Lo que puedo decir de mi experiencia, a principios, mediados de los 90 es que era un puñetero desastre:
Los más serios, los que nos daban asignaturas de ciencias, también eran las asignaturas en que podías coger un libro que no fuese el que hubieran publicado ellos, y practicar y empollar.
El resto, un puñetero desastre: Dejadez, desidia, algunos llegaban y daban temas random del temario, muchos te obligaban a comprar su manual, asignaturas sin chicha ni limoná, las convertían en una asignatura hueso porque querían que ciertas operaciones se hicieran de una forma concreta, tediosa, enrevesada, e inexplicablemente ineficiente (No les valía que les dieras la solución exacta, tenías que hacerlo a su manera), si en una revisión de examen les contradijeras, estabas en la lista negra... Eran funcionarios arrogantes apesebrados, sin vocación educativa alguna, indisciplinados, y que gustaban de que se les bailasen las aguas.
Poco después comenzó la masificación universitaria, se bajó el nivel del bachillerato, se cambiaron los planes de estudio, etc.
Vamos, que se juntaron profesores de hez, con alumnos que no habían pasado por la criba que significaba el antiguo bachiller.