Como siempre, la generalización es horrible. Y en la generación langosta se juntan los que han arrasado con todo, teniendo un mundo cuesta abajo, con otros que se lo han currado muchísimo, con otros a los que les tocó la otra cara de la moneda.
El langosto premium que entró en empresa castuza por enchufe (como se entraba mayoritariamente entonces) hace muchas décadas, que vio como su sueldo iba creciendo por la antigüedad, como era indespedible, como tenía todas las ventajas de una empresa pública mantenida por todos que luego se privatizó, o trabajaba en la vieja banca o era funcionario de un cierto nivel, que terminó con 3 pisos, con prejubilación a los 55, con unas cuentas increíblemente favorables en las que solo le contaban los últimos 10 años, ha sido un personaje al que las circunstancias le han favorecido en todo momento.
Si una persona de esas encima tiene el pensamiento interno de que se lo ha currado, de que los jóvenes no quieren trabajar o de que su piso es su tesoro, ciertamente son odiables. Y todos hemos conocido alguno
Hay otros que sí que se lo curraron. Que montaron un negocio y tuvieron que echarle más horas que un reloj. QUe tuvieron que comer hez en empresas no castuzas trabajando con un esfuerzo que hoy nos parecería explotación. Que tuvieron que llevar el cinturón apretado durante muchas ocasiones, y que llegado el momento sacaron la cabeza. Que entraron a trabajar sin enchufe, que se comieron la crisis del 93 a una edad mala y la del 2008 en los últimos años antes de la jubilación.
Confundir el primero con el segundo no es bueno en absoluto, por mucho que no lo creamos el primero es mucho más escaso (aunque por su actitud y lo que cunden mucho más visible)
Y por último ha habido muchísima gente de esa generación que le tocó bailar con la más antiestética. Que trabajaban en pequeñas empresas, comercios, hostelería, naves pequeñas. Que han conocido el paro a edades muy malas, que crearon ese cliché del tío que con más de 50 era incontratable porque el mundo había cambiado y su mentalidad y su nivel de conocimiento o manejo de tecnología estaba a años luz de lo que necesitaba el mercado.
Son gente que en algunos casos descubrió que en una empresa que estuvo 15 años cotizaban solo unas pocas horas, que los dejaron tirados cuando la empresa quebró mientras millones iban a aguantar empresas castuzas donde el sueldo era el doble y el trabajo la mitad. Y que en muchos casos se han jubilado con pensiones bajas por no cotizar los últimos años o tener grandes agujeros porque el control que había hace 30 años no se parece nada al actual.
Para mi el problema es siempre el mismo, justo el contrario al que he visto que se expone en este hilo en muchos casos. Fue el poder político el que benefició a los primeros, el que decidió por su legislación y sus subvenciones que unos tuvieran enormes privilegios. Que destrozó a los últimos, con su falta de control y su legislación laboral.
Pretender que ahora el poder político meta mano para ayudar a los jóvenes es un oxímoron brutal. Cada vez que el poder actúa, decide a quien privilegia y a quien destroza. Lo que tiene que hacer es justo lo contrario, quitar sus manos asquerosas y dejar de decidir a quién le va bien y a quién le va mal.
Dejar de mantener un sistema insostenible, en la que una cúpula (que es la que más ha sido beneficiada siempre...) ahora se encuentra con pensiones altísima y rentas por todos los lados, mientras les dicen a sus hijos o nietos que no quieren trabajar.
Sí, por supuesto quizás a la juventud le hace falta más cultura del esfuerzo. Pero eso es un estigma un poco absurdo; si por mucho que te esfuerces roza lo imposible tener una vida digna, un salario razonable, un alquiler para irte con tu churri, terminarás escuchando a Podemos que te prometen que todo eso lo tendrás gratis.
Son la cúpula de los langostas los que se benefician a sí mismos, pero hay muchos más de esa generación que o bien las han pasado pilinguis, o bien se han tenido que currar muchísimo llegar hasta donde llegaron.
Pero claro, a la hora de hacer política qué fácil es parapetarse detrás de funcionarios y jubilados para decir que son sus derechos y tal. Pues no, lo siento; hace tiempo que España (nunca pudo...) no tiene capacidad de pagar tantos derechos. Prometer que se van a mantener estos privilegios, y a la vez que se van a crear nuevos derechos de la nada para que los jóvenes vuelvan a tener oportunidades es una quimera irrealizable. Pero no por ideología, por simples cuentas.
Así que eso de 'salir a la calle a reclamar vuestros derechos' me da hasta risa. ¿Quién queda al otro lado para pagarlos? Nadie. Al revés, se ha metido a la juventud el bichito maldito de pensar que esa es la vía para reclamar algo. MIentras son los derechos de los demás los que pagan carísimo con su paro y su precariedad.