Bueno, por aportar algo, describo mi experiencia en medidas de autoprotección. Hoy comienza la temporada de máscaras, el bichito ya está en la Villa y Corte desde hace mucho, y para eso las he comprado:
Esta vez me he puesto guantes de latex, los de nitrilo me irritaron las palmas de las manos por el sudor. Como voy por calles secundarias y desiertas, la mascarilla no me la he puesto hasta llegar a la estación de tren. Los guantes me los pongo al salir de casa para evitar contagios al tocar botones ascensor y la puerta del portal.
Ahora sé lo que se sentía al llevar careta antigas en la Primera Guerra Mundial, he cometido el error de subir las escaleras a toda prisa para coger el tren y me ha dado un ahogo, menos mal que he pillado sitio para sentarme, porque me ha costado un par de minutos de respirar hondo para recobrar el aliento. Quería quitarme la mascarilla para respirar mejor, pero no era plan de fracasar al minuto de empezar. Me he imaginado que estaba rodeado de gas venenoso y con un esfuerzo de voluntad he conseguido aguantar. La verdad no entiendo a los sadomasoquistas que les va el rollo de la asfixia erótica.
Esta vez voy mejor organizado, todos los objetos personales, como cartera, pastillas, pañuelos... etc los meto en una bolsa de plástico con cremallera en la que venía el traje de lluvia que he comprado por si acaso se pone la cosa tan chunga que tengo que improvisar un traje de protección. Un neceser es una alternativa. Así lo puedo meter en la mochila, que inevitablemente se va a contaminar y va todo protegido y en un sitio.
La comida, el bocadillo y el termo de café van aparte en bolsas de plástico normales. Para el bocadillo o la fiambrera creo que mejor compro más bolsas con autocierre y algo más grandes que las que he comprado para guardar las máscaras usadas.
El móvil lo he metido en una bolsita de plástico autosellante, se puede ver la pantalla y tocarla sin problemas, trataré de no usarlo en el transporte público, pero así ya está protegido, al llegar a casa, lo sumerges en lejía y se descontamina.
Algo muy importante es la tarjeta del abono de transporte. Antes la llevaba en una funda con la tarjeta de fichar. Como es peligroso por el riesgo de contaminación, la de fichar la llevo en su funda en el bolsillo, y el abono en un portatarjetas con cinta para llevar al cuello, para que no vaya colgando la introduzco en el bolsillo del pecho. Me tengo que agachar un poco para pasarla por el lector del metro o el bus, pero vale la pena, así va aislada de todo lo demás, y para descontaminarla la puedo meter en el baño de lejía o untarla con el gel de alcohol, que es lo que hago con todos estos objetos al llegar a casa.
La mascarilla también debería ir en su propia bolsa autocierre, no he caído en eso. Hoy simplemente la metí en un bolsillo del pecho del parka y al llegar al trabajo la he envuelto en una servilleta de papel y la he metido otra vez. Como no quiero que me miren raro, y la envidia es muy mala, me quito la mascarilla en un portal antes de entrar en el edificio de la oficina.
Los guantes, como tengo que pulsar botones y abrir puertas, no me los quito hasta subir a mi piso en la oficina. Voy al baño, me lavo las manos con los guantes puestos y me los he quitado con cuidado tirando de las puntas para poder reutilizarlos en el viaje de vuelta, así sólo gasto un par por día. O si eres cuidadoso los puedes limpiar también cuando llegues a casa. Los guantes los he envuelto en una toalla de papel y los dejo en mi escritorio para que se sequen.
Una cosa que me molesta mucho es tener que abrir la puerta de cristal que da a las escaleras y el ascensor para ir al baño o al botellón de agua. Como ya no hará frío, y no hay corriente, se puede bloquear en posición abierta para no tener que tocar los asideros.
Por fin, una vez que te has quitado todo y te sientas a tu mesa, te lavas las manos con desinfectante. Voy a tratar de no traer nada que tenga que meter en la nevera y evitar el comedor de la oficina. Si no hay más remedio, pues usa un guante o un pañuelo o servilleta para abrir puertas.
Al regresar a casa, hemos acordado mover el perchero a la terraza y dejar los abrigos, bolsas y mochilas ahí. Por la tarde da el sol y así evitamos tocarlos. Yo antes ya seguía la sabia costumbre rusa de descalzarme a la entrada, ahora sencillamente meteremos los zapatos en una bolsa de plástico o los metemos en una palangana con lejía.
Como la lejía estropea la tarima para desinfectarla en el recibidor y todo el piso, mi mujer va a comprar alcohol de limpieza que hemos visto en el chino, en el Alcampo no encontré. Es lo mismo que el alcohol sanitario, pero algo más barato.
Un par de cosas más. Llevar menos ropa encima, es que esta mañana he tenido que coger el parka porque hacía frío y viento, pero en el transporte público me asaba. Menos mal que tenía un pañuelo para secarme el sudor y no dar más la nota. La gente no me ha mirado raro, y en los próximos días se va a normalizar. He coincidido en el metro con otras dos personas con mascarilla, una señora mayor y una china.
Espero que esto os sirva de ayuda.
