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Agnos
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Jiménez Losantos, denunciado en la Fiscalía General del Estado
http://www.royo-villanova.net/archivo/2005/10/jimenez_losanto_2.html
Esta mañana he cursado una visita a la Fiscalía General del Estado, en cuyo
Registro General he tenido el gusto de presentar un escrito dirigido a don
Cándido Conde-Pumpido, escrito que pueden leer a continuación, y del que
tengo intención de enviar copia hoy mismo a la Casa Real y a la Conferencia
Espiscopal Española.
Quienes lo deseen pueden presentar una denuncia similar. Pueden utilizar mi
escrito (formato doc), y corregirlo a voluntad, o elaborar uno nuevo y
dirigirlo, junto con copia del artículo (formato PFD) denunciado, en el
registro de la fiscalía de la provincia correspondiente o, si es en Madrid,
ante el Registro General de la Fiscalía General del Estado. Aquí se pueden
consultar la ubicación del ministerio fiscal en cada provincia.
Muy señor mío:
Los meses que han transcurrido desde que comenzó la presente legislatura se
han caracterizado por el intento de ciertos sectores políticos, sociales,
económicos y religiosos de crispar la política española. Esta situación ha
alcanzado en los últimos meses cotas de auténtico paroxismo.
Como usted a buen seguro sabrá, Federico Jiménez Losantos dirige y presenta
cada mañana un programa en la cadena de emisoras de radio que es propiedad
de la Conferencia Episcopal, la COPE, que es el epicentro de un auténtico
terremoto antidemocrático y ultraconservador que pretende desestabilizar al
actual Gobierno de la Nación.
Durante meses hemos tenido que soportar que las emisoras de los obispos,
sufragadas en buena parte con fondos públicos procedentes del Concordato,
emitan cada mañana todo tipo de insultos e improperios, así como permanentes
insinuaciones de implicaciones de agentes de policía y de la Guardia Civil
en los terribles atentados del 11-M, y del propio Partido Socialista Obrero
Español, en el que no milito y al que no he votado nunca.
Sin embargo, todos hemos podido comprobar -en mi caso con sorpresa renovada
cada mañana- que ni el Ministerio del Interior, ni el propio Partido
Socialista, ni la Fiscalía General del Estado han actuado jamás para
perseguir los presuntos delitos de injurias que pudiera estar cometiendo
este señor, a pesar de que algunos de ellos podrían ser de carácter público
y perseguibles de oficio.
Sin embargo, hasta ayer, 3 de octubre de 2005, no había escrito nada tan
claramente delictivo, desde mi punto de vista, como el artículo titulado "El
nuevo golpe de estado PSOE-ERC" que con mucho gusto adjunto al presente
escrito. En dicho artículo, publicado en Libertad Digital, el señor Jiménez
Losantos asegura que "este Golpe de Estado cuenta también, como el de
entonces, con el respaldo del Rey, al que los socialistas echaron luego la
culpa de la implantación de un régimen dictatorial del que ellos mismos se
apresuraron a formar parte", y más adelante dice que "este Golpe de Estado,
insistimos, no es el primero perpetrado por el PSOE y ERC. No es tampoco el
primero amparado por un Rey de España. Pero puede ser el último y
definitivo. Depende de esa nación a traición disuelta. O, al menos, de esa
media nación que, como en 1934, 1936 y 1976, no se resigna a morir". Otras
personas de relevancia social y política, como el coordinador de Ezker
Batua, Javier Madrazo, han sido procesadas por realizar insinuaciones mucho
menos claras y, mejor amparadas en la libertad de expresión que las que
acaba usted de leer. Y es que, si no me equivoco, el señor Jiménez Losantos
está acusando a dos partidos políticos con amplia representación
parlamentaria y presentes, directa o indirectamente, en los gobiernos
catalán y español de perpetrar un golpe de estado, y, lo que es mucho más
grave, está acusando al Rey de respaldar tal golpe de estado.
Creo que el señor Jiménez Losantos está contraviniendo el Código Penal, que
en su artículo 490.3 establece que "el que calumniare o injuriare al Rey o a
cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la Reina consorte o al
consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al
Príncipe heredero de la Corona, en el ejercicio de sus funciones o con
motivo u ocasión de éstas, será castigado con la pena de prisión de seis
meses a dos años si la calumnia o injuria fueran graves, y con la de multa
de seis a doce meses si no lo son", o bien el 491.1, que establece que "las
calumnias e injurias contra cualquiera de las personas mencionadas en el
artículo anterior, y fuera de los supuestos previstos en el mismo, serán
castigadas con la pena de multa de cuatro a veinte meses", a lo cual hay que
añadir el agravante de haber actuado por escrito y con publicidad.
Creo que no es bueno para la convivencia democrática que actitudes -en
ningún caso amparadas por la libertad de expresión- como la del señor
Jiménez Losantos queden impunes. Cada mañana, cada día, se crece un poquito
más y nadie hace nada. Por eso, me dirijo a usted para solicitarle que, en
su calidad de Fiscal General del Estado, tome las medidas adecuadas para
averiguar si estos hechos son constitutivos de delito y actúe en
consecuencia.
Sin otro particular y rogándole que disculpe las molestias que este escrito
le pueda causar, le envía un cordial saludo
Ricardo J. Royo-Villanova y Martín
http://www.royo-villanova.net/archivo/2005/10/jimenez_losanto_2.html
Esta mañana he cursado una visita a la Fiscalía General del Estado, en cuyo
Registro General he tenido el gusto de presentar un escrito dirigido a don
Cándido Conde-Pumpido, escrito que pueden leer a continuación, y del que
tengo intención de enviar copia hoy mismo a la Casa Real y a la Conferencia
Espiscopal Española.
Quienes lo deseen pueden presentar una denuncia similar. Pueden utilizar mi
escrito (formato doc), y corregirlo a voluntad, o elaborar uno nuevo y
dirigirlo, junto con copia del artículo (formato PFD) denunciado, en el
registro de la fiscalía de la provincia correspondiente o, si es en Madrid,
ante el Registro General de la Fiscalía General del Estado. Aquí se pueden
consultar la ubicación del ministerio fiscal en cada provincia.
Muy señor mío:
Los meses que han transcurrido desde que comenzó la presente legislatura se
han caracterizado por el intento de ciertos sectores políticos, sociales,
económicos y religiosos de crispar la política española. Esta situación ha
alcanzado en los últimos meses cotas de auténtico paroxismo.
Como usted a buen seguro sabrá, Federico Jiménez Losantos dirige y presenta
cada mañana un programa en la cadena de emisoras de radio que es propiedad
de la Conferencia Episcopal, la COPE, que es el epicentro de un auténtico
terremoto antidemocrático y ultraconservador que pretende desestabilizar al
actual Gobierno de la Nación.
Durante meses hemos tenido que soportar que las emisoras de los obispos,
sufragadas en buena parte con fondos públicos procedentes del Concordato,
emitan cada mañana todo tipo de insultos e improperios, así como permanentes
insinuaciones de implicaciones de agentes de policía y de la Guardia Civil
en los terribles atentados del 11-M, y del propio Partido Socialista Obrero
Español, en el que no milito y al que no he votado nunca.
Sin embargo, todos hemos podido comprobar -en mi caso con sorpresa renovada
cada mañana- que ni el Ministerio del Interior, ni el propio Partido
Socialista, ni la Fiscalía General del Estado han actuado jamás para
perseguir los presuntos delitos de injurias que pudiera estar cometiendo
este señor, a pesar de que algunos de ellos podrían ser de carácter público
y perseguibles de oficio.
Sin embargo, hasta ayer, 3 de octubre de 2005, no había escrito nada tan
claramente delictivo, desde mi punto de vista, como el artículo titulado "El
nuevo golpe de estado PSOE-ERC" que con mucho gusto adjunto al presente
escrito. En dicho artículo, publicado en Libertad Digital, el señor Jiménez
Losantos asegura que "este Golpe de Estado cuenta también, como el de
entonces, con el respaldo del Rey, al que los socialistas echaron luego la
culpa de la implantación de un régimen dictatorial del que ellos mismos se
apresuraron a formar parte", y más adelante dice que "este Golpe de Estado,
insistimos, no es el primero perpetrado por el PSOE y ERC. No es tampoco el
primero amparado por un Rey de España. Pero puede ser el último y
definitivo. Depende de esa nación a traición disuelta. O, al menos, de esa
media nación que, como en 1934, 1936 y 1976, no se resigna a morir". Otras
personas de relevancia social y política, como el coordinador de Ezker
Batua, Javier Madrazo, han sido procesadas por realizar insinuaciones mucho
menos claras y, mejor amparadas en la libertad de expresión que las que
acaba usted de leer. Y es que, si no me equivoco, el señor Jiménez Losantos
está acusando a dos partidos políticos con amplia representación
parlamentaria y presentes, directa o indirectamente, en los gobiernos
catalán y español de perpetrar un golpe de estado, y, lo que es mucho más
grave, está acusando al Rey de respaldar tal golpe de estado.
Creo que el señor Jiménez Losantos está contraviniendo el Código Penal, que
en su artículo 490.3 establece que "el que calumniare o injuriare al Rey o a
cualquiera de sus ascendientes o descendientes, a la Reina consorte o al
consorte de la Reina, al Regente o a algún miembro de la Regencia, o al
Príncipe heredero de la Corona, en el ejercicio de sus funciones o con
motivo u ocasión de éstas, será castigado con la pena de prisión de seis
meses a dos años si la calumnia o injuria fueran graves, y con la de multa
de seis a doce meses si no lo son", o bien el 491.1, que establece que "las
calumnias e injurias contra cualquiera de las personas mencionadas en el
artículo anterior, y fuera de los supuestos previstos en el mismo, serán
castigadas con la pena de multa de cuatro a veinte meses", a lo cual hay que
añadir el agravante de haber actuado por escrito y con publicidad.
Creo que no es bueno para la convivencia democrática que actitudes -en
ningún caso amparadas por la libertad de expresión- como la del señor
Jiménez Losantos queden impunes. Cada mañana, cada día, se crece un poquito
más y nadie hace nada. Por eso, me dirijo a usted para solicitarle que, en
su calidad de Fiscal General del Estado, tome las medidas adecuadas para
averiguar si estos hechos son constitutivos de delito y actúe en
consecuencia.
Sin otro particular y rogándole que disculpe las molestias que este escrito
le pueda causar, le envía un cordial saludo
Ricardo J. Royo-Villanova y Martín