Hudson818
Madmaxista
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Dos cosas: Los experimentos de la informática de los 80-90 los padecíamos en forma de dolores de cabeza para configurar la memoria superior, o que funcionase el programa que funcionaba con el anterior trasto y que ahora ya no era compatible. Como las piezas de hardware que ya no servían para la siguiente generación (todavía recuerdo cuando cambié una placa madre para poner un procesador más potente y al tratar de instalar la tarjeta gráfica que tenía, que molaba, el conector le habían dado la vuelta 180º para hacerlo incompatible)Hola, buenas noches.
En la década de los años 70, jóvenes genios como Steve Jobs, Bill Gates o Paul Allen, entre otros, fueron pioneros en el desarrollo de la computación, la programación y la informática, en general. Eran plenamente conscientes del extraordinario potencial que ofrecían las nuevas tecnologías y comenzaron un camino que hoy en día parece ilimitado en cuanto a posibilidades y aplicaciones prácticas (incluso muy superiores a las que ellos mismos jamás llegaron a imaginar)
Pero el camino no resultó tan fácil y de un día para otro no se producían avances espectaculares. En la década de los 90 y años posteriores se manejaban unos “trastos” de ordenadores , de “gran trastero” o profundidad, la velocidad de conexión era extraordinariamente lenta, la pantalla se congelaba frecuentemente y había que apagar y encender el PC muy a menudo. Ahora todo esto nos parece obsoleto pero, en aquellos tiempos, se consideraba vanguardista, moderno, innovador y revolucionario.
¿Y qué tiene que ver lo anteriormente expuesto con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo o las banderillas? Bueno, la idea central o nexo común es que existen unas personas (muy pocas) que tienen en sus manos una idea, un proyecto o una tecnología que consideran totalmente revolucionaria y que cambiará radicalmente el curso de la humanidad en una materia o en muchas materias o ámbitos de la vida al mismo tiempo. Se sienten “iluminados”.
La tecnología del ARNm es considerada por algunos hombres que “juegan a ser Dioses” como un descubrimiento que lo cambiará todo, del mismo modo que lo ha hecho la informática y los ordenadores. Pero con una diferencia sustancial porque piensan que esta técnica del ARNm incide directamente sobre lo más importante del ser humano puesto que incide sobre la salud y la enfermedad, sobre la vida y la muerte.
Están convencidos que su desarrollo podrá combatir enfermedades hoy incurables, revertir procesos, regenerar, reconstruir, reparar, modificar y, en definitiva, curar. Es más, tienen la esperanza que con el desarrollo de esta técnica (y otras paralelas surgidas a raíz de esta) se puedan reparar y manipular las células humanas con el objetivo de retrasar y enlentecer su envejecimiento. Estamos hablando de alargar la vida mediante terapias génicas (sin un límite en el horizonte) de tal manera que el ser humano se convertiría en algo que le situaría entre lo mortal y lo cuasi-divino.
Pero la tecnología del ARNm y otras están en un estado incipiente. Claro que llevan décadas experimentando con ellas pero siempre de fracaso en fracaso, sin avances sustanciales. Es decir, tienen en tus manos el origen del “elixir de la eterna juventud” ( metafóricamente hablando) pero no pueden progresar porque ningún ensayo para una banderilla o medicamento puede ser aprobado.
Y aquí es cuando se produce el gran salto al vacío. Es cuando la frustración de unos iluminados encuentra la total complicidad de los poderes fácticos que manejan los hilos del sistema. Y surge una esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Una esa época en el 2020 de la que yo le hablo ya anticipada (Evento 201, en octubre de 2019) como simulacro de esa época en el 2020 de la que yo le hablo promocionado por parte de la industria farmacéutica, el Foro Económico Mundial y Bill Gates que, siendo uno de los pioneros de la informática, curiosamente sustituyó su interés tecnológico por el campo de las banderillas (o una fusión entre ambos, tecnología y banderillas)
Ya tenemos en marcha una grave esa época en el 2020 de la que yo le hablo. Por tanto, resulta más fácil justificar una campaña de vacunación masiva experimental con la tecnología del ARNm mediante la triquiñuela de las autorizaciones de uso de emergencia (EUA) y que, en realidad, lo que esconde es el mayor experimento médico con seres humanos jamás hecho en la historia.
Así sí se puede avanzar con esta tecnología. Es un avance extraordinario porque se van a recabar, contrastar, analizar y almacenar los datos, los resultados, las novedades y los posibles efectos adversos de miles de millones de voluntarios participantes en el experimento. En un año de campaña de vacunación se avanza más que en 100 años de ensayos clínicos reglados.
Como curiosidad, podéis introducir en cualquier buscador “banderillas de ARNm y cualquier enfermedad” (como el cáncer, por ejemplo) y os encontraréis con numerosas entradas sobre experimentos, ensayos e inversiones millonarias en relación a esta tecnología e innumerables enfermedades y todo ello a raíz de la campaña de vacunación para el SARS-CoV-2. Viento en popa y a toda vela.
Para finalizar, tengo unas preguntas: ¿Justificaría el fin buscado los medios empleados? ¿Todos los que dicen haberse medicado, lo han hecho en realidad? ¿Puede haber personas de las élites o próximas a ellas que no se han medicado? ¿Es posible que exista un medicamento anterior a la esa época en el 2020 de la que yo le hablo que neutralice por completo una infección por SARS- CoV-2? ¿Qué comenzó antes, la esa época en el 2020 de la que yo le hablo o el diseño de las banderillas? ¿Es la ciudadanía el “conejillo de indias” que puede dar inicio al mayor salto evolutivo en el genoma humano?
¿Son las actuales banderillas como aquel PC de trastero, muy lento, que perdía la conexión continuamente, que solo servía para videojuegos desfasados y que pronto tirabas y cambiabas por otro mejor?
“Te contaré un secreto: los dioses nos envidian. Nos envidian porque somos mortales, porque cada instante nuestro podría ser el último, todo es más hermoso porque hay un final. Nunca serás más hermosa de lo que eres ahora, nunca volveremos a estar aquí.” (Brad Pitt, Aquiles en “Troya”)
Ver archivo adjunto 1172933
Que paséis buen día.
Ahora estos experimentos te pueden costar la vida o la salud. Algunos dirán que en el fondo la informática de entonces te costaba la vida o la salud, pero no estamos hablando del mismo orden de gravedad en las consecuencias.
Y segundo: todas esas mejoras para una vida mejor y especialmente para una vida más larga son para la élite. Al común de los mortales los usarán de conejillo de indias y no les darán lo bueno, les cobrarán un potosí por cosas parecidas pero no iguales.