Koeman no sabía ni por donde empezar. Ah sí, poner a los de siempre, jugando a la contra, y a ver si suena la flauta.
El problema es que el equipo no tiene un entrenador que esté dispuesto a llevar a cabo una revolución, un cambio generacional. En el Barça hay mimbres de sobra para tener un equipo competitivo, una mezcla de jóvenes y algunos veteranos con talento (Ter Stegen, Araujo, Eric, Dest, Mingueza, Frenkie, Ansu, Pedri, Dembele, Memphis, Gavi, Demir, Baldé, Nico, Riqui...) que pueden aspirar a ganar cosas incluso este año. Pero sin una dirección correcta, poco se va a poder hacer.