Si la 'esa época en el 2020 de la que yo le hablo' -reconocida tardíamente y con el morro torcido- por la ONG 'OMS' (siendo la ONU la madre de todas las ONG's) y castradora de soberanía, es 'faro' conductor de la guerra contra el bicho estamos dolidos. Tan dolidos como pudieron estar los Serbios o los Libios. Pero eslavos 'remisos' o árabes 'no pateros' son cifras y el occidental de pro (humanitario, solidario y demás milongas) está muy poco acostumbrado a sufrir y si a banalizar el sufrimiento... si no le toca. De esa miserización moral se ha encargado el encabalgammiento compulsivo de la desinfo de bolsillo , kiosko, teleplasma o monitor de 25".
Ahora toca jorobarse. La escenografía nos presenta una amplia panoplia de famosos de portada (políticos especialmente pero también ha caído Tom Hanks, por ejemplo...); asistiendo a un escenario novedoso, nada previsto por influencers tales como Risto o Fedeguico (por ejemplos) y que nos deja la sombra de una duda resbaladiza: si cienes de políticos, especialmente aquí -donde sobran-, actores, y demás faranduleros del 'Me Gusta' son presentados como 'infectados' (con la más elitista medicina de pago para curarlos)... ¿en qué medida, por simple estadística, podemos estarlo los ciudadanos - súbditos de a pié para ser desatendidos en una UCI reventada? Y eso, con suerte.
Suena excelente, hasta conmovedor lo de la Montero, el Ortega o Hanks. No lo será tanto por los medios que aplicarán para su cura estos y si mucho mas implacable el segado de vida de miles y miles de 'nadies' que atiborrarán morgues de fortuna en cualquier cuneta ante la carencia de atención o como sucede en Milán, el 'tener que elegir', como si un hospital de campaña se tratase. es vque de eso, jodidamente se trata o es lo que está pasando.
Sin embargo, China, donde parece que 'le originan' el bicho se parte el pecho y parece -parece- ser capaz de vencer.
Lo dolido es que el glamour, la fama, la alta política y el Hollywood virtual que afecta a las celebridades nada tiene que ver con la consistencia, el brazo partido, el concepto de comunidad sobre individuo, la capacidad de las FFAA y del pueblo para ser implacables y víctimas es una guerra tan cruel como necesaria y bien conducida, a pesar de serlo desde un único núcleo de corruptelas donde es más imporatante salvar las apariencias que la efectividad hasta que toca partirse la cara. Hablo de China.
Aquí nos marcaremos un hundimiento desproporcionado por 'chic', pijo, banal e ineficaz. Solo se partirán la cara médicos, enfermeras, maderos, seguretas y gentes de bien, con sentido de solidaridad y con la capacidad de ayudar al prójimo. Valores por los que occidente perderá esta guerra al carecer de ellos y saldrá -saldremos- sumamente perjudicados. Y ni les cuento que si sumamos loa anterior al cainismo patrio, huele a muerte mientras enchufamos el Netflix y la pantalla de plasma mientras el vecino aúlla.