Pues perfectamente, es igual que los deportistas multimillonarios que en pocos años están arruinados. Es la locura de nuevo rico con cerebro de pobre. Viven a derroche continuo creyendo que nunca les va a faltar porque ganan muchísimo y les da la impresión de que es imposible que se les acabe. Mira las Campos, viviendo en mansiones, tríplex de lujo, fiestazas que ni los Grimaldi, coches de alta gama... y luego viene la ostra. Y como tantos ganadores de lotería que se van al guano y acaban más pobres de lo que eran cuando les tocó el premio. Este tío a saber la vidorra que se habrá pegado, las inversiones chorra que habrá hecho, pero es muy fácil que se haya pasado una pila de años cobrando millones y que ahora se vea apretado. Pocas cosas más fáciles se me ocurren, de hecho.