Subsistirán los que dejen de servir paella congelada y cerveza mal tirada a 15€ la jarra. En el Born lo mismo, no te dejaban tomarte un café a las 16h porque ya estaban preparados para dar de cenar a lo guiris, ahora que se joroben. Y en Madrid el otro día la Villacís animando a los madrileños a volver a comprar en el centro... ¿para comprar qué, figuras de flamencas made in China? A ver si de esta aprendemos que nuestras ciudades tienen que estar enfocadas a las personas que viven en ellas, que son las únicas que estarán siempre. Todo lo demás es complementario y en un contexto pandémico, inestable.
Lo mismo vale para todas esas zonas de España que se han centrado exclusivamente en el turista internacional y ahora lloran en vez de reorientarse y hacer ofertas y campañas dirigidas a un público potencial de 52 millones de españoles.