a mi el anuncio me ha parecido muy bien hecho: logra quitarnos por un rato la asquerosa losa del pesimismo y la crisis aunque sea diciendo tonterias.
Le da la vuelta a cosas que son muy tristes y duras de nuestra realidad, dándoles un toque de humor.
ha logrado además su objetivo de lograr que se hable de él.
Bravo por el publicista, es un crack.
Y después de habernos chupado las platanos un rato y que la euforia se pase, ¿qué queda?
Jugar con los sentimientos es zafio y rastrero. Para evadirse un rato de lo que tenemos encima hay mil alternativas al autoengaño. Hacer algo de ejercicio (falta le hace a más de uno), leer un libro, cultura... Y si vamos a echar mano del humor, pues oiga, prefiero los esperpentos que hacían Martes y Trece, o la burla de la realidad que hacen las chirigotas gaditanas. Hay una enorme diferencia entre reírse de una situación dura, y colar de tapadillo el autoengaño "no estamos tan mal", "ya vendrán tiempos mejores", y bla bla bla.
Si el rato de humor ha sido para reírse del problema, pues sí, te queda un rato en el que te has reído. Pero el que se autoengaña luego tiene que volver a enfrentarse a la realidad, y es peor que no haber hecho nada. Funciona mejor el "sabemos que esto está hecho una fruta hez, pero viva el cachondeo, aunque sólo sea por un rato".