Impresiones personales.
Pues sabor agridulce.
La gente salió a la calle y la huelga fue secundada de manera muy activa en las fábricas (en mi empresa al 75% más o menos), en el metal según las cifras oficiales se llegó a más del 90%, pero no en los comercios. La mayoría de las tiendas y bares estaban abiertos, y conforme ibas avanzando hacia el centro sí que veías algunos cerrados, pero no demasiados.
A pesar de lo que se pueda deducir del video, las manifestaciones fueron muy muy tranquilas, y multitudinarias. Había zonas que estaban más pobladas que en San Fermín.
Había gente de todo pelaje, jóvenes, mayores, adolescentes, prejubilados, familias con niños, carritos... Hasta ví un viajero (sólo uno).
Una de las cosas buenas es que la gente se organizó a pesar de los sindicatos, como la marcha popular, y se quisieron diferenciar claramente de CCOO y UGT haciendo recorridos alternativos, el tirón aquí de LAB y ELA es fuerte. Cuando el dirigente de CCOO subió a dar su arenga en la plaza del castillo, no pudo aguantar ni 5 segundos de los pitidos que le soltó la gente.
Los bancos fueron los que sufrieron la mayor parte de las pintadas y destrozos, en los comercios fue menor en proporción.
Como cosas negativas...
Pues la presencia de niños en las manifestaciones. Personalmente no considero que una manifestación sea un sitio donde se pueda ir con un carrito de bebé y un niño de corta edad. Por una parte me alegro que desde pequeños vean cómo está la cosa, pero por otra pienso que un niño debe ser apolítico y no participar en estas cosas hasta que tenga una edad. Se podría ir con ellos, pero en los límites o aledaños, no enmedio de todo el meollo.
Otra cosa que no me gustó fue el mezclar temas en los discursos, que fueron muy políticos. En estos casos, iluso de mí, pensaba que todo se iba a basar en oponerse a la reforma, pero se dejó transmitir muchos mensajes a la vez, algunos de los cuales no tenían cabida en ese momento (siempre según mi opinión). Los 5 minutos que se habló de la reforma se vio sobrepasado sobremanera con otros sobre la independentzia, la lengua, el feminismo, el TAV... Considero que no era ni el lugar ni el momento.
La policía se plantó en puntos clave del gobierno y ayuntamiento... pero también alrededor del corte inglés. Se notaba dónde estaba lo que importaba, aunque era un blanco fácil al que ya se atacó en la pasada huelga.
Comentando los destrozos, la tienda de pullandbear de Carlos III veo que fue la que se llevó la peor parte, igual que la fachada y cristalería de muchos bancos y el mobiliario urbano.
Pero estamos en lo de siempre. La rabia no va dirigida en la dirección adecuada. Si de verdad lo hiciéramos bien, todos unidos y con bemoles se debería entrar en la delegación del gobierno o los ayuntamientos a acojonar. Hasta que los políticos de esta puñetero país no se sientan de verdad amenazados por la sociedad poco vamos a cambiar, por mucho que salgamos a la calle.
Otra cosa que observé es que la gente tenía, no vamos a decir miedo, pero sí un poco de respeto cuando pasaba por zonas donde estaba la policía. Y estoy hablando de gente normal, sin ganas de bronca ni actitudes "sospechosas". Pasaba en algún cruce por donde estaba la policía delimitándola, y la gente se apartaba sensiblemente de la misma. No me gustó un pelo.
Y la gente se lo tomó como si fuera un día festivo. Aprovechó para ir de compras por la tarde, tomándose la cervecita por ahí... Mucha gente no fue a trabajar, pero el día, si no hubiera sido por las manifestaciones podría haber sido un domingo más.
Sabor agridulce, en definitiva.