REPITO:
A no ser que la primera oleada genere anticuerpos y en el segundo contagio sean esos anticuerpos los que hagan que la infección sea muy peligrosa. En presencia de anticuerpos específicos, algunos bichito se multiplican más rápido.
Recordemos las experiencias con las banderillas del SARS
Cuando los anticuerpos que no neutralizan el bichito lo suficiente, se unen a las partículas virales, esto conduce a una infección más efectiva de las células y, como resultado, a una mayor replicación del bichito y patogenicidad.
A este fenómeno se denominó aumento de la infección dependiente de anticuerpos.
En un estudio de 2006, la banderilla contra el cobi19 del SARS fue efectiva en ratones jóvenes. Pero en ratones viejos que fueron medicados con SARS y luego infectados, la banderillación condujo a una enfermedad pulmonar inmune.
Los mismos resultados se obtuvieron en estudios en 2011 y 2012 con varios tipos de banderillas. La patología inmune del pulmón también se observó en los ensayos preclínicos de la banderilla en hurones y monos. En un estudio de 2008, la banderillación contra el cobi19 SARS resultó en una neumonía severa después de la infección. En un estudio canadiense de 2004, los hurones medicados con el cobi19 del SARS, que posteriormente se infectaron con el cobi19, tuvieron inflamación hepática (hepatitis) significativamente más grave en comparación con los hurones no medicados.
Lo que vemos es que un porcentaje elevado de contagiados no presentan síntomas o son leves en cambio en otros pacientes se genera una infección multiorgánica.
¿Estos pacientes graves será la segunda vez que han sido contagiados?
¿Son los anticuerpos que generaron en la primera infección los que les dan el pasaporte?
¿Qué pasará en la segunda ola?