Existe un mantra muy afianzado entre los nostálgicos de la dictadura de que durante el franquismo no hubo corrupción, y mucho menos de carácter institucional.
Nada más lejos de la realidad. En torno a la cúpula franquista se extendió un entramado societario de especuladores, advenedizos, mercanchifles y tahúres que hacían negocietes estupendos beneficiándose de una normativa muy laxa, un sistema judicial totalmente mediatizado, unos medios de comunicación oficializados y sobre todo una pléyade de jerifaltes huntados cuando no directamente implicados en estas tramas corruptas.
A pesar de que poco salía a la luz, y de lo que se sabía mucho circulaba por transmisión boca a boca a modo de chascarrillo popular, el volumen y la extensión de los casos es tal que mejor os dejo un video donde se recogen algunos de los episodios más relevantes. Dura más de cincuenta minutos, pero sin duda alguna para los que os interese este tema merece la pena verlo entero.
Todavía queda bastante de esta cultura, algo que entre todos debemos contribuir a erradicar definitivamente por el bien de nuestro país.