Veamos...
Una braga es una prenda de abrigo que se pone al cuello y que tapa también la parte inferior de la cara, pudiéndose calar hasta los ojos, si se quiere.
Si hay frío y tenemos los famosísimos aerosoles ricos en humedad que decís que las mascarilla nunca, jamás, en condición alguna, pueden parar... y se condensan con velocidad (cosa evidente, al verse nada más sale de la boca y la nariz el aire de los pulmones) en la braga, bufanda, o si quieres, mascarilla, ya me da igual, porque tampoco vas a entender esto...
Eso significa que no habría contagio si la persona que lleva su braga puesta va por la calle, por muy contagiada que estuviera.
El problema vendría de pasar de la calle al edificio, momento en que habría que guardar la braga, bufanda o lo que fuese, y ponerse la mascarilla... sabiendo que, al salir del edificio, la mascarilla habría de tirarse. UNa posible solución sería NO usar la calefacción este año y abrir todas las ventanas de los edificios de oficina, fábrica, tiendas, etc, que pudiesen ser abiertas. Supondría un buen ahorro y una mejora del estado general de salud (desaparecería esa brutal diferencia térmica que produce muchas enfermedades en invierno)
En mi caso... si consigo teletrabajar otra vez, perfecto.
