Pero ninguna gaia loca, una muestra de cultura casi typicall Spanish, y que atrae hasta turistas de medio mundo, tiene ni el repruebo tribal ni la sed de sangre que puede tener un secesionista o su oponente, con armas en la mano. Matarnos por gaiadas difícil. Hacerlo porque el muy de derechas más chulo que un ocho croata de su abuelo, mató al rojo de mi tío abuelo serbio, es más fácil en pueblos donde acabar siempre fue más fácil que derribar un árbol, caso de Ejpaña, o caso de países más civilizados, como la misma Yugoslavia que conocí y acabó como acabó, cuando yo, ni harto de vino y hasta dronjas, habría apostado ni 1 contra 100, que antes vería liarse parda en la tierra de Tito que en la de don Paco.