Milan precisamente se salvo de la Peste por tomar medidas radicales con mucha mejor prevision -a pesar de su falta de racionalismo y conocimientos cientificos- que nuestros gobiernos actuales. Ahora, Lombardia se esta muriendo en pleno siglo XXI.
Los viejos morian, si, pero por lo menos se rezaba por su alma. Incluso yo, que soy ateo, puedo darme cuenta de la importancia humana y espiritual de este simple hecho que dignifica la vida y la muerte de una persona y que hemos perdido. La vida, en muchos sentidos que ahora ya no podemos comprender, valia mucho mas que ahora.
Y repito que soy ateo.