De hecho lo es, hoy en día no te escapas sin que te echen el sermón, lo tienes en las películas, en las series, en la publicidad, en el discurso político, en las entrevistas, en los reportajes en prensa, radio y televisión...
Vivimos la época de mayor fundamentalismo religioso de la historia, y no solo eso, la religión dominante (lo pogre) está totalmente incrustada en el poder político y en el gobierno.