La espada de San Miguel arcángel desde la carta de Judas

Mateo77

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Fuente: piedrasquegritan.org - La espada de San Miguel arcángel desde la carta de Judas

El arcángel San Miguel aparece mencionado en la Biblia en varios pasajes. Según vemos en Apocalipsis 12,7-9 es el encargado de expulsar al dragón del Cielo. Su nombre en hebreo, Mikael, se puede traducir por “quién como Dios?”. Las tres partes que componen su nombre ya aparecen en el texto hebreo de Génesis 3,11, el pasaje del reproche que Dios le hace a Adán cuando le encuentra escondido. En cambio, en Daniel 10,12 vemos cómo Miguel ayuda al ángel enviado a Daniel. Este ángel le dice “No temas, Daniel, porque desde el primer día en que tú intentaste de corazón comprender y te humillaste delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y precisamente debido a tus palabras he venido yo”. Vemos el doble filo de la espada de Miguel: reproche para quien se aleja de Dios y protección para quien, por el contrario, le busca verdaderamente. En ambos casos es un instrumento en manos de Dios.

Ya en el Nuevo Testamento, San Miguel arcángel aparece en la carta de Judas. En esta se trata acerca de la purificación de la Iglesia, un tema de actualidad. En Judas 1,11 se mencionan tres tipos de conductas desviadas:

* los que “se han ido por el camino de Caín”
* los que “por un salario se han abandonado al descarrío de Balaam”
* los que “han perecido en la rebelión de Coré”

El camino de Caín es el de desentenderse del hermano débil. El descarrío de Balaam es tratado en Números 31,16, y parece ser el mismo mal de Salomón. Mediante las relaciones con “mujeres extranjeras” entra la idolatría en el pueblo de Dios. Esto es revelador a la luz de la nueva antropología feminista que tantas veces confronta la enseñanza de la Iglesia, y también hace referencia al proceder de Salomón (incluyendo el oro percibido, 666 talentos). El propio nombre de Balaam parece hacer referencia a alguien que no es del propio pueblo, y dada su condición de profeta, a alguien que trae doctrinas extrañas. La rebelión de Coré es tratada en Números 16, un movimiento popular que protesta contra la autoridad de Moisés y Aarón con el argumento de la relación directa de cada individuo con Dios. De nuevo un tema de actualidad. Se podría argumentar que tras Cristo se han producido muchos desarrollos en el plan redentor de Dios, pero se nos advierte contra estas cosas en el Nuevo Testamento, y en cualquier caso el juicio ante la disputa corresponde a Dios.

Judas 1,3 llama al combate en defensa de la fe y da instrucciones para ello. Con respecto a la dimensión horizontal, la de la relación entre criaturas, las instrucciones son tres:

* A unos, a los que vacilan, tratad de convencerlos;
* a otros, tratad de salvarlos arrancándolos del fuego;
* y a otros mostradles misericordia con cautela, odiando incluso la túnica manchada por su carne.

Para esto hay que edificarse sobre la “santísima fe”, “orando en el Espíritu Santo”, manteniéndose “en la caridad de Dios, aguardando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna”.

Con respecto a la dimensión vertical, la que vincula al ser humano ya sea con el Cielo o con el infierno, se nos señala precisamente al arcángel Miguel como ejemplo. La serpiente entra a través de la dimensión horizontal y pugna por abatir nuestro rostro (Génesis 4,6) volviéndolo hacia el infierno. Es decir, intenta conseguir que caigamos en pecado y por temor nos escondamos de Dios entre las tinieblas (Génesis 3,10). La carta de Judas nos muestra cómo lucha San Miguel contra el maligno: sencillamente no entra en su juego. No es una lucha horizontal donde una criatura mide sus fuerzas contra otra. San Miguel divide claramente lo que es de Dios de lo que compete a la criatura. La tentación es siempre que la criatura pretenda convertirse en un “dios”, violentando de este modo la correcta relación con el Dios único. El modo de convertirse en dios es decidir qué es bueno y qué es malo de manera divergente a la voluntad de Dios. Una vez consigue la serpiente que llamemos bien al mal o mal al bien, ha conseguido su propósito de alterar nuestra percepción (Génesis 3,6), abatir nuestro rostro, llevándonos a una incorrecta caracterización de Dios. Se desmorona la relación con Él porque se transforma al Dios vivo en un idolo muerto. Aunque esto ocurra solamente de manera parcial ya se ha entregado una porción de los propios dones al gobierno del maligno, porque en la medida en que llamemos dios a algo que no lo es estamos llamando dios a aquel que pretende (inútilmente) serlo.

Eva entra en el juego de la serpiente al responder a su pregunta maliciosa, y cae asi en la trampa. Sus fuerzas no alcanzan para superar la astucia de la serpiente. Como nos enseña Judas 1,9, San Miguel defiende a Moisés negando que el juicio sobre su persona corresponda a criatura alguna (substrayendolo asi del poder de Satanás). San Miguel no intenta discutir sobre si Moisés ha de ser condenado o no. Se centra sencillamente en que el juicio corresponde a Dios. De este modo se preservaría la dimensión vertical/espiritual, nuestra relación con Dios. Dios seguiría siendo Dios sobre nosotros, nada de nosotros estaría bajo el poder del diablo. Al no entrar en el juego del mal, el fuego del infierno no encuentra nada que devorar. La zarza entre las llamas no se consume porque todo lo que hay en ella es de Dios. La segunda carta de Pedro, con fragmentos paralelos a esta carta de Judas, no menciona explícitamente a San Miguel pero sí presenta el mismo proceder (2Pe 2,10-11) de los ángeles fieles a Dios.

Zacarías 3,1-5, aborda también este tema, igualmente en un contexto de purificación. El ángel desarma la acusación de Satanás recuperando para Dios el papel de juez, y tras esto purifica a Josué cambiando sus vestiduras sucias por unas limpias. Este cambio de vestidura ya lo vemos en la escena del juicio de Génesis 3: Adán y Eva se vistieron de tinieblas para ocultar su desnudez, y Dios, tras condenar a la serpiente, les proporciona una vestidura nueva. En Zacarías el plan de redención de la humanidad está más avanzada y además de la ropa limpia se proporciona una tiara para gobernar bajo las condiciones estipuladas seguidamente.

El avance definitivo se ve en el combate de Jesús contra el diablo en el desierto. Ya no se trata simplemente de preservar la dimensión vertical en cada individuo, o de gobernar lo propio como en Zacarías. sino que mediante su Hijo encarnado Dios entra en el combate horizontal para arrebatar al ser humano del dominio del mal. Ya no es una posición meramente defensiva sino una salida para conquistar. Esto por supuesto compete al Espíritu Santo, está fuera del alcance del ser humano. Esta reflexión se centra en lo que sí podemos hacer con nuestra libertad y nuestras fuerzas, que es reconocer cuándo el combate nos supera y refugiarnos en Dios. Tomar la espada de San Miguel.

Aun manteniendo la esperanza de que el cambio en que estamos inmersos sea gradual y poco traumático, en vista de los acontecimientos de estos primeros días de Octubre pienso que es posible que hayamos entrado de lleno en una etapa de combate espiritual. Desconozco qué consecuencias materiales podría tener, pero sí pienso que tras la tribulación amanecerá un mundo renovado. Ya no hay vuelta atrás, no vamos a volver a “la vieja normalidad”. Se ha presentado ante el juicio de Dios la cosecha de esta época de claroscuros, y queda esperar el veredicto. San Miguel, a la cabeza del ejército celestial, entra en juego para defender a la Iglesia (aunque solo fuera un pequeño resto fiel). Si Apocalipsis 12,7-17 es un modelo, el dragón, tras ser derribado, desata una persecución material sobre los miembros de la Iglesia (todo esto ya está contenido en la condena a la serpiente de Génesis 3,14-15). Tanto la carta de Judas como Apocalipsis 12,13-16 nos muestra el camino para vencer al maligno: permanecer bajo el amparo de Dios. Pienso que también se nos advierte (simbólicamente) en este sentido en las diversas profecías sobre los tres días de oscuridad: mantener las puertas y ventanas cerradas sin hacer caso de las artimañas que use la serpiente para intentar entrar. Génesis 4,7 nos advierte de esto de manera genérica, el rechazo al pecado. En este texto se reflexiona sobre lo particular de una etapa de purificación, que involucra la justicia divina y por tanto cuestiona especialmente el juicio humano.

Las tentaciones son muchas, pero pienso que en general en el actual signo de los tiempos se hace hincapié en el juicio personal abierto a doctrinas extrañas y la falta de misericordia para con el hermano, en la confianza puesta en el número (dimensión horizontal) en demérito de Dios, en la perspectiva exclusivamente materialista (junto al ídolo del dinero como solución primera para los problemas) y finalmente se presenta la rebelión como medio legítimo para alcanzar un bien deseado (combatiendo el fuego con más fuego, blanqueando el camino seguido por los ángeles caídos). Es decir, todo lo que ya indica la carta de Judas.

El cine (y ahora las series de tv) combina la facilidad para transmitir un mensaje masivamente con la intención literaria. Supera la pretensión de objetividad de la prensa o la radio, y el relativo elitismo propio de las novelas (que difícilmente han llegado a las masas por una razón u otra). Ha sido empleado ampliamente para difundir una nueva mitología que llegados a este punto facilita la acción del mal por estar ampliamente representada en el imaginario colectivo de la humanidad. La tentación puede llegar a ser sutil, pero el camino es sencillo: pedir discernimiento a Dios y ayuda en cuanto se detecte algún peligro. El refugio es el inmaculado corazón de María, que en todo busca la voluntad de Dios. Tenemos también el Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia, los sacramentos y la adoración eucarística mientras estén disponibles, y la penitencia (por ejemplo mediante el ayuno) tantas veces reclamada por la Virgen. Y por supuesto resulta conveniente alejarse de los contenidos audiovisuales (en estos últimos años ya abiertamente satánicos en demasiadas ocasiones) por ser un vector constante de ataque.
 
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Malamute

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Buen apunte.
Y si, estamos inmersos en plena batalla espiritual. Pero no ha empezado ahora. Empezó el siglo pasado, acentuándose a partir del CVII, y ha supuesto una debacle de la Fe en el largo plazo. Lo avisó SJPII, cuando era Cardenal, en Filadelfia en la década de los 70: "...la lucha entre el Bien y el mal, el Evangelio y el antievangelio, entre el Cristo y el anticristo...". Pero esa batalla espiritual se libra por las almas, luego nos afecta a todos, y por eso afecta a la vida real, a todos y cada uno de nosotros; y más intensamente, si cabe, a los que más cerca están de Dios.
Esta batalla finaliza con el triunfo de la Stma.Virgen, madre de todos los hombres, como gracia concedida por Dios a la criatura más excelsa.
Hemos llegado a una degradación moral tan grande que pienso que estamos a un "tris" de una intervención divina.
 

Mateo77

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Y si, estamos inmersos en plena batalla espiritual. Pero no ha empezado ahora. Empezó el siglo pasado, acentuándose a partir del CVII, y ha supuesto una debacle de la Fe en el largo plazo. Lo avisó SJPII, cuando era Cardenal, en Filadelfia en la década de los 70: "...la lucha entre el Bien y el mal, el Evangelio y el antievangelio, entre el Cristo y el anticristo...". Pero esa batalla espiritual se libra por las almas, luego nos afecta a todos, y por eso afecta a la vida real, a todos y cada uno de nosotros; y más intensamente, si cabe, a los que más cerca están de Dios.
Esta batalla finaliza con el triunfo de la Stma.Virgen, madre de todos los hombres, como gracia concedida por Dios a la criatura más excelsa.
Hemos llegado a una degradación moral tan grande que pienso que estamos a un "tris" de una intervención divina.
Esa batalla espiritual es la que se ha ido produciendo durante el proceso de infiltración de la Iglesia, y estoy de acuerdo en que lleva ya mucho tiempo en curso (aunque solo consideremos la presente forma de ataque). Me refiero en el primer post a que pienso que ahora entramos en la etapa de la justicia de Dios.
 

El Ariki Mau

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Así es en el sedegarajismo

La rebelión de Coré es tratada en Números 16, un movimiento popular que protesta contra la autoridad de Moisés y Aarón con el argumento de la relación directa de cada individuo con Dios. De nuevo un tema de actualidad.
 
  • Zanx
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El Ariki Mau

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A Moisés también lo acusaban falsamente los que perecieron en la rebelión de corè

La rebelión de Coré es tratada en Números 16, un movimiento popular que protesta contra la autoridad de Moisés y Aarón con el argumento de la relación directa de cada individuo con Dios.

Ante el Papado no existe relación horizontal, @Mateo77 , es autoridad
 

El Ariki Mau

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Pero es que tú no tienes que juzgar la Catedra de Pedro, y después de juzgarlo darle el visto bueno de que en efecto no ha fallado. Tu crees tener conciencia como los Corenitas:

—¡Basta ya de privilegios! Todo el pueblo ha sido consagrado por Dios, y el Señor está con todos nosotros.

Pero igual que los Corenitas, tu no eres quien para juzgar la catedra de Aron, designada por Dios.

Realmente Aarón no es nadie para que hablen mal de él, es contra el Señor contra quien tú y tus compañeros se han rebelado.

 

Mateo77

Laico católico
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Ante la inminencia de la purificación de Sodoma y Gomorra Abraham intercede por los seres humanos. El arcángel Miguel se encarga de derribar al dragón cuando se alza hasta los Cielos. Abraham intenta que la purificación solamente sea espiritual y no afecte a la carne y la sangre. San Pablo también advierte de esto en Efesios 6: nuestra lucha no es contra otros seres humanos. En Juan 8 se reprende duramente a los fariseos por no hacer las obras de Abraham sino por el contrario procurar la muerte de Jesús. Una vez Sodoma y Gomorra fueran liberadas del poder del maligno, y todo mal espíritu desterrado de ellas serían ciudades normales habitadas por personas normales. El juicio corresponde a Dios.
La tensión que surge de la desigualdad dispuesta por Dios entre criaturas de otra manera iguales (como vemos en la confrontación de Coré con Moisés y Aarón) procede de la intoxicación del mal que actúa en toda relación horizontal para así intentar alterar la dimensión vertical que relaciona a cada criatura con Dios. El mal intenta trasladar el combate a su terreno: que la purificación se produzca en la carne y la sangre del hermano contaminando así el espíritu humano que se erige en juez del bien y del mal.
 

Mateo77

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Que Dios nos reprenda desde su misericordia

En la carta de Judas leemos "El mismo arcángel Miguel, cuando luchaba con el malo disputándole el cuerpo de Moisés, no se atrevió a echarle una maldición, sino que dijo: Que el Señor te reprenda". Esta última frase también se traduce como "que el Señor te reprima" o "que el Señor te castigue". Si pensamos en el efecto que produce en el malo podemos imaginar cómo este es apartado violentamente de Moisés con el poder irresistible de Dios. Sin embargo, ¿qué efecto produce en Moisés esta petición del arcángel?

Esta reprensión de Dios es misericordia, supone la purificación, la restauración del orden perdido. Dios no nos corrije con ira, para saciar una supuesta necesidad de venganza. Dios, como un Padre que nos ama, nos acoge y nos sostiene durante todo el proceso de purificación. Pienso que todo el Salmo 118 se puede leer bajo esta clave, pero en particular los versículos del 17 al 19:

No, no moriré, seguiré viviendo para contar las obras del Señor; el Señor me ha castigado duramente pero no ha permitido que muera. Abridme las puertas de la justicia, que voy a entrar a dar gracias al Señor.​

Adán y Eva tras pecar se escondieron entre las sombras. Por miedo al castigo de Dios se refugiaron en la atadura de la muerte. ¿Qué habría ocurrido si ambos hubieran reconocido a Dios como Padre y se hubieran acercado a Él arrepentidos? Dios no castiga con la muerte sino que concede la gracia de la restauración a quien confiadamente se acoge a Él.

El proceso de purificación nos podrá parecer largo y doloroso igual que el convaleciente desea librarse cuanto antes de los cuidados y medicinas necesarios para su curación. Sin embargo, por muy doloroso que resulte acercarse de nuevo a la luz, permanecer ocultos en las tinieblas siempre es una opción peor. El dolor proviene de la lejanía de Dios aunque pueda estar (parcialmente, momentaneamente) sepultado bajo el peso de la costumbre, amortiguado por nuestros dones en descomposición, hasta que llega a aflorar plenamente sin posibilidad de ser contenido. Y por el contrario, el proceso de sanación puede poner de manifiesto el dolor oculto, al menos en las primeras etapas. No hay que achacar el dolor al que nos sana.

Adán, desde las tinieblas, encarnó al acusador de la humanidad. En la creación de Eva, Adán había recibido profecía, sacerdocio y realeza (este es un tema que espero desarrollar en otro momento), y refugiándose en las tinieblas acusó a Dios y a Eva profanando sus tres dones. Y desde entonces esta es la triste condición de las instituciones humanas alejadas de Dios: la carne se vuelve contra la carne y la sangre contra la sangre, destruyendo el vínculo fraterno.

Si, que Dios nos reprenda, porque su castigo no será nuestra muerte sino que nos restaurará, mientras que el gobierno de la criatura nos arrastra más y más hacia el infierno. ¿Quién no defiende alguna idea que nos aparta de Dios, consciente o inconscientemente, en este mundo impregnado por las ideas de la Revolución? ¿Quién no obra en su propio beneficio a costa del prójimo siguiendo una legalidad injusta? La marca en la frente y en la mano.
Mi propio camino de conversión es testimonio de que es cierto que Dios protege nuestra vida durante la prueba. He tenido que afrontar muchas cosas dolorosas, he tenido que cambiar mucho y ha durado mucho tiempo. Esto indica que partía desde un lugar muy remoto dentro de las tinieblas. Y sin embargo, pese a todo, y sin que pueda achacarlo a mis fuerzas, aquí estoy, por gracia de Dios que no me ha dejado caer. Por el contrario, nada he perdido que realmente tuviera, y he ganado mucho de lo que carecía.

Salmo 117
¡Aleluya! Alabad al Señor, todos los pueblos, aclamadlo, todas las naciones, pues su amor por nosotros es muy grande y su lealtad dura por siempre.​

Hay diversas fuentes que anuncian una próxima intervención divina, el "Aviso", una iluminación de las conciencias donde cada persona podrá conocer la dimensión de su propio pecado. Esto bien podría ser una nueva gracia del Cielo para encaminar hacia la luz a quienes estén dispuestos a emprender el camino de regreso al hogar. En cualquier caso, sea un evento global o gracia dada a quien esté bien dispuesto a recibirla, el camino está señalado.

Y por este camino, para atemperar la dureza de la Justicia tenemos el alimento celestial de Cristo-Eucaristía y de Cristo-Palabra de Dios, tenemos la dulzura maternal de la Virgen que intercede por nosotros y la custodia firme de San José que nos protege en Cristo.
 
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algemeine

Madmaxista
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Lo de siempre bien vs. mal. Apolo vs. prometeo, los de la provincia traidora a Roma no inventaron nada nuevo.