Un iluso que, a la vista está, no sabía hacer la O con un canuto y se encontró una economía boyante, con oportunidades, trabajo estable y bien pagado y pisos muy baratos. Compara eso que se encontró él con la tragaperras inmobiliaria a la que nos enfrentamos nosotros, en su versión compra y en su versión alquiler; teniendo además el mercado laboral por los suelos. Un simple más al que se le da voz en los medios de desinformación y adoctrinamiento de masas.