Los hombres tenemos un fulgor interno que nos impulsa a violar, y es así y no se puede hacer nada. Pero la naturaleza es sabia, y; para contrarrestar este fenómeno, dentro de cada colectivo de personas nacen mujeres "Krako"; como ella, q cumplen la función de "enfriadoras" de esa pulsión. Y esto es así; aquí, en Laponia o Senegal. El problema es cuando se rompe el equilibrio y aparecen especímenes de otras regiones que aún no han estado en contacto con dichas mujeres "Krako"; y no pueden controlar ese instinto primario, por nuestra culpa. Se evita poner nombres en periódicos, para no estigmatizarlos aún más.