La masacre interminable. 18 horas: 92 fallecidos, y 3.065 nuevos contagios en la Comunidad Valenciana.
Última hora del cobi19 en Valencia: 92 fallecidos, 3.065 nuevos casos y 41 brotes
De verdad, da miedo. Y sobre todo con el ambientillo en la calle. No sé si sabéis que en la CV hay un peculiar tejido social, algo diferente del del resto de España y que no deja de sorprenderme. Hay hasta libros académicos sobre ello.
Las Fallas son el vivero fundamental y los "falleros" un colectivo muy cerrado pero a la vez de acceso fácil para el que aguante el ambiente. Los que no aguantan, directamente los padecen y/o los odian.
Los mismos falleros forman el núcleo de otras actividades sociales como la Semana Santa, las cruces de mayo, los carnavales, la noche de San Juan...
Es un tejido social hiperactivo y que vive de la reunión en torno a un pasacalle, una procesión o una cena "de sobaquillo". No importa la excusa. Lo importante es vivir el gregarismo festero y participar de las liturgias.
Pues bien, vivido en primera fila: están desesperados por reunirse. A poco que se abra la mano, las reuniones van a proliferar y la picaresca social se va a volver incontrolable.
Como será la cosa que el presidente Ximo Puig no para de recomendar, con voz angustiada, que se tenga paciencia. Hasta el cardenal-arzobispo de Valencia ha pedido prudencia de cara a la Semana Santa y prohibido las procesiones y actos públicos.
Pero nada, todo el tejido social valenciano tascando el freno, preparado para lanzarse a la piscina colectiva a la mínima posibilidad.
Por ahora, la masacre sigue.
Y si nadie para esto y el calorcillo no ayuda, volveremos a máximos, con permiso de las banderillas. Se huele.
Edito: Hoy, en Toda España, 388 muertos. La CV sigue "aportando", dia tras dia, un cuarto de los muertos totales, con apenas cinco millones de habitantes. Es inaceptable. Inasumible. Pensad en lo que cuelga en los hospitales y residencias, en los domicilios y centros de salud con esas cifras.
No basta con lamentaciones y llamadas a la prudencia. Hay que hacer cambios institucionales, tener mano dura con los irresponsables y pedir ayuda a quien sepa más que los que están comandando la masacre.