La mujer que puso la denuncia que ha llevado a una alerta europea para retirar productos con HHC no aptos para uso humano compró las ‘cookies’ con su

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Siete horas “tirada” y vomitando tras una intoxicación con una galleta de derivados del cannabis: “Creía que me moría”

  • Siete horas “tirada” y vomitando tras una intoxicación con una galleta de derivados del cannabis: “Creía que me moría”
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  • Dos intoxicados en Madrid por el consumo de galletas y gominolas con derivados del cannabis
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Cannabis
La mujer que puso la denuncia que ha llevado a una alerta europea para retirar productos con HHC no aptos para uso humano compró las ‘cookies’ con su hija en una tienda de Madrid
Galletas con marihuana con la que se han intoxicado varias personas en Madrid.
Galletas con marihuana con la que se han intoxicado varias personas en Madrid.Álvaro García
Pablo Linde
Madrid - 03 abr 2024 - 05:30 CEST
A sus 52 años, el único contacto con la droja de Andrea en su vida había sido darle una calada a un porro cuando era joven. Ahora no toma “ni Coca-Cola” y ve a los fumadores “como drojadictos”. Profesional de la nutrición y la salud, cuida que todo lo que entre en su nevera sea saludable y de calidad. Por eso, su hija (de 20) se asombró cuando le ofreció probar unas galletas fabricadas con derivados de la marihuana y ella aceptó: “¿De verdad vas a tomar tú eso, mamá?”. El experimento acabó con sendas intoxicac...
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iones y una denuncia ante las autoridades sanitarias.
Las cookies que compraron no estaban autorizadas para el consumo humano y, según los análisis de sangre que Andrea se hizo tras la ingesta, y a los que ha tenido acceso este periódico, contenían THC, el componente psicoactivo del cannabis, algo que ni siquiera estaba en la etiqueta. Tras la denuncia, el producto fue retirado del mercado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN).
“Cometí dos errores”, relata Andrea, nombre ficticio, ya que quiere que se conozcan los hechos preservando su intimidad. “El primero fue comerme la propia galleta, cuando yo suelo ser muy cuidadosa con lo que como. Pero ante la pregunta de mi hija, me dije: ‘¿Por qué no? Mucha gente toma estas cosas y no pasa nada’. El segundo fue no leer el empaquetado, donde advertían que no eran aptas para el consumo. Pero esto tampoco es justificación para la tienda ni para el fabricante, porque si no se pueden consumir unas galletas, ¿para qué las vendes?”, continúa.
Todo ocurrió el pasado 13 de febrero. Andrea y su hija iban paseando por el centro de Madrid y decidieron entrar en una tienda de derivados del cannabis de la Plaza de Cascorro. La hija cogió una caja con cinco galletas de la marca Weed Nation que, además de pepitas de chocolate, azúcar, y mantequilla, entre otros ingredientes, supuestamente contenían HHC, uno de los principios activos del cannabis.
Se trata de hexahidrocannabinol, que se encuentra en bajas concentraciones en partes de la planta, como el polen o las semillas. Sus efectos son similares a los del tetrahidrocannabinol (THC), el componente más importante de la marihuana, el que produce las principales sensaciones que suelen buscar los consumidores de esta droja: relajación, desinhibición, alegría...
Aunque la venta de productos con HHC para el consumo no está permitida, no es difícil encontrarlos en tiendas similares a la que Andrea y su hija entraron en Madrid. “No es que lo comprásemos en el mercado oscuro ni en internet. Tenía su paquete y la dependienta nos dijo que ella también lo tomaba con su madre, todo fue muy natural y no me planteé que aquello fuera un producto ilegal”, explica la afectada.
Esa noche, madre e hija se pusieron a ver una película y probaron las galletas. Cada una comió una. Al terminar el filme, se levantaron del sofá y ambas sintieron un enorme vértigo y malestar. Lo que siguió fueron siete horas (cinco y media en el caso de la hija) “tiradas” junto al váter, vomitando y casi sin poder moverse.
“Cada una estábamos en un baño. No podíamos ni mover la cabeza porque inmediatamente vomitábamos. Tampoco era capaz de ir a por el móvil. Mi empeño era llamar al 112, porque estábamos solas en casa y yo creía que me iba a morir; que nos íbamos a morir y no se iba a enterar nadie. Al principio articulábamos alguna palabra de un baño a otro, pero poco después no podíamos ni hablar. Yo sabía que mi hija estaba viva porque la oía vomitar”, relata Andrea.
Su obsesión era no dejarse ir porque sentía que se le “paraba” el corazón. “Veía alucinaciones con ojos cerrados, pero es que no podía abrirlos. Todo el tiempo notaba que me iba, que me iba, y en ese momento abría y cerraba las manos, porque se me dormían. Las piernas y manos, intentaba moverlas”, prosigue.
Su hija pudo levantarse sobre las 4.30. En ese momento Andrea pensó que ya no era necesario llamar a emergencias, que más tarde o más temprano, a ella también se le tendría que pasar. Pero eso no sucedió hasta las 6.00. Al día siguiente fue a urgencias, pero ya no sufría los efectos: ni los mareos, ni la aparente bajada de tensión. Pero pidió una analítica para saber a qué sustancia se había expuesto.
Ese análisis es el que arrojó el positivo en THC. Todos los síntomas que describe son típicos de intoxicaciones ingiriendo esta sustancia, una intoxicación que no suele ir a mayores, pero produce en quienes la padecen esa sensación de que se va la vida.
Antes de recibir los resultados de las pruebas, Andrea acudió a una oficina del consumidor a denunciar el caso. La remitieron a Madrid Salud, la oficina municipal de Salud Pública, y ahí puso la queja. “Yo no voy a denunciar ni a la tienda ni a la marca, lo único que quiero es que se vigile esto para que no le pase a nadie más”, asegura.
Sobre la firma
Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la esa época en el 2020 de la que yo le hablo del cobi19, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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ikifenix

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Galletas empaquetadas, con forma de comida, que saben a comida y que huelen a comida no aptas para el consumo humano.

¿Qué puede salir mal?.
Son perfectamente aptas para el consumo humano, eso sí, te vas a pillar un colocón parecido al del cannabis. Es como si entras a un super y te llevas una botella de vodka, luego denuncias que te has emborrachado porque el alcohol no es apto para el consumo humano.
 

cthulhu

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Las galletas, bizcochos y en general todo lo que se come y lleva cannabis es muy peligroso por la razón de que la dosis que te metes es incontrolable.
Si te estás fumando un porrito el efecto de la droja es prácticamente inmediato, si te ves mal, dejas de fumar y ya está, un bajón y nada más.
Pero si te pegas una jartada de galletas con maría los efectos aparecen al rato y no puedes parar la absorción, te vas a llevar toda la dosis porque ya la tienes dentro y si te has pasado no hay remedio, te lo vas a llevar todo, es imparable.
 

Fornicious Jr

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Veis por qué no se puede dar libertad a la gente para que monte food trucks?

Si con productos envasados pasa esto porque la gente es tan borderline que no se lee la etiqueta, imagínate lo que puede haber en la comida de un puesto callejero?