ticket de la lavandería,
se vuelve humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas...Poco importa
poco amor
o poca vida
no es tan malo.
Lo que cuenta
es observar las paredes
yo nací para eso.
Nací para robar rosas de las avenidas de la muerte"
Estremecedor, ¿verdad?