Esto es una opinión.
Esto es una ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia
Voy a contar una mentira subida de peso, pero subida de peso, recordar no entrar en alarma social porque es mentira, tan mentira como las anteriores.
Querido compañero “@debianita”, mi libertad y la de mi familia no radica en ponerme si o no la mascarilla, radica en la punta de mi AK-47, el cual prometí el año pasado a un profesor de la universidad de mi hija en descargarle las 30 balas en el cuerpo de su familia en caso de que mi hija pillara “bicho” y muriese por su cabezonería de hacer los exámenes presenciales, te aseguro que fue mano de santo, desde entonces asiste por video conferencia y hace los exámenes igual, y como ella varios de los jóvenes del pueblo.
Se lo explique muy despacito, le dije que mi hija es mi “futuro”, y si por culpa de él o de algún “decano” me quedaba sin futuro como comprendería ya nada tendría que perder y que no hay gente más peligrosa que los que no tienen nada que perder, no es que no se puedan hacer las clases por video conferencia, la tecnología existe, y la universidad daba este servicio a varios alumnos disminuidos físicos, el problema que ellos ven es que piensan que se pueden quedar sin su trabajo si se impone esto de la videoconferencia, además de que los “decanos” y demás parásitos verían mermada su economía al demostrarse que no son tan necesarios, y estos son los que más presionan para el tema de las clases presenciales, para que la gente vea su poder de intimidación y que su cargo tiene mucha importancia social.
Que si me denuncio, pues claro, pero creo que le explicaron otros profesores en que pueblo galo vivo y retiro la denuncia, la fiscalía insistió en seguir con la denuncia y al final el juez dio por sobreseído el juicio no sin antes no amonestarme y ponerme una multa de 600 euros que pague gustosamente.
Pero cada caso es un mundo, y la situación de cada cual es la que es, así que te deseo mucha suerte y que no les pase nada a tus hijos o familia porque el niño se embiche en clase y lo lleve a casa, pues el trauma familiar va a ser rellenito, si muere tu hijo el dolor va a ser inmenso y el “si yo hubiese….” ocupará mucha parte de tu mente hasta que mueras, y si el que muere eres tú o tu pareja u otro familiar conviviente, el que se quedara “tocado” de por vida sera el, porque pensara que alguno de sus padres o familiares murieron por culpa de él.
Suerte, la vas a necesitar.
@@@
Parte de guerra de Australia:
Primera temporada:
Contagiados 7.400
Muertos: 102
Ratio de mortalidad: 1 por cada 72’5 contagiados.
Nueva temporada con acumulados de la temporada anterior:
Contagiados: 28.818
Muertos: 909
Ratio de mortalidad total: 1 por cada 31’7 contagiados.
Ratio de mortalidad nueva temporada: 1 por cada 26’5 contagiados.
Y luego los medios de comunicación dicen que en Australia no existen nuevos contagiados, ¡narices!, lo que no hay de momento son brotes gordos, pero los nuevos contagios es un no parar.
Y si, lo anterior es una mentira subida de peso y forma parte del grupo de ficciones que estoy contando últimamente, por lo que no debéis creerme y entrar en alarma social.
¿Fuente?, ¡cachopo!, que es una ficción.
Pues eso, un saludo a todos
Posdata:
Mi pésame a todos los que estáis perdiendo familia en estos tiempos aciagos.
Si por un casual está sucediendo, ha sucedido o sucede algo parecido a lo anterior, es pura casualidad, pues el relato anterior es fruto de la mente de la autora que tiene mucha imaginación. 8322
¿Por qué en Australia llevan ya una 'vida casi normal'?
cobi19
¿Por qué en Australia llevan ya una 'vida casi normal'?
El país encadena 12 días consecutivos sin contagios locales gracias a medidas como el cierre de fronteras desde marzo o los estrictos confinamientos.
Ana Beatriz Micó@anmica_96
Actualizado a 30 de enero de 2021 a las 10:27 CET
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WILLIAM WEST AFP
Las imágenes que dejó este viernes el torneo de exhibición de Adelaida han dado la vuelta al mundo porque daba la sensación de que el cobi19 era ya cosa del pasado.
Más de 4.000 personas llenaron las gradas de la pista central del Memorial Drive Tennis Centre para ver a los tenistas jugar estos partidos de exhibición antes del
Open de Australia, que comienza el 8 de febrero.
La mayoría de asistentes no llevaba mascarilla y
los asientos no estaban separados para respetar la distancia de seguridad recomendada por las autoridades.
Este momento histórico se produjo el mismo día en que Australia encadenaba
12 jornadas consecutivas sin registrar ningún contagio local en ninguno de sus estados o territorios, según informó el viernes el ministro de Salud, Greg Hunt, en una rueda de prensa. En total, el país, de unos
25 millones de habitantes, ha registrado
28.800 contagios y 909 fallecimientos. Estas cifras le convierten en uno de los territorios que mejor ha gestionado la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. De ahí que muchos le miren con admiración y se pregunten cómo ha logrado controlar de esta forma la el bichito-19 y disminuir los contagios a cero.
Control en la frontera
“Australia ha seguido muchas de las medidas que se han llevado a cabo en
Asia y se les ha hecho
muchísimo caso a los científicos desde el principio.
Tampoco se ha politizado demasiado las decisiones que se han ido tomando. Ha habido
mucho más consenso que en España. Todos han remado en la misma dirección, salvo algunas excepciones, y eso ha facilitado mucho las cosas”, apunta en una entrevista con NIUS Gonzalo A., un periodista español que vive en Australia desde hace varios años.
Uno de los pilares fundamentales para contener al bichito ha sido cerrar las fronteras del país, que permanecerán así durante gran parte del 2021. “Creo
que tendremos la mayor parte de este año restricciones significativas en las fronteras,
incluso si la mayor parte de la población es vacunada. No sabemos si (la banderilla) prevendrá la transmisión del bichito”, dijo la semana pasada en
ABC News Brendan Murphy, secretario del Ministerio de Salud. Esta medida “fue fundamental porque
evitó que entrase el bichito de fuera y se concentraron en atajar el bichito desde dentro”, opina Gonzalo.
Así, cualquier viajero que entre en el país está obligado a realizar una
cuarentena de 14 días en un hotel, aunque llegue con una PCR negativa. “Cuando empezó la esa época en el 2020 de la que yo le hablo el Estado te pagaba el hotel, pero
a los dos o tres meses ya se lo tenía que pagar uno mismo. En total,
3.
000 dólares australianos (casi 2.000 euros) por persona por pasar dos semanas en un hotel que las autoridades eligen y
5.000 dólares (3.2000 euros) por una pareja con un hijo”, revela el periodista en una entrevista con
NIUS. También
los desplazamientos entre estados han estado prohibidos durante un tiempo, aunque
han comenzado a levantarse las restricciones con precaución.
Estrictos confinamientos y pruebas gratis
También ha sido fundamental que
las PCR y otros test de detección fueran gratuitos: “Es el Gobierno el que ha pedido a la población que, con cualquier síntoma, por poco que fuera, fueran a hacerse un test”. Igual de relevante han sido los estrictos
confinamientos decretados ante el mínimo peligro, sin esperar que la situación se agrave. Tras cada brote, los rastreadores trabajan exhaustivamente hasta registrar todos los contactos y llegar al origen de del foco. Además de test masivos, las cuarentenas son estrictas.
“
El sistema de rastreo es muy efectivo. Aquí el bichito solo se ha ido de control en el estado de Victoria hace un par de meses y cerraron sin contemplaciones hasta que erradicaron el bichito. Luego, poco a poco, fueron abriendo”, asegura el periodista. El último ejemplo fue el
aislamiento de unos 250.000 habitantes de Sidney en diciembre tras un
brote detectado en las playas del norte que dejó
97 contagios.
Las medidas comienzan a suavizarse
Gracias a estas severas medidas, Australia comienza a disfrutar de la
“antigua normalidad”, como se pudo observar en el torneo de tenis. “Hay que
llevar mascarilla, por su puesto, en
lugares cerrados, pero
no es por ley, sino que cada uno decide llevarla porque quiere.
Hay pocos sitios donde te obligan a ponértela”, explica Gonzalo. Más difícil es
salir del país: “Necesitamos un
permiso especial, y desconozco, por ejemplo, si a mí me lo darían. En todo caso, a la vuelta tendría que quedarme en el hotel 14 días sin salir con mi mujer y mi hijo, de un año, y encima pagar 5.000 dólares”.
Todavía no se ha comenzado a vacunar
Mientras en muchos lugares del mundo las campañas de vacunación llevan en marcha desde abril,
Australia prevé comenzar a vacunar contra la el bichito-19 a partir de mediados de febrero, con el objetivo de
inocular cuatro millones de dosis para finales de marzo, según reveló el primer ministro, Scott Morrison, a principios de año. Asimismo, señaló que el programa de vacunación comenzará con los
ancianos y personas discapacitadas que se encuentran en centros de cuidados, así como los
trabajadores sanitarios y personal de estos centros, además de los
funcionarios en los lugares habilitados para guardar cuarentena y en el control de fronteras.
Las autoridades sanitarias están a la espera de que el organismo regulador de medicamentos apruebe, posiblemente a finales de enero, la
banderilla de Pzifer, que aún tardaría otras dos semanas más en llegar al país. Más adelante, una vez que se apruebe en Australia el uso de la banderilla de
AstraZeneca, se procederá a administrar las dosis a la
población anciana en general y los
habitantes mayores de 35 años, además de otros
trabajadores en sectores de riesgo. El Gobierno de Morrison firmado acuerdos para recibir más de
110 millones de dosis de banderillas con Pzifer, Moderna, AstraZeneca y la coalición Covax Facility, después de que el equipo de la australiana Universidad de Queensland abandonara los estudios sobre su banderilla en diciembre a raíz de unos falsos positivos de VIH.
Por último,
el fármaco será gratuito y voluntario para la población. “Las banderillas son un componente clave en 2021 para nuestra gestión contra la esa época en el 2020 de la que yo le hablo”, señaló Morrison.