Esto es una opinión.
Esto es una ficción y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Voy a contar una mentira subida de peso, pero subida de peso, recordar no entrar en alarma social porque es mentira, tan mentira como las anteriores.
Si a muchos nos parece que los gobernantes actuales están utilizando el libro de ciencia ficción “1984” como un manual de cabecera, lo que está sucediendo parece sacado de un relato de Isaac Asimov en uno de sus relatos más anónimos, me he tomado unas pequeñas licencias y he cambiado “empresas de negocios” por “grupos de inversión” y la traducción es de aquella manera, pero creo que se entiende.
Mucho antes de que “Trántor” fuese la capital del imperio, pero muchísimos años, si, de esos años que se miden desde hace miles de siglos en base a un planeta que dicen que es radiactivo y que en su día fue la cuna de la humanidad y que actualmente nadie sabe dónde está situado.
Se dice que desde ese planeta al que llamaban “Tierra” salieron varias expediciones y conquistaron cincuenta mundos especializándose cada planeta en un negocio para comerciar con los otros cuarenta y nueve mundos, dejando a la Tierra aparte y con sus problemas, negándoles los adelantos técnicos y posteriormente sometiéndola a vigilancia, su habitantes, los del planeta Tierra, fueron nuestros antepasados, sí, aunque parezca mentira, los habitantes de los cincuenta mundos se volvieron temerosos de viajar por la galaxia pues era peligroso y dejaron en manos de los terráqueos una segunda conquista del universo, pues si mientras un habitante de los mundos “espaciales” podía llegar a la edad de 300 años en perfecta salud, los habitantes del planeta tierra apenas podían vivir 120 años y a partir de los 70 años, eso no era vida, sino arrastrase con dolores por el resto de sus perversoss vidas.
Dentro de las sociedades de los mundos espaciales la gente dedicaba una parte de su dinero a invertirlo en “planes de pensiones” y si bien el comienzo a cobrar esas pensiones era a partir de los 150 años, edad que al principio de la creación de estos planes de pensiones parecía una edad inalcanzable, con el paso del tiempo, esas empresas de inversión se dieron cuenta de que la gente empezaba a vivir más y cada vez más lo que los obligaba a hacer inversiones muy rentables y a tener que aumentar poco a poco los años de cotización y si en principio eran 100 años los que había que cotizar luego y poco a poco se fueron aumentado a 150 años con las consiguientes protestas de los nuevos trabajadores que invertían sus ahorros en esos planes de pensiones, el estado también en muchos países, sí, aunque eran mundos independientes, también estaban troceados por “corporaciones de trabajo” lo más similar a un país y si los grupos de inversión en planes de pensiones tenían que hacer lo posible para aumentar sus recursos vía inversiones, los “países” cubrir las jubilaciones con impuestos directos a sus socios-trabajadores.
Uno de esos mundos era “Asperta”, un mundo lleno de negociantes galácticos y cuyo grupo de inversiones más sobresaliente se había ido haciendo poco a poco con las empresas de todos los sectores influyentes de la sociedad, ni que decir que todo estaba controlado por un cerebro positrónico “reforzado” al cual se le había “reforzado” la tercera ley, de tal manera que prevalecía sobre las otras dos y para evitar las leyes antimonopolio el grupo de inversión nunca adquiría directamente más allá del 17% de las acciones de una empresa, pero de facto y gracias al enmarañamiento accionarial, y de compra de acciones cruzadas el cerebro positrónico controlaba la casi totalidad de las acciones de todas las empresas del planeta, llego un momento que no se sabía quién era realmente el dueño de las empresas y nadie sospechaba que era el cerebro positrónico realmente el dueño de la economía del planeta.
Y hete aquí que un día el cerebro positrónico entendió que tal como se desarrollaban las cosas en un periodo de tiempo muy corto no habría suficientes recursos para pagar esas pensiones, pues la longevidad de las personas aumentaba de año en año gracias a los adelantos genéticos y los nacimientos a pesar de mantenerse estables la población seguía aumentado gracias a la pobre mortalidad que tenía el planeta.
Y paso lo que tenía que pasar, el cerebro positrónico tomo la decisión que para salvar la “empresa”, “Asperta” debería de empezar a tener más mortalidad, pues por cada “aspertano” muerto la “empresa” dejaba de pagar la pensión y se quedaba con el “principal” y para no entrar mucho en conflicto con las dos primeras leyes de la robótica y autodestruirse, el cerebro positrónico se justificó así mismo diciéndose que era por el bien de la mayoría de la población y que los más mayores había vivido los suficiente, y diseño un bichito y unas banderillas para ese bichito que irían eliminado a los más mayores.
Llego el día y el cerebro positrónico soltó el bichito en los conductos de ventilación de todas las zonas de esparcimiento y viviendas particulares, el bichito que se fabricó en varias de las empresas que controlaba sin decir nada al resto de robot fabricantes para que no actuasen en defensa de los humanos, fueron robot también los encargados de introducir el bichito sin que supieran en ningún momento lo que estaba soltando, y estallo la gran epidemia.
Cuando los “aspertanos” empezaron a morir por la extraña enfermedad, los robots médicos pidieron una banderilla y medicamentos contra esa enfermedad e inocularon las banderillas diseñadas de tal manera que eliminaban el bichito pero con una sustancia que iban envejeciendo las células de los “aspertanos” a partir de cierta edad, y estos poco a poco iban perdiendo longevidad y cada nuevo nacimiento al recibir la banderilla recibía esa sustancia, pero como sucede en estas cosas el bichito salió de “Asperta” y se propago por la mayoría de los 50 mundos quedando menos de una decena sin contagiarse y sin adquirir las banderillas “aspertanas”, una vez visto el alcance de lo producido, el cerebro positrónico se suicidó y en menos de 200 años no quedo un ser vivo en 42 de los 50 mundo originales.
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He visto las noticas de antena3, ganas de vomitar, espero que a esos jóvenes que han seguido no sean menores, porque les puede costar una pasta gansa por violar la intimidad de un menor y publicar la imagen de este sin conocimiento de sus progenitores, soy yo la abogada de esos menores, si es que son menores y saco para la familia pasta para vivir bien más de diez años.
Me resulta todo esto de los jóvenes cuanto menos chocante, por no utilizar otro adjetivo calificativo, llenábamos todos los días de este año España de jovenlandeses y guiris de todos los colores y etnias y no hay contagios, se van unos muchachos de fin de curso y todo son contagios, esos mismos muchachos que se ha pasado todo un curso escolar encerrados en una misma aula y casualidad, casualidad, no se han contagiado, en cuanto a lo del padre que quería llevarse a sus hijo y ha dado positivo, todo el mundo que se hace una PCR puede dar positivo y cuando digo todo el mundo, es todo el mundo, solo hay que darle los ciclos necesarios a la PCR para que salga como quiera la autoridad competente y si el padre estaba medicado ya ni hablamos, ¿de quién depende la fiscalía?, pues eso.
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Parte de guerra de Australia:
Hasta el 30/06/2020:
Contagiados 7.920
Muertos: 104
Ratio de mortalidad: 1 por cada 76’2 contagiados.
Desde el 01/07/2020:
Nuevos contagiados: 22.691
Muertos: 806
Ratio de mortalidad: 1 por cada 28’2 contagiados.
Ratio de mortalidad total: 1 por cada 33’6 contagiados.
Población contagiada: 0’12%
Y si, lo anterior es una mentira subida de peso y forma parte del grupo de ficciones que estoy contando últimamente, por lo que no debéis creerme y entrar en alarma social.
¿Fuente?, ¡cachopo!, que es una ficción.
Pues eso, un saludo a todos
Posdata:
Mi pésame a todos los que estáis perdiendo familia en estos tiempos aciagos.
Si por un casual está sucediendo, ha sucedido o sucede algo parecido a lo anterior, es pura casualidad, pues el relato anterior es fruto de la mente de la autora que tiene mucha imaginación. 8322, Stromectol, Ivergalen