Podemos es una hez, fuera de toda duda. Pero el problema no es Podemos, ni el PSOE, ni PP, ni VOX. Es un problema de arquitectura del sistema político. Listas cerradas, no mandato imperativo, el Partido, con sus jerarquías como única forma de participación política y cooptación por parte del Estado vía PPGG de lo que ha de sociedad civil -partidos, sindicatos, asociaciones varias...-
Si a lo expuesto le añadimos el duopolio mediático que moldea el terreno ideológico permisible, lo que tenemos es una fruta dictadura de partido único en la que el supuesto pluripartidismo no son más que tendencias de un partido superior que es el que verdaderamente marca las políticas y al que no elige nadie -de ahí el amabozalismo transversal o que hasta el partido más crítico con la migración muestre deseo de que inmigre toda latinoamerica-
Si no se cambia la arquitectura del sistema político, los incentivos generados por la propia estructura del sistema llevará a todo proyecto político al punto en el que están los actuales partidos. Y los partidos jamás implementarán voluntariamente cambios que recorten su poder, va contra la naturaleza humana.
A día de hoy votar esperando cambios es como votar en las elecciones de Cuba o de la antigua fruta Urs -tambien tenían un parlamento, y la gente marcaba casillas en un papel- pensando que tu voto cuenta.
