⚡ Hilo oficial del golpe de Estado de Puigdemont vol LII: "Se viene la sentencia"

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Madmaxista
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Bueno, justamente he estado ayer también dando unas vueltas por the tractorian belt y desde ya confirmo tu impresión. Lo que me sorprende es que no lo hubieras visto antes, ya que esto que describes se ha convertido en la rutina desde hace bastante tiempo. Para sus habitantes esto es la normalidad, son incapaces de verse en pesrpectiva a sí mismos; si lo hicieran, tendrían una visión de la verdadera imagen que ofrecen estos pueblos: algo esperpéntico, en donde lo "político" (entrecomillo "político" porque esto escapa al marco de tal denominación) se ha convertido en una obsesión religiosa, absolutamente totalitaria.

Si lo ves como algo folklórico, podrías compararlo a pasear por Alabama o Mississipi en la época del KKK. Ese es exactamente el ambiente que percibes si no eres un abducido. Tiemblo de imaginarme en lo que se ha convertido la vida cotidiana de cualquier no-separata que viva en esas comarcas: lacitos y consignas lazis hasta en las alcantarillas, en donde pongas la vista hay alguna tontería amarilla.
A cualquier sitio que entres (bares, clubes, etc), comprobarás que siempre hay un TV sintonizado en el canal único, como si estuvieras en un país de europa del este hace 40 años; y su programación insiste obsesivamente en el monotema. Sean programas de "humor", periodísticos, informativos o de variedades, no pasarán ni dos minutos a que aparezca alguna referencia a los presus, a la opresión, el juicio, las fuerzas de ocupación o lo que sea, en el caso de que la totalidad del programa no esté referida a ésto por completo.

Es un bombardeo de demolición social, en donde la obsesión tiene que autoreforzarse a cada instante, lo cual no deja de ser una evidencia de la extrema debilidad tanto de la creencia en términos profundos, como de la necesidad de la crispación permanente para que el cuento no se diluya.

Yo, que conozco muy de cerca y con experiencia de primera mano varios países comunistas -o ex-comunistas- en sus respectivas épocas de totalitarismo -y también he vivido regímenes dicatatoriales de signo contrario-, entiendo perfectamente como funcionan los mecanismos de control social típicos de cada uno de estos regímenes, y por lo tanto me resulta muy interesante compararlos y ver cómo van evolucionando para adaptarse a los nuevos tiempos y nuevas tecnologías. Es algo de lo que solemos hablar bastante con mi mujer, porque hace cuarenta años atrás era relativamente fácil aislar a poblaciones a nivel informativo e ideológico: físicamente las fronteras estaban cerradas, podías ejercer una férrea censura sobre la prensa y la media local, y era relativamente fácil interferir las señales extranjeras. Por lo tanto, las únicas fuentes de contrainformación o alternativas eran necesariamente de contrabando, y sólo podían obtenerse ilegalmente y en clandestinidad.

Hoy todo eso ha desaparecido: la información es casi instantánea y casi no hay maneras de aislar a los individuos físicamente. De modo que la ingeniería social pasa casi únicamente por insertar en estos individuos una serie de cortafuegos mentales para que ellos mismos se autoimpidan los mecanismos de información y formación, y se autoaíslen en ecosistemas endogámicos en donde son pastoreados sin el menor sobresalto. No es que éste sea un mecanismo novedoso, ya que nuestra natural tendencia gregaria y nuestras zonas de confort siempre tienden a acomodarnos en los ambientes que percibimos menos disonantes y más protectores; lo que es alarmante es cómo se puede magnificar este mecanismo para que por una parte una tendencia más o menos neutral y revisable se convierta en una guandoca autoasumida, y por la otra el grado de manipulación de la misma permita inclusive invertir cualquier categoría racional y sustituírla por la contraria sin el menor cuestionamiento.

Así las cosas, tenemos que la democracia burguesa es fascismo y el totalitarismo objetivamente fascista de éstos iluminados es democracia; los delincuentes golpistas sometidos a un juicio transparente son presos políticos; los huídos de la justicia son exiliados; la administración de tu propio país es una fuerza de ocupación; tus vecinos son colonos o invasores; el pueblo y la democracia están por encima de las leyes; la supuesta separación de poderes que exiges a los otros no la aceptarías ni en pintura en tus propuestas; el inexistente derecho a decidir que proclamas sería absolutamente prohibido en tu régimen; y tu "socialismo de izquierdas" -que nació con el proletariado como sujeto político y cuyas divisas ideológicas eran el internacionalismo y la lucha de clases-; tiene ahora el funcionariado estatal pequeñoburgués como activo político, y cuyas divisas son la autarquía social y económica, y la negación de la lucha de clases, al punto tal de que tu par es tu enemigo potencial y la alta burguesía tu pastor.
En otras palabras, te pastorean como una oveja, defiendes un nacionalsocialismo de ultraderechas de manual -creo que no hace falta explicar qué otras virtudes tiene tal modelo, que quedaron claras hace 70 años-, al mismo tiempo que te dices un revolucianario de izquierdas, y no hay ni uno solo de estos chavales (y no tanto) que tenga el menor atisbo de plantearse qué hez está haciendo, y qué clase de pescado podrido le están haciendo tragar. Es impresionante, con todos los años que tengo a cuestas y tantas cosas pasadas, juro que nunca había visto algo similar en un entorno en el que la posibilidad objetiva de obtener información alternativa es tan escandalosamente fácil y que no supone el menor riesgo personal. Es un tipo de pastoreo de alcance extremo: triste y admirable al mismo tiempo.

Sin embargo, cada vez que lo pienso, tengo mayores dudas acerca de si esto puede mantenerse -e incluso seguir inflándose- o que suceda lo contrario, en cualquiera de sus formas. Una implosión más o menos repentina no parece muy probable (aunque tampoco la descarto), o un desinflado lento, o el enquistamiento de todo esto por tiempo más o menos indefinido... todos los escenarios me parecen posibles. Pero si vamos a los hechos incontestables, lo cierto es que sus activos más ruidosos, que son los jóvenes, están luchando por causas que son objetivamente lo contrario a sus intereses: la paradoja de estar usando sistemas de comunicación e información deslocalizados y globales para defender la instauración de fronteras físicas y mentales y la exaltación de lo microterritorial son una muestra bastante expresiva del oximoron en el que están atrapados.
Y eso para no hablar del resto de sus vidas, que el post se hace muy largo y es hora de comer.

Un saludo, y si te quedan ganas de seguir paseando por la zona cero, te recomiendo els 7 gorgs, cerca de Campdevánol, en el Ripollés, que para un día de trekking es fabuloso ahora en otoño, que no hay casi nadie y tampoco hace frío.
Yo diría, como persona que su familia proviene de ese Tractorian Belt (jeje me va a permitir que haga mío el término me ha encantado), que en los análisis que se hacen en este hilo se mira demasiado a las dictaduras y totalitarismos. Ya sean el nazismo, el fascismo o los estados totalitarios de la órbita soviética.

El principal problema que tiene ese marco de análisis, siendo interesante, es que se tratan de estados con ideologías encuadradas en la modernidad.

El llamado problema catalán tiene su principal sustrato, precisamente, en que no es un movimiento moderno. Todo lo contrario, arraiga gracias a que en Cataluña hay una parte importante de su sociedad y de su cultura que es premoderna. Esto explica porque están completamente blindados a los hechos y las ideas a pesar de que estas fluyen libremente y por tanto no es necesario crear una sociedad cerrada al estilo totalitario.

Es imposible entender la Cataluña profunda sin meter en la ecuación la religión. La religión es uno de los dos pilares sobre los que se ha construido este magnífico desastre. Cataluña, igual que otras partes de España, ha sido y es profundamente religiosa. El otro es la cultura catalana. Una cultura que está dando sus últimos estertores en un mundo que es evidente no va llorar su perdida. Curiosamente son los autodeclarados defensores de las esencias catalanas los que están acelerando este proceso.

Cataluña ya ha perdido sus esencias...Lo que hay ahora es otra cosa. Una sustitución, una invención...Como pasa en otros lugares, sin que eso provoque esta enajenación.

Un proceso, ciertamente, que está lejos de afectar solo a Cataluña. La globalización es una apisonadora que no se puede parar.

Es, en definitiva, un movimiento reaccionario. No basado en evidencias o hechos. Donde la realidad no es lo importante. Donde la democracia importa un carajo. Donde los derechos o la ciudadanía son conceptos que ni siquiera se comprenden bien. Porque lo suyo es anterior.

En este sentido, el Carlismo del XIX encaja mucho mejor como marco de análisis. Por mas que los Carlistas no fueran independentistas.

Por supuesto a esto se le ha ido uniendo otros elementos que han ido cogiendo de aquí y de allá, creando este pastiche que tenemos en la actualidad.

Para mí, lo más sorprendente es como esta cosmovisión ha encajado como un guante con corrientes postmodernas. Esto sí es digno de estudio.

De todas formas ese independentismo nuclear que es el auténtico motor es bastante reducido en la sociedad catalana, pero está tan comprometido y lleva tantos años en sus acciones de proselitismo que cuando cuajó el procés y se pusieron todos los instrumentos del estado, y el dinero, en sus manos arrastraron a una parte de la sociedad muy importante. Generando esta burbuja.

Cuando pinche la burbuja, la gran mayoría de los que no forman parte de ese independentismo nuclear, se cambiarán de bando sin pestañear. Como siempre, buscando el sol que más calienta. Aunque solo sea por aceptación social.

El principal problema del catalanismo independentista es que están luchando contra el tiempo. Y nadie gana al tiempo. La historia sigue avanzando y ellos no solo quieren pararla, quieren que retroceda.

Es como si ahora intentasen volver a meter en la cabeza de la gente que no se puede amar hasta llegar al matrimonio. Una locura condenada al fracaso.
 
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El principal problema del catalanismo independentista es que están luchando contra el tiempo. Y nadie gana al tiempo. La historia sigue avanzando y ellos no solo quieren pararla, quieren que retroceda.

Es como si ahora intentasen volver a meter en la cabeza de la gente que no se puede amar hasta llegar al matrimonio. Una locura condenada al fracaso.
Madre mía, qué manera de autoengañaros tenéis los colonos... Y escribiendo ahí unas parrafadas autocomplacientes para sentiros bien con vosotros mismos, cuando la realidad indica que cada vez hay más independentistas, cada vez hay más países en el mundo (compara el número de países de hace 100 años con el de ahora) y la tendencia global va en la línea de la disolución de los estados nación tal como los conocemos.

Hasta intelectuales de vuestra cuerda como Sánchez Dragó dicen que Cataluña va a acabar separándose de España, y vosotros aferrándoos a ideas caducas de siglos pasados, creyendo que todavía va a salir un caudillo apoyado por Hitler y Mussolini a salvar la unidad de vuestra apestosa patria...

Fernando Sánchez Dragó: "Yo creo que Cataluña va a acabar separándose de España"