Aunque Esteban sea buen orador y esta intervención, en principio, tenga cierta coherencia y lógica, soslaya hábilmente algunos conceptos para darse la razón y que los cuatro badulaques de izqmierda aplaudan como focas.
1. Al Rey se le puede criticar, pero lo que no tiene sentido es que se le insulte desde el congreso de autoritario y fascista por dar un discurso que le marca el gobierno de turno, y que además entró dentro de sus únicas obligaciones constitucionales, las cuales son: "El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes" y "El Rey, al ser proclamado ante las Cortes Generales, prestará juramento de desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas". Luego, su discurso como garante de la contitución, de la unidad y permanencia del país tuvo sentido. Aquí falla Esteban.
2. El Rey no puede elegir a quien le da la gana para la investidura, pues entonces sí que estaría extralimitándose en sus funciones. El Rey propone al candidato del partido ganador de las elecciones, y si este no acepta, como con rajoy en 2015, propone al segundo, y así sucesivamente si es que hay posibilidad de que alguno logre un acuerdo. La propuesta del Rey es una simple formalidad institucional. Aunque el Rey no propusiera a un candidato, pero este fuera el único con una mayoría para ser investido, saldría propuesto igualmente más tarde. Por lo tanto, este punto es descaradamente falso y hasta un niño pequeño lo ve y lo sabe. Vuelve a fallar Esteban.
3. El Rey propuso a Pedro Sánchez antes de que este presentara su acuerdo con ERC y con Bildu, los cuales son las dos grandes anomalías del futuro Gobierno y que abogan claramente por la ruptura del Estado y de la Constitución. Vuelve a mentir Esteban.
4. Los partidos de derechas no han apelado al Rey (no he escuchado a nadie que haya dicho que el Rey tuviera que hacer algo) porque sí ni para ponerlo en contra del Gobierno, sino que es evidente que se está formando un Gobierno con exigencias de terceros partidos en contra de la Constitución vigente y la unidad del país, y, como ya he mencionado antes, la obligación del Rey es guardarla; y más si cabe cuando "supuestamente" hay una amplia mayoría constitucional y monárquica. Vuelve a fallar aquí Esteban.
5. El Rey debe ser neutral políticamente, sí, pero en este supuesto caso (que no sé quién ha dicho algo que tenga que hacer el Rey) manteniendo la constitución. Por lo tanto, supuestamente el Rey es neutral "a medias". Vuelve a fallar Esteban.
5. Último y más importante, y aquí es donde está el problema: ¿Qué pasa si el Rey debe guardar la Constitución y el Gobierno de turno se la salta o no la cumple a rajatabla a causa de acuerdos sospechosos? ¿Tiene algún significado real el que el Rey deba guardar la Constitución? ¿Hay jerarquía jurídica o no? Si el gobierno acuerda políticamente un referéndum de independencia con Cataluña pasándose por el forro la constitución, como puede pasar, ¿qué prevalece, la constitución vigente o el gobierno de turno? ¿Tiene algo que decir el Rey? Pues mira, ni tienen idea ellos ni yo, ni el constitucional, ni nadie. Se hará lo que le salga de los narices al iluminado del momento, visto que la ley, al contrario de lo que siempre nos han dicho (que es inequívoca, que es igual para todos y que todos debemos cumplirla), es infinitamente maleable según quien la maneje y según quien sea el sujeto. O como suele ocurrir en la mayoría de estos casos, puede ser que se haga lo que diga quien tenga el favor de las fuerzas armadas: ¿El Rey o el Gobierno? Quién sabe...