La inhabilitación para políticos en este país no deja de ser un insulto más hacia los ciudadanos. Todos sabemos perfectamente que la casta política se ha construido todo un entramado de empresas públicas, semipúblicas, medio pensionistas, y chiringuitos y fundaciones de toda clase y condición en los que pueden colocar a esos elementos sin el menor problema y cobrando lo mismo o más que antes sin despeinarse.