gusiluz
Madmaxista
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El apoyo occidental al ataque de Israel contra Gaza ha envenenado los esfuerzos por llegar a un acuerdo con los principales países emergentes para condenar la guerra de Rusia contra Ucrania”, se quejan funcionarios y diplomáticos occidentales en el Financial Times.
Dicen que la escalada del conflicto palestino-israelí ha expuesto a Estados Unidos, la UE y sus aliados a acusaciones de hipocresía y ha deshecho meses de trabajo destinados a convertir a Moscú en un paria mundial por violar el derecho internacional.
El amplio apoyo de Estados Unidos y otras potencias occidentales a Israel aliena a gran parte del Sur, lo que también perjudica los esfuerzos occidentales por obtener apoyo para Ucrania del resto del mundo.
“Lo que dijimos sobre Ucrania debe aplicarse a Gaza. De lo contrario, perderemos toda credibilidad”, añadió el máximo diplomático del G7. “Los brasileños, los sudafricanos, los indonesios: ¿por qué deberían creer lo que decimos sobre los derechos humanos?”
El resto del mundo es consciente de que las palabras y acciones de Occidente no siempre coinciden. Por ejemplo, muchos árabes creen que Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa nunca han intentado responsabilizar a Israel por su trato a los palestinos, ni han prestado suficiente atención a la violencia brutal de los conflictos en Yemen y Libia.
Las represalias de Israel y el corte de agua, electricidad, alimentos, medicinas y acceso a Internet en Gaza han provocado la oposición de los países propalestinos. Esta oposición está ligada a la hipocresía de Occidente, donde las reglas del “orden basado en reglas” no son las mismas para todos.
Los estados árabes, incluidos Jordania y Egipto, han presionado a los funcionarios occidentales para que sean más estrictos en la protección de los civiles en Gaza. “Si se considera crimen de guerra cortar el agua, los alimentos y la electricidad a Ucrania, se debería decir lo mismo de Gaza”, comentó un funcionario árabe.
En los últimos días, Rusia ha intentado aprobar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condena la violencia contra civiles en el conflicto, sin mencionar específicamente a Hamás. La resolución propuesta fue rechazada el lunes por miembros del Consejo favorables a Israel.
Además, Occidente se encuentra en una posición aún más débil, ya que su apoyo unilateral al régimen represivo de Israel erosiona la credibilidad de la demanda del resto del mundo de comprensión hacia Ucrania.
Todas las potencias occidentales han apoyado públicamente al sionismo político durante décadas, por lo que su credibilidad está perdida. Las mismas fuerzas pidieron multiculturalismo y políticas de fronteras abiertas en Europa, pero permitieron a los judíos israelíes aplicar políticas de apartheid al estilo de la antigua Sudáfrica.
En la era de los asentamientos judíos ilegales, ya ni siquiera vale la pena hablar del “modelo de dos Estados”. La única manera de avanzar sería frenar el extremismo, abolir la etnocracia sionista y crear un Estado único en el que los pueblos de la región (palestinos, judíos y todos los demás) tendrían los mismos derechos.
El Holocausto (después de los crímenes de sangre de los sionistas) ya no puede ser invocado en esta etapa, después de más de setenta años.
www.alertadigital.com
Dicen que la escalada del conflicto palestino-israelí ha expuesto a Estados Unidos, la UE y sus aliados a acusaciones de hipocresía y ha deshecho meses de trabajo destinados a convertir a Moscú en un paria mundial por violar el derecho internacional.
El amplio apoyo de Estados Unidos y otras potencias occidentales a Israel aliena a gran parte del Sur, lo que también perjudica los esfuerzos occidentales por obtener apoyo para Ucrania del resto del mundo.
“Lo que dijimos sobre Ucrania debe aplicarse a Gaza. De lo contrario, perderemos toda credibilidad”, añadió el máximo diplomático del G7. “Los brasileños, los sudafricanos, los indonesios: ¿por qué deberían creer lo que decimos sobre los derechos humanos?”
El resto del mundo es consciente de que las palabras y acciones de Occidente no siempre coinciden. Por ejemplo, muchos árabes creen que Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa nunca han intentado responsabilizar a Israel por su trato a los palestinos, ni han prestado suficiente atención a la violencia brutal de los conflictos en Yemen y Libia.
Las represalias de Israel y el corte de agua, electricidad, alimentos, medicinas y acceso a Internet en Gaza han provocado la oposición de los países propalestinos. Esta oposición está ligada a la hipocresía de Occidente, donde las reglas del “orden basado en reglas” no son las mismas para todos.
Los estados árabes, incluidos Jordania y Egipto, han presionado a los funcionarios occidentales para que sean más estrictos en la protección de los civiles en Gaza. “Si se considera crimen de guerra cortar el agua, los alimentos y la electricidad a Ucrania, se debería decir lo mismo de Gaza”, comentó un funcionario árabe.
En los últimos días, Rusia ha intentado aprobar una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condena la violencia contra civiles en el conflicto, sin mencionar específicamente a Hamás. La resolución propuesta fue rechazada el lunes por miembros del Consejo favorables a Israel.
Además, Occidente se encuentra en una posición aún más débil, ya que su apoyo unilateral al régimen represivo de Israel erosiona la credibilidad de la demanda del resto del mundo de comprensión hacia Ucrania.
Todas las potencias occidentales han apoyado públicamente al sionismo político durante décadas, por lo que su credibilidad está perdida. Las mismas fuerzas pidieron multiculturalismo y políticas de fronteras abiertas en Europa, pero permitieron a los judíos israelíes aplicar políticas de apartheid al estilo de la antigua Sudáfrica.
En la era de los asentamientos judíos ilegales, ya ni siquiera vale la pena hablar del “modelo de dos Estados”. La única manera de avanzar sería frenar el extremismo, abolir la etnocracia sionista y crear un Estado único en el que los pueblos de la región (palestinos, judíos y todos los demás) tendrían los mismos derechos.
El Holocausto (después de los crímenes de sangre de los sionistas) ya no puede ser invocado en esta etapa, después de más de setenta años.
La etnocracia israelí y la inexistente credibilidad de Occidente
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