quinci
Madmaxista
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Amigos del foro;
Al hilo de lo comentado sobre el despoblamiento de Castilla-León por una parte, y el afán de construir para su venta VPO por parte de nuestros amantes gobernantes, una historia de las muchas que sin duda existen en nuestro país y que muestra la diligencia de nuestros politicos (de cualquier tonalidad) por solucionar los problemas que nos aquejan.
Una pequeña capital de provincia de Castilla-León, próxima a la capital del reino. Un edificio VPO construido con el dinero de nuestros impuestos en torno a los primeros años '90, al que el crecimiento urbanístico de la ciudad termina situando en una zona muy "golosa". El piso en cuestión, de tres habitaciones, dos cuartos de baño y salón. Las propietarias, dos hermanas solteras y que viven juntas... pero ¡oh sorpresa! no en ese piso sino en Madrid capital. Si señor, con un par. De hecho, el piso lleva alquilado desde que se entregó a las propietarias, a un precio bastante elevado (es un piso grande, bien situado..., etc) y que yo sepa, sin que haya habido mes sin renta. ¿Quién dijo que el ladrillo era una mala inversión? Desde luego, no este ladrillo.
¿Cómo es posible? Primero, porque no existe un control real desde la Junta del destino final de las viviendas VPO. Segundo, porque hasta no hace mucho, no se verificaba que los solicitantes de una vivienda VPO no tuvieran ya otra vivienda en propiedad en otra localidad española. Tercero, porque muchas veces aún teniendo constancia del incumplimiento de las condiciones para acceder a la propiedad de una VPO, la Junta no actúa legalmente contra el beneficiario porque "ese tipo de actos dan muy mala prensa". Y cuarto, porque contra la picaresca del español no hay ley, control ni pena que valga.
Por cierto, el pago del alquiler, en B. ¡Faltaría más!
Un saludo
Al hilo de lo comentado sobre el despoblamiento de Castilla-León por una parte, y el afán de construir para su venta VPO por parte de nuestros amantes gobernantes, una historia de las muchas que sin duda existen en nuestro país y que muestra la diligencia de nuestros politicos (de cualquier tonalidad) por solucionar los problemas que nos aquejan.
Una pequeña capital de provincia de Castilla-León, próxima a la capital del reino. Un edificio VPO construido con el dinero de nuestros impuestos en torno a los primeros años '90, al que el crecimiento urbanístico de la ciudad termina situando en una zona muy "golosa". El piso en cuestión, de tres habitaciones, dos cuartos de baño y salón. Las propietarias, dos hermanas solteras y que viven juntas... pero ¡oh sorpresa! no en ese piso sino en Madrid capital. Si señor, con un par. De hecho, el piso lleva alquilado desde que se entregó a las propietarias, a un precio bastante elevado (es un piso grande, bien situado..., etc) y que yo sepa, sin que haya habido mes sin renta. ¿Quién dijo que el ladrillo era una mala inversión? Desde luego, no este ladrillo.
¿Cómo es posible? Primero, porque no existe un control real desde la Junta del destino final de las viviendas VPO. Segundo, porque hasta no hace mucho, no se verificaba que los solicitantes de una vivienda VPO no tuvieran ya otra vivienda en propiedad en otra localidad española. Tercero, porque muchas veces aún teniendo constancia del incumplimiento de las condiciones para acceder a la propiedad de una VPO, la Junta no actúa legalmente contra el beneficiario porque "ese tipo de actos dan muy mala prensa". Y cuarto, porque contra la picaresca del español no hay ley, control ni pena que valga.
Por cierto, el pago del alquiler, en B. ¡Faltaría más!
Un saludo
