pivonazo
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La fiebre del litio en España choca con la oposición de las autoridades locales
La fiebre del litio en España choca con la oposición de las autoridades locales
En Cáceres, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, se rueda este mes una precuela de Juego de Tronos. A menos de 3 kilómetros, unos inversores extranjeros quieren crear una de las mayores minas de litio de Europa.
De momento el proyecto se enfrenta a una fuerte oposición de las autoridades locales. Además, pone de manifiesto los desafíos a los planes del país de utilizar una financiación sin precedentes de la UE para desarrollar toda una industria en torno al litio, el principal componente de las baterías de los vehículos eléctricos que también se utiliza para el almacenamiento de energía a gran escala.
El desarrollo de esta tecnología es una prioridad en toda Europa, en un momento en el que los fabricantes de automóviles se enfrentan a la enorme competencia de los fabricantes de China y otros países. Cabe recordar que el gigante asiático controla la mayor parte de las existencias mundiales de litio.
"Las baterías de litio no serán sólo una necesidad para los próximos 10 años; requieren enormes inversiones por parte del sector del automóvil y serán necesarias durante los próximos 30 o 40 años, como mínimo", explica David Valls, director nacional de Infinity Lithium, el grupo que cotiza en Bolsa en Australia y que pretende explotar la mina.
Pero los planes para garantizar un recurso vital para la energía limpia se enfrentan a numerosas objeciones medioambientales. En Cáceres, José Ramón Bello, responsable de urbanismo de la ciudad, es categórico al afirmar que los planes de Infinity no prosperarán.
"El proyecto está muerto", afirma desde su despacho, situado cerca de una torre árabe del siglo XII en el corazón de la ciudad, añadiendo que 22 de los 25 concejales de la ciudad se oponían a los planes y que en la normativa local no estaba contemplada la explotación de una mina.
"En lugar de una mina que podría suponer una amenaza para nuestro patrimonio, hemos optado por revitalizar nuestro turismo y centrarnos en industrias limpias y sostenibles", explica Bello, señalando que la ocupación hotelera está batiendo los récords anteriores a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. "No estamos en contra del litio; estamos en contra de esta mina, por el lugar donde estaría ubicada".
Otro detractor es Montaña Chaves -que lleva el nombre de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres. La entrada de la mina estaría justo debajo del santuario dedicado a la Virgen.
De momento, los que se oponen a la mina están ganando, ya que la Junta de Extremadura ha denegado el permiso de investigación y habrá una larga batalla en los tribunales. Pero la lucha por los yacimientos de litio en Cáceres y en otros lugares de la región de Extremadura ponen de manifiesto las compensaciones medioambientales y económicas en la transición hacia las energías más limpias.
Las autoridades extremeñas afirman que el mineral podría transformar el destino de una parte de España que se ha quedado atrás con respecto al resto del país desde que los conquistadores de México y Perú partieron de la región para buscar fortuna en las Américas hace 500 años.
La región confía en que las ayudas del fondo de recuperación de la UE, dotado con 800.000 millones de euros, contribuyan no sólo a la extracción de litio, sino también a fomentar un moderno grupo industrial.
"Europa continental tiene escasez de litio y esto es una ventaja competitiva para Extremadura. Dado que tenemos la materia prima, es lógico que tengamos también la cadena de valor", sostiene Olga García, consejera para la transición ecológica de la Junta.
Ella y otros altos cargos de la región defienden un proyecto que, si cabe, es más ambicioso que el propuesto en Cáceres: una mina en la comarca de Cañaveral, a 40 km al norte. Iría acompañado de nuevas infraestructuras industriales en toda la región, como una fábrica de pilas y otra de cátodos.
En conjunto, este proyecto supondría una inversión de más de 1.000 millones de euros, incluidos 85 millones de euros para la mina y más de 200 millones de euros para las instalaciones asociadas para procesar el litio.
"Empresas de toda Europa están en contacto con nosotros; saben que una de las grandes preocupaciones de la UE es tener un mayor control de las materias primas", sostiene Ignacio Baños, consejero delegado de Lithium Iberia, la empresa que explota la mina de Cañaveral. En el pueblo vecino de Cañaveral, las casas están abandonadas, hay muy poco empleo y el alcalde se muestra a favor del proyecto. Pero el apoyo al desarrollo del proyecto no es unánime.
Yolanda Ruiz, una activista que está en contra de la mina, señala que estará ubicada entre dos reservas de aves protegidas .
Los gestores de la mina confían en obtener la aprobación para las operaciones comerciales el próximo año y comenzar las labores de extracción a finales de 2023, una fecha límite. Seat, el principal fabricante de automóviles de España y parte del grupo Volkswagen, tiene intención de empezar a producir en masa vehículos eléctricos baratos en 2025. La empresa es uno de los muchos fabricantes de la UE que confían en sobrevivir a la transición para abandonar los vehículos tradicionales de gasolina y diésel.
Mario Celdrán, consejero delegado de Phi4tech, la empresa que planea construir las fábricas de celdas y cátodos de litio para baterías, explicó que su grupo se centraría más en la demanda de los productores de energías renovables y los centros de datos.
Pero Phi4tech -que cuenta con el respaldo del cofundador de KKR, Henry Kravis, uno de los accionistas- sólo representará un 10% de la producción de la mina de Cañaveral. El resto dependerá en gran medida de la industria automovilística. Los próximos meses van a ser cruciales en cuanto a los contratos comerciales, así como las decisiones del gobierno sobre las normas y asignaciones de los fondos de recuperación de la UE.
Estas cuestiones determinarán si la mina puede estar operativa a tiempo para que desempeñe el papel estratégico que prevén las autoridades nacionales y de la UE.
"Es cierto que sin el apoyo de los fondos europeos, el proyecto no sería tan ambicioso", reconoce Celdrán, que espera que hasta un 20% de la financiación provenga del Estado. "Hay que pensar que estos grandes yacimientos de litio van a beneficiar a la región, aunque el desafío es enorme", concluye.
La fiebre del litio en España choca con la oposición de las autoridades locales
La fiebre del litio en España choca con la oposición de las autoridades locales
En Cáceres, declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad, se rueda este mes una precuela de Juego de Tronos. A menos de 3 kilómetros, unos inversores extranjeros quieren crear una de las mayores minas de litio de Europa.
De momento el proyecto se enfrenta a una fuerte oposición de las autoridades locales. Además, pone de manifiesto los desafíos a los planes del país de utilizar una financiación sin precedentes de la UE para desarrollar toda una industria en torno al litio, el principal componente de las baterías de los vehículos eléctricos que también se utiliza para el almacenamiento de energía a gran escala.
El desarrollo de esta tecnología es una prioridad en toda Europa, en un momento en el que los fabricantes de automóviles se enfrentan a la enorme competencia de los fabricantes de China y otros países. Cabe recordar que el gigante asiático controla la mayor parte de las existencias mundiales de litio.
"Las baterías de litio no serán sólo una necesidad para los próximos 10 años; requieren enormes inversiones por parte del sector del automóvil y serán necesarias durante los próximos 30 o 40 años, como mínimo", explica David Valls, director nacional de Infinity Lithium, el grupo que cotiza en Bolsa en Australia y que pretende explotar la mina.
Pero los planes para garantizar un recurso vital para la energía limpia se enfrentan a numerosas objeciones medioambientales. En Cáceres, José Ramón Bello, responsable de urbanismo de la ciudad, es categórico al afirmar que los planes de Infinity no prosperarán.
"El proyecto está muerto", afirma desde su despacho, situado cerca de una torre árabe del siglo XII en el corazón de la ciudad, añadiendo que 22 de los 25 concejales de la ciudad se oponían a los planes y que en la normativa local no estaba contemplada la explotación de una mina.
"En lugar de una mina que podría suponer una amenaza para nuestro patrimonio, hemos optado por revitalizar nuestro turismo y centrarnos en industrias limpias y sostenibles", explica Bello, señalando que la ocupación hotelera está batiendo los récords anteriores a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. "No estamos en contra del litio; estamos en contra de esta mina, por el lugar donde estaría ubicada".
Otro detractor es Montaña Chaves -que lleva el nombre de la Virgen de la Montaña, patrona de Cáceres. La entrada de la mina estaría justo debajo del santuario dedicado a la Virgen.
De momento, los que se oponen a la mina están ganando, ya que la Junta de Extremadura ha denegado el permiso de investigación y habrá una larga batalla en los tribunales. Pero la lucha por los yacimientos de litio en Cáceres y en otros lugares de la región de Extremadura ponen de manifiesto las compensaciones medioambientales y económicas en la transición hacia las energías más limpias.
Las autoridades extremeñas afirman que el mineral podría transformar el destino de una parte de España que se ha quedado atrás con respecto al resto del país desde que los conquistadores de México y Perú partieron de la región para buscar fortuna en las Américas hace 500 años.
La región confía en que las ayudas del fondo de recuperación de la UE, dotado con 800.000 millones de euros, contribuyan no sólo a la extracción de litio, sino también a fomentar un moderno grupo industrial.
"Europa continental tiene escasez de litio y esto es una ventaja competitiva para Extremadura. Dado que tenemos la materia prima, es lógico que tengamos también la cadena de valor", sostiene Olga García, consejera para la transición ecológica de la Junta.
Ella y otros altos cargos de la región defienden un proyecto que, si cabe, es más ambicioso que el propuesto en Cáceres: una mina en la comarca de Cañaveral, a 40 km al norte. Iría acompañado de nuevas infraestructuras industriales en toda la región, como una fábrica de pilas y otra de cátodos.
En conjunto, este proyecto supondría una inversión de más de 1.000 millones de euros, incluidos 85 millones de euros para la mina y más de 200 millones de euros para las instalaciones asociadas para procesar el litio.
"Empresas de toda Europa están en contacto con nosotros; saben que una de las grandes preocupaciones de la UE es tener un mayor control de las materias primas", sostiene Ignacio Baños, consejero delegado de Lithium Iberia, la empresa que explota la mina de Cañaveral. En el pueblo vecino de Cañaveral, las casas están abandonadas, hay muy poco empleo y el alcalde se muestra a favor del proyecto. Pero el apoyo al desarrollo del proyecto no es unánime.
Yolanda Ruiz, una activista que está en contra de la mina, señala que estará ubicada entre dos reservas de aves protegidas .
Los gestores de la mina confían en obtener la aprobación para las operaciones comerciales el próximo año y comenzar las labores de extracción a finales de 2023, una fecha límite. Seat, el principal fabricante de automóviles de España y parte del grupo Volkswagen, tiene intención de empezar a producir en masa vehículos eléctricos baratos en 2025. La empresa es uno de los muchos fabricantes de la UE que confían en sobrevivir a la transición para abandonar los vehículos tradicionales de gasolina y diésel.
Mario Celdrán, consejero delegado de Phi4tech, la empresa que planea construir las fábricas de celdas y cátodos de litio para baterías, explicó que su grupo se centraría más en la demanda de los productores de energías renovables y los centros de datos.
Pero Phi4tech -que cuenta con el respaldo del cofundador de KKR, Henry Kravis, uno de los accionistas- sólo representará un 10% de la producción de la mina de Cañaveral. El resto dependerá en gran medida de la industria automovilística. Los próximos meses van a ser cruciales en cuanto a los contratos comerciales, así como las decisiones del gobierno sobre las normas y asignaciones de los fondos de recuperación de la UE.
Estas cuestiones determinarán si la mina puede estar operativa a tiempo para que desempeñe el papel estratégico que prevén las autoridades nacionales y de la UE.
"Es cierto que sin el apoyo de los fondos europeos, el proyecto no sería tan ambicioso", reconoce Celdrán, que espera que hasta un 20% de la financiación provenga del Estado. "Hay que pensar que estos grandes yacimientos de litio van a beneficiar a la región, aunque el desafío es enorme", concluye.
