Un poco de "relato".
Con 33 tuve a mi primera y única hija. En aquella. los libros y revistas sobre la educación de los hijos eran "virales", al punto de que los instintos paternales o los modelos aprendidos eran guano y había que actualizarse. "Diálogo" y más diálogo para no traumatizar a los críos, como si los padres de entonces tuviéramos en la frente algún estigma que delatara nuestros traumas. Todo acabó siendo violencia, sea una bronca, una discusión o un manotazo en pañal. Manotazo no es dar tal golpe que el niño saliera volando contra la pared, sino ese toque que conseguía que un niño cambiara de registro, es decir, como cuando uno le daba un toque al tocadiscos...
Todo era violencia... Así, los niños se criaron a su bola porque en realidad no podían entender razones que era la única arma "legal" a disposición parental. La bola fue creciendo y cuando ya podían entender esas razones, tenían un mundo detrás que les confirmaba que mejor patalear hasta salirse con la suya. Habría padres con carácter y otros con menos carácter, digamos compresivos y amorosos. El resultado es "vuestro hijos están enfermos".
No pondrán en cuestión los "métodos educativos" que prácticamente les han sido impuestos a todos los padres desde hace al menos treinta años. No. Van contra los síntomas, contra los efectos, como si esos niños ahora adolescentes pudieran regresar atrás tratando de comprender las pacientes palabras de sus padres cuando aún eran niños.
La única manera de combatir los efectos de una mentira es llegar tan atrás hacia la verdad como sea posible. Una mentira que quiere ser paliada con otra mentira o con el reparto injusto de las responsabilidades y los dogmas, es un paso hacia el abismo que promete, como todos los pasos que se han dado, una solución definitiva...
La ficción es entretenida cuando se conoce y acepta la verdad, al menos la que tenemos cerca. Cuando la ficción pretende resolver problemas que ella misma ha creado, tiene otro nombre.
EL SÍNDROME DEL EMPERADOR
Esta nueva generación de niños mimados, son la confluencia de dos trastornos sociales-mentales que confluyeron en el tiempo :
- El síndrome del emperador ( hijos únicos que tienen todo lo que quieren y se vuelven unos tiranos con los padres y su entorno )
- el síndrome del nido vacío ( la madre en vez de estar ocupada en su enésimo bebé, trata como bebé a un hombre de 20 años, su hijo único )
Lo más importante que debe aprende un niño , muy por encima de cualquier contenido académico es
- el control emocional
- la concentración
Con esas dos líneas que son bastante fácil de conseguir , el resto viene solo . Es aplicar la psicología cognitivo conductual que es lo mismo para el entrenamiento animal.
REFUERZO POSITIVO
CONSECUENCIA DE TUS ACTOS .
Los padres no deben ser los criados de los hijos ni tampoco sus torturadores y enemigos.
Poniendo unas normas , su incumplimento tendrá consecuencias o multas , entonces es el niño el que se castiga a sí mismo igual que si uno decide pisar el acelerador . NO CULPA AL GUARDIA DE TRÁFICO , SINO A SU CONDUCTA.
a los niños hay que darles herramientas emocionales para salir airoso de situaciones tensas, sin que un pequeño problema se convierta en otro mayor, provocando un enfrentamiento que distanciará a los padres de sus hijos, o al adiestrador del animal. lo mismo que entre parejas, nunca jamás se deben perder el respeto porque luego es muy difícil de recuperar . No se debe humillar , ni amenazar , ni someter al niño ni al animal pues obedecerá por miedo y se creará una relación inestable que acabará estallando.
resumiendo :
SE LLAMA CONDICIONAMIENTO OPERANTE , Y ES UN TRUCO MUY VIEJO QUE SE USA EN ADIESTRAMIENTO ANIMAL
Esta herramienta del
conductismo es uno de los procedimientos más usados en la Psicología actual.
es un método de aprendizaje que se produce mediante la asociación de refuerzos (recompensas) y castigos con un determinado comportamiento o patrón de comportamiento. A través del condicionamiento operante se hace una asociación entre un comportamiento y una consecuencia de ese comportamiento.
utiliza el refuerzo o el castigo para aumentar o disminuir la probabilidad de que una conducta vuelva a ocurrir en el futuro.
la conducta es mucho más fácil de modificar si se manipulan sus consecuencias que si simplemente se asocian estímulos a ésta, como sucede en el condicionamiento clásico.
Niños desobedientes en Supernanny - depsicologia.com