pepeleches
Será en Octubre
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Lo que ha conseguido el feminista radicalsmo y toda esta tiranía de lo políticamente correcto es que ciertos grupos tengan todo el derecho del mundo a sentirse ofendidos prácticamente por cualquier actitud, con un coro inquisitorial en redes, periódicos y políticos que les acompañan en su indignación.
Siempre encontrarán el matiz o la perspectiva adecuada para poder descartar cualquier actitud por absurda o banal que sea, es como una patente de corso que te permite indignarte porque tienes la razón y punto.
No se trata de como actúe la gente, se trata de que a estas alturas hay gente cuyo objetivo parece ser indignarse un determinado número de veces al día y hacer su coro en las redes sociales para demostrar lo oprimidos que están.
Véase la reportera, que mezcla el acoso real (los rusos que están sin amaestrar), con el hecho de que un español le dijera 'guapa' y lo vendieran como acoso, con la realidad que luego dijo en directo que se metería en la cama con todo el equipo de jovenlandia y (tócate los narices...) le echó la culpa al machismo patriarcal.
Como lo que quieren es poder indignarse, quieren que la raya sea lo más confusa posible. Meten en el mismo saco violaciones, alguien que mira a una chica guapa y que haya menos ingenieras que ingenieros, como si fuera lo mismo, como si todo fuera odioso.
Se sienten poderosas por esta capacidad de poder echar la bronca a los demás por el motivo que les de la gana, es como el mal jefe que solo sabe liderar utilizando el poder que tiene por ser el jefe para tener a los empleados acojonados.
