El gobierno asturiano no ha necesitado gestionar un problema grande de momento porque ha tenido una suerte increible. Gracias a nuestra situación geográfica y lo "incomunicados" que estamos el estado de alarma nos ha pillado en una fase muy temprana de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Ni siquiera teníamos exceso de mortalidad. Lo único que ha hecho bien es delegar en los que saben, vigilar las residencias y ser transparentes con los datos. Tenemos el Hospital Central de Asturias en Oviedo al 50% de capacidad y el Hospital de Cabueñes en Gijón con una ocupación del 30%. Hay EPIs de sobra, camas hospitalarias de sobra y UCIs de sobra.
Aún así, vamos a ser de los últimos en terminar la esa época en el 2020 de la que yo le hablo debido a que se forzó todo lo que se pudo para mantener todo el núcleo industrial activo y porque esos señores mayores (que no tanto señoras) a los que tenemos que proteger, aquí hacen lo que les sale de las pelotas. Es muy común asomarse a la ventana y ver a un señor mayor con una barra de pan bajo el brazo.