cobi19, empleados de Unalver de Casalpusterlengo: "Tenemos miedo, ¿por qué tenemos que entrar aquí?"
La preocupación es alta. La mayoría recuerda haber tenido contacto con el colega hospitalizado. Hace rebotar su foto de un teléfono celular a otro. Reunión sindical para dar indicaciones sobre el comportamiento a seguir e información sobre los riesgos reales
"Este tipo ha estado recorriendo toda la fábrica por quién sabe cuántos días,
¿quieres que no me infecte?" ». Cuando el segundo turno, el de la tarde, está a punto de comenzar, frente a las puertas de la gran fábrica de Unilever en Casalpusterlengo, un grupo desordenado de personas se registra. Son los trabajadores de Serioplast, una empresa que produce contenedores para productos Unilever, un centenar de empleados que comparten la cantina y muchos otros espacios con los compañeros de cuarto del gigante químico.
Tienen miedo, les gustaría no ingresar, pero por el momento no tienen instrucciones , no tienen cobertura sindical. Y están asustados por noticias alarmantes: «Tengo cuatro hijos que los envían a casa, dicen que no salgan, ¿y tengo que entrar aquí? ¿Por qué? Básicamente producimos botellas, no cosas indispensables para el mundo, si nos detenemos por un momento, ¿eso es malo? ». Mientras tanto, la reunión entre la representación sindical de Unilever y la empresa está en marcha. Se esperaba una cita durante toda la mañana, porque de estos trabajadores de comunicaciones esperan indicaciones sobre el comportamiento a seguir e información sobre los riesgos reales. Más de 500 personas operan en el perímetro de la planta en continuo movimiento y contacto entre ellas.
La cantina, capaz de servir alrededor de 300 comidas, es el principal punto de encuentro, se ha cerrado . Hoy no hay descanso para almorzar. "Y luego están las duchas, nuestro colega también estuvo allí". Mientras tanto, desde las salas rebota de un teléfono celular a otro, la foto del colega hospitalizado. Trabaja en el laboratorio de Investigación y Desarrollo, y sus colegas que han tenido contacto directo con él se habrían sometido a pruebas clínicas. Pero aquí, ahora, todos recuerdan haber tenido contacto con ese colega, en el pasillo, en los torniquetes, en la cola con la bandeja ... "¿cómo no puede preocuparse?". Ellos repiten. Pero también hay mucho fatalismo, solo un par de trabajadores cruzan los torniquetes con máscaras, alguien incluso logra permitirse un poco de ironía y se acerca al grupo de colegas simulando un estornudo descarado.
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